En el vertiginoso y exigente mundo de las Grandes Ligas el manager de los Mets de Nueva York, Carlos Mendoza, ha encontrado en el pilar de su familia la clave para navegar los desafíos de su nuevo rol. Más allá de las estrategias en el terreno de juego y las decisiones bajo la lupa, el verdadero secreto detrás de su liderazgo reside en el apoyo incondicional de sus hijos y su esposa.
Desde el momento en que asumió las riendas de una de las franquicias más emblemáticas de la MLB, Mendoza ha sido transparente sobre cómo la presencia de su círculo más íntimo no solo le brinda estabilidad, sino también valiosas lecciones de vida que aplica en su día a día.
“Le dije, ‘Oye, en la vida, vas a pasar por altibajos. Éste es el trabajo soñado, ¿verdad? Pero aquí estamos, lidiando con la adversidad. Eso te demuestra que al crecer, no siempre va a ser fácil'”, compartió Mendoza en una entrevista para MLB.com.

El timonel venezolano ha revelado cómo utiliza las experiencias en el béisbol para enseñar a sus hijos sobre la resiliencia. “Entonces, de alguna manera usé eso para enseñarles sobre la vida”, añadió, subrayando la profunda conexión entre su carrera y la educación de sus pequeños.
La dinámica de tener a su familia cerca, acompañándolo en esta exigente aventura, es para Mendoza una “bendición”. “Así lo vemos, como familia”, comentó el estratega venezolano.
“Incluso cuando no están aquí en el estadio, llegar a casa es diferente a si estuvieran [viviendo en otro lugar]”. Esta cercanía constante se traduce en un refugio emocional y un recordatorio diario de lo que realmente importa más allá del béisbol. La estabilidad y el cariño que encuentra en su hogar son fundamentales para afrontar la naturaleza impredecible de su profesión.
Por otro lado, Mendoza reconoce el privilegio único que sus hijos experimentan al crecer inmersos en el ambiente de las Grandes Ligas. “Es un privilegio y eso es algo que les sigo diciendo, que muy pocas personas tienen la oportunidad de crecer como lo hacen ellos en un clubhouse de Grandes Ligas”, destacó. Esta exposición no solo es una oportunidad de aprendizaje sobre el deporte, sino también sobre la disciplina, el trabajo en equipo y la perseverancia que definen la vida de un atleta profesional.
En definitiva, la importancia de su familia en este proceso es incalculable para Carlos Mendoza. “Es difícil describir cuánto significa para mí”, culminó el manager, “tener a mis hijos y a mi esposa conmigo todo el tiempo”. En un rol donde cada decisión es analizada y cada resultado tiene un peso, la fortaleza que Mendoza extrae de su vida familiar se ha convertido en un componente esencial para guiar a los Mets, demostrando que, a veces, los mayores secretos del éxito se encuentran más cerca de lo que uno imagina.
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