A 600 días del ataque terrorista lanzado por Hamas contra comunidades del sur de Israel y que desencadenó un nuevo episodio de guerra en la región, familiares de los rehenes que aún permanecen cautivos en Gaza organizaron una protesta en la playa de Tel Aviv para visibilizar su reclamo: la liberación inmediata de sus seres queridos y el fin del sufrimiento impuesto por el grupo armado palestino.
Desde drones, se registró una coreografía silenciosa en la arena: decenas de activistas formaron un lazo amarillo, símbolo del cautiverio, junto a carteles gigantes con las inscripciones “58”, por el número de rehenes israelíes que aún siguen en Gaza, y “600 ¡SÁLVENLOS AHORA!”, en alusión a los días transcurridos desde el ataque del 7 de octubre de 2023.
La protesta estuvo dirigida explícitamente a Hamas, responsable del secuestro y retención de civiles israelíes, y también al liderazgo internacional. Muchos de los familiares vestían camisetas con el mensaje “Sr. Trump, hágalo realidad” y sostenían pancartas en inglés y hebreo con frases como: “¡Detén tus guerras! ¡Traigan a todos a casa!” y “El precio de tu guerra = las vidas de los rehenes”.

Uno de los discursos más enfáticos fue el de Boaz Zalmanovich, hijo de Arye Zalmanovich, un rehén asesinado durante su cautiverio. Desde la playa, Boaz instó al expresidente de Estados Unidos a intervenir: “Señor Trump, usted es el único que puede actuar para detener esta guerra de venganza y garantizar el retorno de todos, tanto los vivos para su rehabilitación como los caídos para su entierro.”
La protesta se enmarca en un contexto de creciente tensión. El 18 de marzo, el gobierno israelí dio por finalizado un alto el fuego pactado en enero, reanudando su campaña militar en Gaza. Dos días después, Hamas y grupos armados aliados reactivaron el lanzamiento de cohetes y ataques armados.
El grupo terrorista ha manifestado públicamente que estaría dispuesto a liberar a los rehenes restantes si Israel acepta un alto el fuego permanente y una retirada total del territorio gazatí. El primer ministro Benjamin Netanyahu, por su parte, ha dejado claro que solo accederá a una tregua temporal si se liberan los rehenes, y que la guerra continuará hasta la eliminación completa de Hamas.

Durante el acto, Efrat Machikawa, sobrina del rehén liberado Gadi Mozes, describió el drama de las familias: “Hoy se cumplen 600 días desde que 58 personas inocentes fueron secuestradas por Hamas y arrastradas a los túneles de Gaza. 600 días de oscuridad. 600 días sin libertad. 600 días de abandono. Los rehenes han soportado condiciones inhumanas. Cuanto más tiempo permanezcan bajo tierra, más peligro enfrentan. Y este sufrimiento también alcanza a los civiles en Gaza, rehenes del gobierno de Hamas y de esta guerra interminable.”

En Tel Aviv, las oficinas del Foro de Rehenes fueron escenario de otra ceremonia conmemorativa. Allí, Anat Angrest, madre del rehén Matan Angrest, secuestrado en Nahal Oz por combatientes de Hamas, apuntó directamente contra el gobierno israelí: “Imagínense a mi lado, que lo dimos todo por el Estado, pero estamos abandonados y olvidados. Esto nos puede pasar a todos.”
Angrest advirtió que el vínculo entre la ciudadanía y el Estado se está deteriorando: “El número de soldados que se niegan a servir va a crecer. Muchos ciudadanos ya no quieren la ciudadanía israelí. Esta no es solo mi guerra ni la de 58 familias.”

En el acto participaron también exrehenes que compartieron sus testimonios. Arbel Yehoud, de 29 años, estuvo 482 días en aislamiento completo. A su lado estaban Eitan y Lucas Cunio, hermanos de David y Ariel Cunio, aún en cautiverio, y Yarden Bibas, liberado en febrero. La esposa de Bibas, Shiri, y sus dos hijos pequeños, Ariel y Kfir, murieron en manos de Hamas. Todos pertenecen al kibutz Nir Oz, uno de los blancos principales del ataque del 7 de octubre.
“Estuve allí. Sé exactamente por lo que están pasando los rehenes. Hago un llamado a la nación israelí y a su primer ministro, Benjamin Netanyahu: Trump abrió la puerta, Edan [Alexander] salió, y esa puerta debe permanecer abierta hasta que todos regresen a casa,” dijo Yehoud.