“Alligator Alcatraz” enfrenta posible cierre por demandas ambientales y tribales tras su inauguración

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MAMII.- El controvertido centro de detención para inmigrantes ‘Alligator Alcatraz’, inaugurado oficialmente por el presidente Donald Trump el martes en los Everglades de Florida, encara una intensa batalla legal que amenaza su operación.

Organizaciones ambientalistas y tribus nativas del área presentaron acciones judiciales para detener el proyecto, lo que pone en duda el futuro de la instalación con capacidad para 5.000 personas, aunque después se informó que solo albergaría 3.000.

El centro, ubicado en el Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier, a unos 60 kilómetros de Miami, comienza sus operaciones este miércoles 2 como parte de una estrategia para ejecutar la campaña de deportación masiva más grande en la historia de Estados Unidos.

Batalla legal

Sin embargo, una feroz oposición legal busca frenar el proyecto de 450 millones de dólares anuales. Grupos como Amigos de los Everglades y el Centro para la Diversidad Biológica presentaron una demanda federal que alega la violación de múltiples leyes.

Según los demandantes, el proyecto no tuvo la rigurosa revisión ambiental que exige la Ley Nacional de Política Ambiental y que amenaza a especies protegidas como la pantera de Florida, bajo la Ley de Especies en Peligro.

Eve Samples, directora ejecutiva de Amigos de los Everglades, subrayó que "más del 96% del sitio está compuesto por humedales" y es "hábitat de la pantera de Florida".

Por su parte, Elise Bennett, del Centro para la Diversidad Biológica, advirtió que "este enorme centro de detención arruinará uno de los ecosistemas más emblemáticos del mundo".

Entretanto, Tania Galloni, abogada de Earthjustice, criticó que el plan desafía el sentido común, pues pone a una masa de personas y desarrollo en uno de los humedales más significativos del planeta.

La oposición también proviene de las tribus Miccosukee y Seminole. Talbert Cypress, presidente del Consejo de Negocios Miccosukee, denunció que el centro representa una invasión a tierras sagradas que contienen cementerios tribales.

Cypress reveló que "algunas aldeas tribales están ubicadas a 900 pies de la entrada de la instalación", rodeada por la Reserva Nacional Big Cypress, donde su tribu ha vivido durante siglos.

Las preocupaciones humanitarias también motivaron protestas en la carretera Tamiami Trail. Cientos de manifestantes, con pancartas que decían "No Alligator Alcatraz", expresaron su temor por las condiciones de los detenidos.

Un activista cuestionó cómo pueden meter a 5.000 personas en tiendas de campaña en medio de un pantano durante la temporada de huracanes.

Trump en Alligator Alcatraz Miami Dade AFP

El presidente Donald Trump visita las instalaciones del centro de detención de inmigrantes

El presidente Donald Trump visita las instalaciones del centro de detención de inmigrantes "Alligator Alcatraz" en los Everglades.

AFP

Defensa

En respuesta a la moción que busca una orden de restricción, el estado de Florida presentó un documento de 22 páginas.

Los abogados del gobierno estatal argumentan que los grupos ambientalistas no demostraron el "daño irreparable" del proyecto.

El gobernador Ron DeSantis insistió en que la instalación es temporal, se construye sobre una infraestructura existente, no requiere sistemas de alcantarillado y tendrá "efectos mínimos en el medio ambiente".

Inauguración

Durante la ceremonia de apertura, el presidente Trump afirmó que el lugar priorizará la detención de "algunos de los migrantes más amenazantes" y describió su ubicación como un entorno rodeado por "kilómetros de pantano".

El gobernador DeSantis defendió el proyecto como un modelo para el país y una herramienta crucial para las deportaciones. Los partidarios de la instalación argumentan que su ubicación en los Everglades ofrece una seguridad natural.

El fiscal general de Florida, James Uthmeier, quien ideó el concepto, sostiene que "no es necesario invertir tanto en el perímetro porque si la gente se escapa, no les espera mucho más que caimanes y pitones".

Además, DeSantis explicó que miembros de la Guardia Nacional de Florida actuarán como jueces de inmigración para que los migrantes tengan audiencias en 48 horas.

A pesar de la controversia, el gobierno de DeSantis ya anunció planes para un segundo centro de detención en Camp Blanding.

Mientras tanto, el futuro de ‘Alligator Alcatraz’ permanece en manos de los tribunales federales, en un conflicto que enfrenta las políticas migratorias con la protección de uno de los ecosistemas más frágiles de Estados Unidos.

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