
La canela, un ingrediente básico en la repostería y los remedios caseros, se ha convertido en tendencia en redes sociales como supuesto fungicida natural para plantas. Diversos videos virales y consejos familiares sugieren espolvorearla sobre hojas y tierra para evitar hongos y moho.
Sin embargo, un análisis publicado por Real Simple advierte que esta práctica, aunque popular y aparentemente inofensiva, no garantiza eficacia ni seguridad para el cuidado de las plantas.
La fama de la canela como remedio contra hongos proviene de su composición. Justin Hancock, horticultor de Costa Farms, afirmó para Real Simple: “La canela contiene compuestos químicos que pueden inhibir el crecimiento de hongos, pero el simple hecho de tener estos compuestos químicos no significa necesariamente que la canela vaya a funcionar como un fungicida adecuado”.

El fácil acceso y el deseo de soluciones naturales han impulsado este recurso en la jardinería doméstica. Plataformas como TikTok y la transmisión oral recomiendan la aplicación de canela para combatir el moho, pero la solidez científica detrás de este consejo sigue siendo débil.
La falta de estandarización descrita limita la aplicación eficaz de la canela. Hancock subrayó lo siguiente: “El hecho de que la canela contenga estos compuestos no significa necesariamente que contenga la cantidad suficiente en el supermercado como para marcar la diferencia”. Incluso cuando la canela puede tener cierto efecto, no hay forma de saber si será suficiente contra todos los tipos de hongos existentes en el suelo o las hojas.

Además, cada cepa de hongo puede responder diferente a la canela. No existe garantía científica de que este remedio doméstico actúe sobre el tipo de moho particular que afecta una planta determinada. “Así que, si bien es posible que usar canela pueda marcar una pequeña diferencia, no es una solución fiable contra el moho ni los hongos”, concluyó Hancock.
Espolvorear canela puede aportar aroma en el invernadero, pero no asegura resultados en materia de salud vegetal. La variabilidad en su composición y la falta de respaldo científico sólido hacen que este remedio casero no sea recomendable como método principal para prevenir ni tratar infecciones fúngicas.
- Control de humedad: Evite el riego excesivo y asegure buen drenaje en las macetas. Regar por la mañana ayuda a que las hojas permanezcan secas durante la noche y reduce el riesgo de hongos.
- Mejor ventilación: La circulación de aire adecuada alrededor de las plantas crea un entorno hostil para moho y hongos. Poda hojas y ramas para facilitar el flujo de aire.
- Poda y limpieza: Elimine las hojas dañadas tan pronto como note signos de infección y desinfecte herramientas y macetas luego de cada uso, reduciendo la propagación de patógenos.
- Uso de fungicidas aprobados: Ante infestaciones persistentes, opte por fungicidas de cobre o alternativas orgánicas comprobadas (como el aceite de neem), siempre cumpliendo las indicaciones del fabricante y el asesoramiento profesional.

Estas buenas prácticas, respaldadas por especialistas y recogidas por Real Simple, son más efectivas y seguras que confiar en soluciones no comprobadas.
Aunque la canela posee compuestos con potencial capacidad antimicótica, la falta de estandarización y controles hace que su uso como fungicida doméstico sea inconsistente y poco confiable. Ningún lote de canela comercial puede garantizar resultados uniformes frente a hongos o moho en las plantas.
Por ello, la clave para la salud de su jardín consiste en la prevención: controle la humedad, garantice buena aireación, practique la limpieza y, si es necesario, utilice fungicidas validados por la ciencia. Así, la canela puede seguir ocupando un lugar en la cocina, pero no está indicada como principal defensa vegetal.
Recuerde: Proteger sus plantas requiere estrategias sostenidas y soluciones con aval científico, no remedios virales cuya eficacia no ha sido comprobada.