El Feng Shui es un sistema ancestral chino que estudia cómo la distribución de los espacios, y los objetos que los habitan, influye en nuestra armonía personal. Su premisa básica es sencilla: cuando la energía vital, o chi, fluye sin obstáculos, se favorecen el bienestar emocional, la salud y la prosperidad.
Dentro de la vivienda, el living se convierte en un punto neurálgico: allí convergen visitas, conversaciones y actividades diarias que pueden cargar el ambiente de distintas vibraciones. Si no se canalizan correctamente, esas vibraciones pueden “estancarse” y generar sensación de agotamiento o tensión. Por ello, pequeñas intervenciones decorativas, más allá de lo puramente estético, pueden marcar una enorme diferencia en nuestra percepción de calma y alegría cotidiana.
Tres aliados decorativos para cultivar serenidad y buenas vibraciones
1. Fundas de almohadón renovadas
Las texturas suaves y los colores cálidos (cremas, verdes salvia o tonos tierra) no solo refrescan la vista: al cambiar periódicamente las fundas se “mueve” el chi, promoviendo sensaciones de confort. Además, ese pequeño gesto activa el circuito cerebral relacionado con el placer y el apego, asociado a neurotransmisores como la oxitocina. El resultado es un ambiente más acogedor, propicio para la relajación y la conexión familiar.

2. Cortinas ligeras que filtren la luz natural
El Feng Shui valora la iluminación solar como fuente de vitalidad. Sustituir telas pesadas por visillos translúcidos permite que la claridad se expanda por el living, favoreciendo la síntesis de vitamina D y la liberación de dopamina, hormona vinculada al ánimo positivo. Como beneficio extra, la luz suave realza la paleta cromática del mobiliario y aporta sensación de amplitud.
3. Reordenar el mobiliario cada cierto tiempo
Aunque no es un objeto en sí mismo, la disposición de los muebles actúa como “pieza móvil” que dinamiza la energía. Cambiar la orientación del sofá para crear un punto focal nuevo o liberar pasillos mejora la circulación física y simbólica. Este reacomodo periódicamente impide que las ideas, y las emociones, queden ancladas, invitando a la mente a percibir el espacio con frescura y favoreciendo la creatividad.
Incorporar estos tres recursos es un modo sencillo de alinear el living con los principios del Feng Shui. Con almohadones que inspiran sosiego, cortinas que bañan de luz el ambiente y una distribución que fluye, la paz y la felicidad encontrarán un camino abierto para instalarse en el hogar.
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