A dos semanas de su despido de Red Bull, Christian Horner ya está cerca de otra escudería: los sondeos que recibió

hace 7 horas 1
Horner fue el timonel delHorner fue el timonel del éxito de la escudería: estuvo 20 años al comando (AP Foto/Darko Bandic)

Christian Horner habría estado en contacto para un sorpresivo regreso a la Fórmula 1, a menos de dos semanas de su salida de Red Bull.

A comienzos de mes, el mundo de la F1 se vio sacudido por el anuncio repentino de que Horner había sido despedido de Red Bull. Tras 20 años al frente, el británico de 51 años fue reemplazado por Laurent Mekies, quien recibió el ascenso desde el equipo hermano Racing Bulls.

Durante su gestión, Horner lideró al equipo de Milton Keynes hacia seis campeonatos de constructores y ocho títulos mundiales de pilotos.

El actual campeón mundial y estrella de Red Bull, Max Verstappen, reaccionó ante la salida de Horner y le dedicó un mensaje en redes sociales: “Desde mi primer triunfo en una carrera, hasta cuatro campeonatos mundiales, hemos compartido éxitos increíbles. Ganamos carreras memorables y batimos incontables récords. ¡Gracias por todo, Christian!”

Desde su salida del equipo Red Bull Racing, se vinculó a Horner con escuderías como Ferrari y Alpine, de cara a la temporada 2026. No obstante, recientemente se informó que se han producido contactos entre Horner y Cadillac, que debutará como el undécimo equipo en la parrilla de Fórmula 1 la próxima temporada.

Según SportBible, Cadillac aparece como el destino “más probable” si el británico busca regresar a la categoría. Se ha señalado que “las dos partes están conversando”, aunque el equipo deberá “restructurar su operación para hacer espacio a una figura dominante como Horner”.

En diciembre de 2024, Cadillac nombró a Graeme Lowdon como líder del equipo. Lowdon había participado por última vez en la F1 en 2015 como director deportivo de Manor Marussia. Posteriormente, desempeñó un papel clave en el desarrollo de Zhou Guanyu, quien se convirtió en el primer piloto chino en obtener un asiento a tiempo completo en la F1.

La Fórmula 1 volverá este fin de semana con el Gran Premio de Bélgica, que se disputará en el Circuito de Spa-Francorchamps. Mientras tanto, en Red Bull todavía buscan acomodarse tras la salida de Horner y de otros roles estratégicos dentro de la estructura.

El despido de Christian Horner como jefe de equipo de Red Bull Racing en la Fórmula 1 provocó desazón y desconcierto entre los empleados de la escudería con sede en Milton Keynes.

La decisión, comunicada por el asesor austríaco Helmut Marko y el responsable deportivo de la empresa Oliver Mintzlaff, se concretó en una reunión privada en un hotel de Londres. Horner, de 51 años, fue convocado bajo la premisa de participar en un encuentro rutinario, pero una vez allí recibió la notificación de su despido, un hecho que lo dejó sin respuestas y fuera de la estructura que condujo al éxito en la máxima categoría del automovilismo.

La desvinculación se produjo luego de una acumulación de conflictos internos que tuvo a Horner como el apuntado: tensiones con los que muchos llamaron como el clan Verstappen (Jos, padre del piloto, el propio Marko y el neerlandés), la investigación interna por “conducta inapropiada” de la que fue absuelto, el aumento de su poder dentro de la organización y el deterioro de su relación con los propietarios luego del paso de los años.

El proceso de desvinculación se llevó a cabo tras semanas de reuniones entre los accionistas principales de Red Bull. En una videollamada previa entre Mintzlaff, Chalerm Yoovidhya, Mark Mateschitz y Helmut Marko, se dio luz verde a la salida de Horner. La recomposición accionaria tras la transferencia del 2% que poseía Yoovidhya a una sociedad suiza alteró el equilibrio de poder dentro de la empresa y eliminó la protección que el británico encontraba en la familia tailandesa fundadora.

Entre los empleados, el desconcierto marcó los días siguientes a la salida de Horner. Según un relevamiento que hizo el diario británico The Sun, una trabajadora relató cómo se vivió la llegada del nuevo jefe: “Fue solo un día después de que Christian fuera despedido y gran parte del equipo todavía estaba molesto cuando el Sr. Marko se dirigió a nosotros. Pero se limitó a bromear y decirnos que nos animáramos: ‘Tiene que sonreír más’, nos dijo”. Varios integrantes del grupo reconocieron que las palabras del austríaco no contribuyeron a calmar el ambiente, y que el clima laboral se resintió.

El reemplazo inmediato de Horner como director del equipo que ganó los últimos cuatro títulos de pilotos de la mano de Max Verstappen fue Laurent Mekies, aunque la dirección efectiva quedó en manos de Marko y Mintzlaff. Su primer discurso ante el personal resultó, según testimonios internos, “un accidente de coche”. Mintzlaff fue más allá y bromeó sobre el despido de otros altos cargos, como Oliver Hughes (director de marketing) y Paul Smith (director de comunicaciones).

Horner y Checo Pérez podríanHorner y Checo Pérez podrían volver a reunirse en Cadillac: el mexicano tendría un acuerdo cerrado con la escudería (REUTERS/Bernadett Szabo)

“Mintzlaff también dijo: ‘Si tienen algún problema, envíen un mensaje de texto a su jefe. Ah, y si ya no tienen jefe, envíenme un mensaje a mí’, y se echó a reír”, contó otro empleado sobre el tono que predominó en las primeras reuniones. Hughes y Smith también fueron apartados sin anticipación, al igual que Horner, pero escoltados fuera de las instalaciones y privados de sus dispositivos laborales, lo que dejó a cientos de trabajadores sin directivos de referencia.

Los empleados, mayoritariamente británicos y leales al ahora ex jefe, manifestaron su estupor y malestar ante el nuevo escenario. Tanto en declaraciones públicas como en conversaciones privadas, describieron un ambiente de incertidumbre y desorganización. “Fue un ataque selectivo para hacerse con el control del equipo de carreras, porque a la sede austriaca de Red Bull no le gustaba que un británico dirigiera su equipo”, afirmó uno de los allegados al ex directivo. “Pero ahora el equipo es un caos”, agregó la fuente a la que accedió el periódico británico.

Amigos cercanos a la familia Horner contaron que el propio Christian se sintió “herido y traicionado”, ya que ningún directivo antes le había anticipado la posibilidad de este desenlace. “Christian fue absuelto dos veces por el escándalo de los mensajes de texto, pero ahora está de baja y todavía no se le ha dado ninguna explicación de por qué ha perdido el trabajo que amaba”, agregaron.

Leer artículo completo