
Al menos una persona ha muerto y varias más han resultado heridas luego de que un tornado de categoría EF-2 azotara el condado de Washington, en Kentucky, durante la mañana del viernes. Los daños son descritos como “devastadores” por las autoridades locales, que continúan evaluando el impacto del fenómeno mientras el estado permanece bajo amenaza de nuevas tormentas.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) confirmó que el tornado alcanzó velocidades de hasta 115 millas por hora (185,07 kilómetros por hora) y dejó un rastro de destrucción en un área remota del condado. La intensidad del evento tomó por sorpresa a los residentes y autoridades. El gobernador del estado, Andy Beshear, reconoció en redes sociales que “el nivel de clima severo fue inesperado” y llamó a la población de la región este y sureste a mantenerse alerta ante posibles tormentas adicionales.
“Esto ocurrió en una zona remota del condado, así que fue un área pequeña la que recibió el impacto, pero fue devastador”, afirmó el juez ejecutivo del condado, Tim Graves, durante una conferencia de prensa citada por ABC News.

El saldo preliminar proporcionado por las autoridades locales incluye al menos siete personas heridas, de las cuales cuatro pertenecen a una misma familia que se encontraba dentro de su vivienda en el momento del tornado. No se han dado detalles oficiales sobre el estado de salud de los afectados.
Además, Kevin Devine, de la Oficina de Manejo de Emergencias del condado de Washington, confirmó que se recibieron llamadas de auxilio desde poco después de las 7 de la mañana, cuando el fenómeno comenzó a tocar tierra. Entre las primeras alertas se reportó la desaparición de tres personas, incluyendo un niño de tres años. Horas más tarde, Devine aclaró que los tres habían sido localizados: el menor fue trasladado a un hospital local y las otras dos personas buscaron atención médica por sus propios medios.
Varias viviendas sufrieron daños estructurales, aunque aún se desconocen cifras precisas. Las autoridades locales se encuentran realizando evaluaciones para determinar el número de edificaciones afectadas y la magnitud de la destrucción.

Uno de los puntos críticos revelados por el paso del tornado es la ausencia de sirenas de alerta en el área afectada. Kevin Devine explicó que no existe un sistema de alarmas sonoras en esa parte del condado, lo que dificultó advertir a la población con tiempo suficiente.
“Las alertas de emergencia sí fueron enviadas a los teléfonos celulares”, detalló Devine, citado por ABC News, subrayando que fue esa la única vía para informar a los residentes sobre la inminente amenaza.
Este vacío en la infraestructura de alerta ha abierto interrogantes sobre los mecanismos de prevención en zonas rurales o menos densamente pobladas, donde la llegada de tormentas severas puede tomar por sorpresa a comunidades enteras.

Aunque los mayores daños se han concentrado en Washington County, el Servicio Meteorológico Nacional no descarta que el mismo tornado haya seguido su curso hacia el condado vecino de Mercer y otras partes del centro de Kentucky. Los equipos del NWS siguen trabajando en el terreno para completar el estudio de daños y trazar la ruta exacta del fenómeno.
Según la estimación preliminar, se trató de un tornado EF-2, una categoría que implica vientos entre 111 y 135 mph. Este tipo de eventos pueden arrancar techos, derribar árboles grandes y volcar vehículos.
La destrucción en las áreas más afectadas fue tal que las autoridades aún no han podido contabilizar de forma completa los daños. Mientras tanto, los equipos de emergencia y búsqueda continúan desplegados, especialmente en los sectores más alejados y de difícil acceso.

La situación meteorológica en la región continúa siendo inestable. De acuerdo con el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional citado por ABC News, se mantienen activas diversas alertas en el sureste del país.
Una vigilancia de tornado se emitió para partes de Carolina del Norte, Virginia y Virginia Occidental hasta las 8 p.m. del viernes. También se estableció una vigilancia de tormenta severa desde el centro-este de Alabama hasta el sur de Carolina del Norte, con riesgos potenciales de vientos destructivos, granizo de gran tamaño y formación de nuevos tornados.

Ante este panorama, el gobernador Beshear advirtió a los ciudadanos del este y sureste de Kentucky a permanecer atentos a los avisos oficiales y buscar resguardo si fuera necesario.
Mientras tanto, las imágenes de árboles arrancados de raíz, techos colapsados, escombros esparcidos por los caminos rurales y viviendas reducidas a estructuras incompletas se han viralizado en redes sociales y medios locales, mostrando la crudeza de una mañana marcada por el caos en el sur del país.