A todos les ha pasado: de pronto el internet se vuelve lento sin razón aparente. Pero muchas veces el problema no está en el proveedor ni en los dispositivos, sino en los vecinos o extraños que lograron conectarse a la red. Aunque tengas una contraseña fuerte, no siempre es suficiente para evitar que alguien se robe la señal.
Una forma efectiva de proteger tu red es ocultar el nombre de la señal, también conocido como SSID (Service Set Identifier). Al hacerlo, la red desaparece de la lista que aparece cuando alguien busca conexiones disponibles en su celular o computadora.
Es decir, si no saben que existe, no podrán conectarse, ni siquiera si tienen la contraseña.
Ocultar el SSID no elimina ni desactiva la red: solo la vuelve invisible. Esto añade una capa extra de seguridad que impide que desconocidos se conecten a tu internet sin autorización.
Cómo ocultar tu red WiFi: paso a paso
Este truco no requiere conocimientos técnicos ni aplicaciones externas. Solo necesitas un navegador web y estar conectado a tu red. Sigue estos pasos:
- Abre tu navegador en un dispositivo conectado a tu WiFi
- Escribe en la barra de direcciones: 192.168.0.1 o 192.168.1.1 (dependiendo de tu router)
- Inicia sesión con el usuario y la contraseña del router
- Busca la opción relacionada con el SSID o “nombre de red” en la sección de configuración inalámbrica
- Desactiva la opción que dice “Transmitir SSID” o “Mostrar red”
- Guarda los cambios
Una vez que lo hagas, tu red dejará de aparecer en la lista de conexiones disponibles. Es necesario que le adviertas sobre esta protección a las personas que sí permitas que usen tu WiFi, como algún amigo que te visite o un familiar que viene a compartir los fines de semana.
El engorroso proceso para que otros puedan conectarse a tu WiFi
Aunque ocultes tu red, seguirás pudiendo conectarte desde tus dispositivos. Lo único que cambiará es que deberás ingresar los datos de forma manual:
- Nombre exacto de la red (SSID)
- Tipo de seguridad (como WPA2)
- Contraseña
Esto hace que tu WiFi sea prácticamente invisible para cualquier persona que no conozca todos esos datos. Es un método útil y fácil de aplicar para mejorar la seguridad y asegurarte de que nadie más esté aprovechando tu conexión.
Ocultar tu red es una buena defensa, pero no debe ser la única. Asegúrate de tener una contraseña segura: evita fechas de cumpleaños, secuencias obvias o datos personales. Usa una combinación de letras, números y símbolos para mayor protección.