
Las autoridades encontraron tres casquillos sin disparar en la recámara del fusil presuntamente utilizado por Tyler Robinson, el joven acusado de asesinar al activista conservador Charlie Kirk. Lo inusual no fue solo el hallazgo del arma, un rifle de cerrojo Mauser modelo 98 con mira telescópica, sino los mensajes inscritos en los laterales de las balas.
Uno de ellos llevaba grabado: “¡Oye, fascista! Agárrame!”, acompañado de una flecha hacia arriba, una hacia la derecha y tres hacia abajo. Otro incluía la frase “Oh bella ciao, bella ciao, bella ciao ciao ciao”, referencia directa a la conocida canción antifascista italiana, explicó el gobernador de Utah, Spencer Cox, en conferencia de prensa. Un tercero contenía un mensaje burlesco: “Si lees esto, eres gay, jajaja”, utilizando el acrónimo de “me muero de risa” (LoL, en inglés).
Incluso el casquillo disparado llevaba inscrito: “Se da cuenta, se abulta, OWO, ¿qué es esto?”, una expresión tomada del argot sexualizado de internet.
El lema “Bella Ciao” ha sido adoptado por la izquierda global como símbolo antifascista. La canción se popularizó tras la Segunda Guerra Mundial, cuando fue interpretada por partisanos italianos y posteriormente difundida por artistas como Yves Montand en los años sesenta, según explicó New York Post.
Hoy sigue siendo entonada en las conmemoraciones del Día de la Liberación en Italia, que recuerda la caída del régimen fascista de Benito Mussolini, y también en protestas de corte progresista. En mayo de 2023, fue cantada por sindicalistas que desafiaban a la primera ministra conservadora Giorgia Meloni.

Según un amigo de la familia, Tyler Robinson, ex estudiante de 22 años de la Universidad del Valle de Utah, se había vuelto cada vez más político en los últimos años.
El amigo que compartió una cena con Robinson días antes del ataque declaró a las autoridades que el joven estaba furioso por la inminente visita de Kirk al campus. Según su testimonio, Robinson lanzó duras críticas contra el activista conservador, al que describió como “lleno de odio”.
“El sospechoso continuó diciendo que ‘no le gustaba [Kirk] ni los puntos de vista que tenía’”, explicó el gobernador de Utah, Spencer Cox, en conferencia de prensa, al dar a conocer el recuerdo de este testigo.
De acuerdo con ese mismo relato, Robinson insistió en que “Kirk estaba lleno de odio y lo difundía”, una declaración que dejó preocupados a los presentes por el nivel de hostilidad que mostraba.

La cacería humana que se extendió por más de 33 horas concluyó cuando Robinson fue entregado por su propio padre. De acuerdo con fuentes policiales, al principio el joven dijo que prefería suicidarse antes que entregarse. Sin embargo, tras la intervención de un ministro religioso amigo de la familia —que también es oficial del grupo de trabajo del Servicio de Alguaciles de EEUU—, Robinson aceptó hablar con el FBI, que finalmente lo detuvo.
“Lo tenemos”, anunció Cox al abrir la conferencia del viernes, acompañado por el director del FBI, Kash Patel, quien cerró con un homenaje a Kirk: “Nos vemos en el Valhalla”.

Las imágenes que su madre había compartido en redes sociales mostraban a una familia aparentemente común y unida, con recuerdos en parques temáticos, exposiciones de armas y eventos deportivos. Robinson no tenía antecedentes penales registrados, aunque las autoridades reconstruyen sus últimos días a partir de mensajes en la red social Discord y testimonios de conocidos.
Su compañero de cuarto reveló que, tras el tiroteo, Robinson le envió mensajes describiendo dónde había dejado un rifle envuelto en una toalla en un bosque cercano al campus, además de detalles sobre el cambio de ropa tras la huida.