
Un equipo de investigación localizó los restos de un barco del siglo XIX (1880) durante un reciente sondeo en el río Fox, en la ciudad de Oshkosh, estado de Wisconsin, según informaron la Wisconsin Historical Society y la Wisconsin Underwater Archaeology Association. La búsqueda, realizada en la primavera de este año, empleó tecnología de sonar de alta resolución con el objetivo de cartografiar posibles sitios culturales sumergidos en un tramo de 4 a 5 millas del cauce. El hallazgo principal consistió en los restos parcialmente enterrados de un navío a unos 25-30 pies (7,6-9,1 metros) de profundidad.
Durante esta operación, el sonar generó una imagen en tres dimensiones del fondo fluvial. Entre los múltiples objetos detectados, incluidos grandes árboles, rocas y fragmentos de puentes caídos, la imagen reveló la silueta de un casco de madera de alrededor de 27 metros de largo y 7 metros de ancho, que hasta ahora no había sido identificado en los distintos registros de la zona. Los expertos indicaron que el tamaño y la disposición de la estructura permiten atribuirla, con elevada probabilidad, al L.W. Crane, una embarcación de vapor propulsada por ruedas laterales, fabricada en Berlín, Wisconsin, en 1865.
El barco L.W. Crane inició operaciones transportando pasajeros y carga entre Green Bay y Oconto, además de desempeñarse en labores de limpieza en el río Wisconsin tras su venta en 1875, como consigna un registro oficial de la Wisconsin Historical Society. El vapor se incendió y se hundió en la ribera opuesta de su ubicación actual, en el muelle del St. Paul Railroad, durante el año 1880. Las circunstancias exactas que provocaron el incendio y la identidad de los posibles ocupantes al momento del siniestro no fueron especificadas en los informes difundidos por la institución.

La localización del L.W. Crane se produjo de manera fortuita. El equipo de la Wisconsin Historical Society, en colaboración con la Wisconsin Underwater Archaeology Association, centraba su atención en otras embarcaciones como el vapor de ruedas que naufragó en 1870, conocido como “Berlín City”, así como en un navío ya identificado y relevado en 2016. Sin embargo, la avanzada tecnología de sonar permitió identificar una estructura náutica previamente desconocida, hecho que fue descrito por la sociedad histórica como “la emoción de la arqueología, cuando se encuentra algo nuevo e inesperado”.
La operación contó con la participación de expertos en arqueología subacuática, entre ellos Brendon Baillod, presidente de la Wisconsin Underwater Archaeology Association, quien expresó la utilidad del sistema de sonar utilizado: “Realmente, es un equipo muy bueno. Teníamos muchas ganas de emplearlo, así que, de hecho, cubrimos toda la sección fluvial. Fueron cinco millas de relevamiento”, explicó Baillod a medios locales.
El dispositivo permitió revisar en detalle toda la sección del río Fox cerca de Oshkosh, tarea que, conforme reconocen los arqueólogos, está obstaculizada por la abundancia de residuos y escombros en el fondo fluvial, complicando la identificación y recuperación de los restos. En la misma jornada de exploración, el grupo relevó tres pecios importantes: el del L.W. Crane, el del Menasha (embarcación de 50 metros de eslora que se hundió en 1861) y otra nave no identificada que podría corresponder al “Berlín City”, perdida en 1870.

La construcción del L.W. Crane ocurrió en la localidad de Berlín, al este de Wisconsin, detallan los registros históricos. Con cerca de 30 metros de eslora, la nave operaba como vapor de ruedas laterales, propulsado por calderas de vapor, y transportaba carga y pasajeros a lo largo de las rutas fluviales conectando Green Bay y Oconto. En 1875, el buque fue adquirido por nuevos propietarios y fue destinado a la limpieza y dragado del río Wisconsin, una actividad frecuente entre las flotas de ese periodo para mantener la navegabilidad de los cauces ante la intensa actividad comercial y migratoria de la región.
Según Kevin Cullen, director ejecutivo del Wisconsin Maritime Museum, existieron diversos barcos de proporciones similares transitando por el río Fox y sus esclusas, en una dinámica comercial que, siguiendo sus palabras, se compara con lo que serían los almacenes logísticos contemporáneos: “era como los almacenes de Amazon de hoy”. Los movimientos de estas naves estuvieron asociados al flujo de inmigrantes y al abastecimiento de insumos para la consolidación de ciudades como Oshkosh, Neenah, Menasha, Appleton y Green Bay.