Asesinato de Miguel Uribe Turbay, retroceso a la violencia política que Petro busca consolidar

hace 6 días 9

BOGOTÁ.- El fallecimiento del precandidato presidencial de Colombia, Miguel Uribe Turbay, uno de los políticos jóvenes más prometedores de los partidos democráticos, es una clara señal de alarma máxima para Colombia, que busca callar a todo aquel que piense distinto a Gustavo Petro, afirma la periodista Sofy Casas.

Casas, columnista de la revista Semana analizó con rigor periodístico para DIARIO LAS AMÉRICAS donde colabora, el impacto de la muerte del senador Uribe Turbay el 11 de agosto en la madrugada, luego una batalla médica por su vida durante los dos meses y cuatro días del atentado en su contra, en un acto político en Bogotá.

Uribe Turbay, de 39 años de edad, era precandidato por el partido Centro Democrático para las elecciones presidenciales de mayo de 2026, con gran aceptación entre los colombianos por su firme cuestionamiento a las políticas de Petro, cuando ocurrió su atentado.

Su deceso, al no poder superar las graves heridas, abre una nueva etapa de violencia política en Colombia y apunta a los riesgos de los dirigentes democráticos colombianos, en medio de la crisis, según Casas.

Retroceso a la violencia política

“El asesinato de Miguel Uribe es una señal de alarma máxima para Colombia, no hablamos de un hecho de violencia común, sino de un magnicidio que lleva el sello del poder y la intención de callar a quien piensa distinto, ese es el problema. Y esto no es solamente en contra de Miguel, esto es un mensaje directo a todos los que se atreven a cuestionar el régimen que Petro está consolidando en Colombia”, afirma.

“Es el mismo libreto de Venezuela y Cuba”, subraya.

Casas advierte que el crimen, el octavo ocurrido desde 1914 con el asesinato del liberal Rafael Uribe Uribe, de 54 años de edad, es un deja vú, un retroceso a la violencia política contra aspirantes a la presidencia. Menciona entre ellos el atentado contra Álvaro Gómez en 1995, y que las FARC-EP se atribuyó.

“Él fue quien destapó el financiamiento de la elección presidencial de Ernesto Samper con dinero del narcotráfico. Nos han regresado a la época violenta del país que ya habíamos superado”.

Muerte de Miguel Uribe Turbay

Para Casas, la conmoción por el fallecimiento del joven senador “es muy fuerte porque tenía un futuro muy prometedor y decía las cosas como son en contra de las políticas del gobierno de Petro”.

Recuerda su ascendente carrera política que comenzó muy joven en la Alcaldía de Bogotá, una herencia familiar. Su abuelo Julio César Turbay fue presidente de Colombia (1978-1982) quien enfrentó a la guerrilla del M19 a la cual perteneció Petro. “De allí viene el odio de Petro contra los Turbay”, acota. Su madre Diana Turbay, activa periodista y secretaria privada de su padre durante su gobierno, fue asesinada en enero de 1991 por el narcoterrorismo.

“Miguel venía preparándose para esta nueva etapa de su vida”, indica, pero no consiguió la protección por parte del Estado colombiano a cargo de Petro.“ Se convirtió en un blanco muy fácil para ellos. Según denuncias, intentaron más de tres veces asesinar a Miguel y por ello solicitó más de 22 veces por correo electrónico a la Unidad Nacional de Protección aumentar la custodia, porque se sabía en riesgo y se lo negaron la misma cantidad de veces. El Estado le negó protección a Miguel Uribe”, asegura.

Cita el acto político durante un carnaval en Barranquilla, donde “lo dejaron solo y testigos señalan que ese día iban a atentar contra su vida y Miguel no tenía protección”. “El gobierno de Petro tenía a Miguel catalogado como de baja categoría para su perfil, que requería de una protección grande por lo que él significaba para el país y por la historia de su familia”.

Dudosa justicia en Colombia

Mientras el país se encuentra conmocionado por la muerte de Miguel Uribe Turbay, el sistema de justicia no se muestra confiable, dice Casas.

"Esto un crimen político, un magnicidio. La fiscalía colombiana está en manos de una fiscal de bolsillo que fue ternada por Petro y que no ha dado resultado sobre la planificación del asesinato de Miguel Uribe”, expresa.

Se basa en hechos. Aunque el autor material del asesinato, un adolescente que está detenido, aceptó los cargos de “tentativa de homicidio agravado”, la justicia no muestra celeridad en las detenciones de al menos 10 personas incriminadas en la planificación y ejecución del atentado, según la investigación fiscal. Entre ellas, Elder Arteaga Hernández, alias "El Costeño", señalado como autor intelectual del ataque y vinculado a disidencias de las FARC.

Pero detrás de la muerte del senador Uribe Turbay hay mucho más. “Hay organizaciones criminales alrededor que no solo son las FARC o el ELN. Está el escándalo que aún Petro no responde. Cuando viajó a Ecuador sin autorización del Congreso para la toma de posesión de Daniel Noboa se desvió hacia Manta para reunirse con la cúpula del correísmo, extrema izquierda del país y con alias Fito que supuestamente está involucrado en la orden de asesinar a Miguel, según los reportes de Ecuador”.

Esto sucedió dos semanas antes del atentado contra Miguel Uribe y la justicia, dice, no le exige a Petro responder por esos hechos.

“Uno ve la justicia ordinaria tan infiltrada y con lo que sucedió con la condena del expresidente Álvaro Uribe Vélez con una jueza que está absolutamente politizada y ¿qué confianza puede tener uno en esa institución?

Colombia está en un riesgo muy grande, según Casas. “Petro ya prendió los motores y avanza a pasos agigantados hacia 2026”, dice al recordar que en marzo son las legislativas y en mayo la presidenciales. “Están buscando la desestabilización del país para justificar una conmoción interior y evitar los comicios de 2026. Los partidos políticos deben tomar esto con cautela pero no deben parar”.

FUENTE: Entrevista a Sofy Casas, periodista y columnista de Semana y de DLA

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