Un dron sobrevoló las ruinas de un edificio residencial en el sur de Israel y registró con precisión el saldo de uno de los ataques más mortíferos perpetrados por Irán desde el inicio del conflicto. Las imágenes muestran un panorama devastador: techos colapsados, escombros esparcidos y equipos de rescate trabajando contra el tiempo para encontrar sobrevivientes entre el concreto.
El misil balístico impactó poco antes del amanecer en un complejo habitacional de Beersheba, ciudad de más de 600.000 habitantes en el desierto del Néguev. La explosión dejó al menos cuatro muertos e importantes daños materiales en viviendas aledañas, confirmaron las autoridades israelíes. Ocurrió apenas horas antes de la entrada en vigor de un alto el fuego anunciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el lunes por la noche.

La grabación aérea revela la magnitud de la destrucción: desde lo alto se observa la estructura del edificio reducido a una masa de concreto fracturado, con columnas colapsadas y ventanales hechos trizas. En el suelo, brigadas de emergencia inspeccionan el terreno, guiados por drones y sensores térmicos. La escena es un testimonio gráfico del ataque que puso en duda la frágil tregua entre Israel e Irán.
Victoria Shifrin, residente del segundo piso del edificio impactado, relató a Channel 12 que logró sobrevivir al refugiarse con su familia en la habitación blindada de su departamento. “Escuchamos una explosión inmensa y la puerta de la habitación se vino abajo”, contó. “Salí con lo puesto, temblando. Tuvimos que bajar por una escalera destruida, fue aterrador”.

El bombardeo se produjo pocas horas después del anuncio de una tregua entre los dos países. Sin embargo, la incertidumbre sobre su cumplimiento se intensificó tras la declaración del ministro de Defensa israelí, Israel Katz, quien ordenó una nueva ofensiva contra objetivos en Teherán, alegando que el ataque violaba el cese al fuego. Irán, por su parte, negó haber lanzado misiles en ese lapso. El periódico Nour News, cercano al Consejo de Seguridad Nacional iraní, publicó que no se habían registrado disparos recientes hacia Israel.
La tensión no es nueva. Desde el 13 de junio, cuando Israel inició una campaña militar contra instalaciones nucleares iraníes, el conflicto se intensificó con una lluvia cruzada de proyectiles: más de 500 misiles balísticos y 1.000 drones disparados por Irán, según el gobierno israelí, mientras que los bombardeos israelíes han provocado cientos de muertos, de acuerdo con cifras difundidas por Teherán.

El misil que destruyó el edificio en Beersheba fue uno de al menos 20 lanzados en las horas previas y posteriores al anuncio del alto el fuego. Las autoridades locales consideran este bombardeo como uno de los más mortales perpetrados por Irán desde el inicio del conflicto. Imágenes transmitidas por la televisión israelí mostraron cómo la explosión también afectó casas vecinas y dejó a decenas de familias sin hogar.
Días antes, otro proyectil impactó un edificio dentro de un complejo hospitalario de la ciudad. En ese caso, no hubo muertos, ya que la mayoría de los pacientes y el personal habían sido evacuados previamente. Sin embargo, los daños estructurales fueron severos.

Israel acusa a Irán de apuntar deliberadamente contra zonas residenciales, mientras que Irán ha denunciado que Israel ha golpeado objetivos civiles en su territorio. Las víctimas del martes se suman a un saldo que ya incluye 28 muertos en Israel desde el inicio de la guerra.
La continuidad del alto el fuego permanece en duda. El acuerdo, promovido por Trump tras días de intensas negociaciones, buscaba frenar una escalada regional que ya había causado desplazamientos masivos en Irán y elevado la alarma en toda la región. Pero el ataque en Beersheba y las represalias inmediatas de Israel podrían poner en riesgo cualquier tentativa de distensión.

(Con información de Reuters)