
Ozzy Osbourne será despedido en su ciudad natal de Birmingham con un cortejo fúnebre público que recorrerá lugares emblemáticos de su legado musical, antes de un funeral privado organizado por su familia. La ceremonia está pensada como una celebración de vida, tal como el legendario vocalista de Black Sabbath habría deseado.
Osbourne, pionero del heavy metal y símbolo indiscutible de la cultura rock, murió el 22 de julio a los 76 años, rodeado por su familia en su hogar de Buckinghamshire.
Su deceso ocurrió apenas 17 días después de un último y emotivo concierto en Villa Park, donde compartió escenario con los miembros fundadores de Black Sabbath, así como con Metallica, Guns N’ Roses y Tom Morello.
Según los medios locales, el evento recaudó más de un millón de libras para organizaciones benéficas relacionadas con causas infantiles y el tratamiento del Parkinson, enfermedad que Osbourne había hecho pública en 2020.
El cortejo fúnebre se realizará el miércoles 30 de julio a la 1:00 p.m. (hora local) y recorrerá Broad Street, hasta llegar al Black Sabbath Bridge y la banca conmemorativa que honra al grupo. Estos lugares se han convertido en puntos de peregrinación para los fans desde la muerte del músico, con miles de mensajes, flores y velas dejadas en tributo.
El evento contará con la participación de la banda local Bostin Brass, que acompañará el recorrido con una presentación en vivo. De acuerdo con The Guardian, se espera también la presencia de “miembros de Black Sabbath y el músico Yungblud”.
La familia Osbourne, incluyendo a Sharon, Jack y Kelly, seguirá el cortejo antes del funeral privado, cuyos detalles no han sido revelados. Según el mismo medio, los Osbourne han financiado todos los costos del evento.
Además, el Birmingham Museum and Art Gallery mantiene abierta una exposición homenaje titulada Ozzy Osbourne (1948–2025): Working Class Hero, junto con un libro de condolencias para el público.
A pesar de su imagen de ícono oscuro, Osbourne quería que su despedida fuera alegre. En 2011, dijo a The Times que lo único que le importaba sobre su funeral era que fuera una celebración: “No me importa qué música pongan. Pero quiero asegurarme de que sea una celebración, no un festival de lamentos”.
Su familia ha decidido respetar ese deseo. Según PEOPLE, una fuente cercana afirmó: “Están planeando un funeral pequeño y privado que será una celebración de su vida”.
La misma fuente añadió que Sharon, de 72 años, y sus hijos Aimee (41), Jack (39) y Kelly (40) están profundamente conmovidos por las muestras de afecto de los fans.

“Están muy agradecidos por el tiempo especial en familia que pasaron juntos antes de que Ozzy muriera […] y por todo el amor y apoyo que han recibido desde todos los rincones del mundo”.
En sus últimos años, Osbourne lidió con múltiples problemas de salud. En 2003 sufrió un accidente de cuatrimoto que le provocó lesiones en el cuello y, en 2019, una caída agravó su estado. Ese mismo año fue diagnosticado con Parkinson, enfermedad que hizo pública en 2020.
A pesar de estas dificultades, el artista se mantuvo activo hasta el final. Su último álbum, Patient Number 9, se lanzó en 2022 y ganó el Grammy a Mejor Álbum de Rock.
Su presentación final en Villa Park fue vista como un acto de enorme resiliencia y fuerza emocional. Desde el escenario, sentado en un trono coronado con un murciélago, dijo conmovido: “No tienen idea de cómo me siento. Gracias desde el fondo de mi corazón”.