En las imágenes obtenidas se observa cómo dos embarcaciones de gran porte —un destructor de la Armada china identificado como PLAN 164 y un buque de la guardia costera CCG 3104— se aproximan a gran velocidad sobre aguas abiertas.
Ambas maniobran a escasa distancia, ejecutando movimientos que aparentan ser de bloqueo o intercepción. Cada nave parece anticipar la reacción de la otra, en una secuencia de riesgo que se desarrolla en cuestión de segundos.

En un momento clave del video, la proa del CCG 3104 impacta directamente contra el costado del destructor. El choque es seco y contundente, generando un movimiento brusco en ambas estructuras. La fuerza del golpe deja al descubierto el daño: el casco delantero del buque de la guardia costera muestra deformaciones visibles, con un frente que cede notablemente tras la colisión.
Aunque no se aprecia si hubo comunicación previa entre las tripulaciones, el registro visual deja en claro que ambas unidades navegaban en un curso extremadamente cercano, intentando imponerse en una aparente operación de bloqueo que culmina con un impacto frontal.
Un buque de la Guardia Costera de China colisionó con un navío de guerra de su propia Armada mientras perseguía a una patrullera filipina en aguas disputadas del mar Meridional, según informó el lunes la Guardia Costera de Filipinas.
“El CCG 3104, que perseguía al BRP Suluan a alta velocidad, efectuó una maniobra riesgosa que provocó la colisión con un buque naval chino”, declaró el portavoz de la Guardia Costera filipina, Jay Tarriela. Según detalló, el impacto provocó “daños sustanciales al castillo de proa” del barco chino, dejándolo “no apto para navegar”. Tarriela añadió que la tripulación no respondió a la oferta de ayuda de la embarcación filipina.
El portavoz compartió el video del momento del choque en la red social X y afirmó que la difusión busca contrarrestar versiones de Beijing que, según Manila, alteran los hechos. “Siempre culpan a otros en lugar de a sí mismos”, dijo en una rueda de prensa virtual.
De acuerdo con la Guardia Costera filipina, sus unidades se encontraban en la zona en la madrugada del lunes para asistir a unos 35 barcos pesqueros locales. Durante la misión, acusaron a las embarcaciones chinas de realizar “maniobras peligrosas y acciones de bloqueo”, así como de utilizar cañones de agua contra los guardacostas del archipiélago.

El Departamento de Defensa Nacional de Filipinas emitió un comunicado en el que expresó su apoyo a la Guardia Costera y condenó “el comportamiento atroz e insensato” atribuido a las fuerzas marítimas del régimen chino.
El arrecife de Scarborough, donde tuvo lugar el incidente, es uno de los puntos más conflictivos en el mar Meridional. Beijing ejerce control de facto desde 2012, pese a que el Tribunal Permanente de Arbitraje dictaminó en 2016 que sus reclamaciones sobre casi toda la zona carecen de fundamento legal. Esta vía marítima es estratégica: por ella circula alrededor del30 % del comercio global, contiene el 12 % de los caladeros mundiales y se estima que posee reservas significativas de petróleo y gas.