
Un tiroteo registrado la mañana del lunes 28 de julio en el exterior del Grand Sierra Resort and Casino de Reno, Nevada, dejó al menos dos personas muertas y varias más heridas, informó la Policía de Reno.
El incidente, calificado como “crítico” por las autoridades, se desarrolló cerca de las 7:25 de la mañana, hora local, en la zona de valet parking del complejo hotelero y de juegos, uno de los más grandes y emblemáticos de la región.
Según relató la jefa del Departamento de Policía de Reno, Kathryn Nance, los agentes respondieron a una llamada de emergencia reportando un tirador activo en las inmediaciones del casino.
En menos de cuatro minutos, los policías arribaron al lugar y se produjo un enfrentamiento armado con el sospechoso, un hombre adulto cuya identidad todavía no ha sido difundida. “El sospechoso fue localizado por los agentes y se produjo un intercambio de disparos. El sujeto fue detenido y trasladado a un hospital local”, detalló Nance en conferencia de prensa.
La vocera policial Chris Johnson precisó que, además de los dos fallecidos, al menos tres personas fueron hospitalizadas como consecuencia de las heridas provocadas por el tiroteo. No se dio a conocer el estado exacto de estos heridos ni si entre ellos hay empleados del casino, huéspedes u otras personas. El agresor permanece en atención médica bajo custodia policial.

La Portavoz del Renown Regional Medical Center, Caroline Ackerman, confirmó la recepción de varios heridos por arma de fuego en el área de urgencias este lunes por la mañana. Mientras tanto, un portavoz del Departamento del Sheriff del Condado de Washoe señaló que un oficial formó parte del enfrentamiento con el tirador.
Las inmediaciones del casino gigantesco, que posee casi 2.000 habitaciones y presume de tener “el piso de juegos más grande del norte de Nevada”, quedaron cercadas por un importante dispositivo de seguridad. Decenas de ambulancias y vehículos policiales bloquearon accesos y activaron operativos de evacuación.
La policía instó a los ciudadanos a evitar la zona durante varias horas. “No hay amenaza para la comunidad en este momento”, aseguró Nance ante la prensa.
El sitio albergó el pasado otoño un acto de campaña del presidente Donald Trump. La prominencia y el enorme flujo turístico del Grand Sierra Resort han colocado el caso bajo la atención nacional.
El concejal de la ciudad de Reno, Devon Reese, expresó su consternación en sus redes sociales: “Trágicamente, vidas se han perdido esta mañana en Reno en otro acto de violencia armada sin sentido. Mi corazón está con las víctimas, sus familias y toda nuestra comunidad. Reno es fuerte, pero no somos inmunes a la epidemia de violencia armada que afecta a este país. No podemos aceptar esto como algo normal. No aquí. No en ningún lado”, publicó en Facebook.

Hace un año y medio atrás, otros dos hombres fueron acusados de asesinar a una persona alojada en el mismo resort en enero de 2024. El Grand Sierra Resort, ubicado a pocos minutos del Aeropuerto Internacional de Reno-Tahoe, figura entre los edificios más altos y visitados de la ciudad.
El ataque se suma a una serie de incidentes armados en hoteles y casinos de Estados Unidos que han elevado la preocupación pública respecto a la seguridad en estos grandes recintos de ocio, a pesar de las rigurosas medidas que suelen implementar.
La tragedia más grave de este tipo ocurrió en 2017, cuando un tirador disparó desde el Mandalay Bay Resort de Las Vegas, dejando 58 muertos y cientos de heridos. A raíz de ese hecho, los operadores de hoteles y casinos han redoblado los protocolos de detección y respuesta ante emergencias.
El número total de víctimas heridas y la gravedad de sus lesiones seguía sin confirmarse de manera oficial hasta primera hora de la tarde. Las autoridades señalaron que el móvil del atacante sigue bajo investigación y que todos los recursos federales, estatales y locales están coordinados para esclarecer lo ocurrido.
“El motivo del ataque permanece indeterminado. La investigación continúa y no se descartan nuevas detenciones o revelaciones sobre los hechos”, concluyó Nance, reiterando que la prioridad es la atención a los afectados y la transparencia con la comunidad.