
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) realizó la incautación de catorce relojes de lujo falsificados en el puerto de entrada de Buffalo, Nueva York, entre julio y agosto de 2025. El procedimiento atiende las regulaciones federales que prohíben el ingreso de productos que vulneren derechos de propiedad intelectual, lo que afecta a los fabricantes originales, titulares de marcas y consumidores. El valor estimado de estos relojes, de haber sido auténticos, superaba los 257.000 dólares, según cálculos oficiales.
En su sitio institucional, CBP informó que al inspeccionar los envíos dirigidos a Nueva York se detectaron relojes con logotipos y características idénticas a los registrados por la marca Rolex. Tras un examen técnico, se determinó que los catorce relojes eran imitación, por lo cual fueron decomisados conforme a la legislación vigente. El proceso incluyó la identificación del destino de los envíos y la aplicación de las medidas preventivas establecidas por las normas federales.
La entrada de mercancía falsificada constituye un delito federal en Estados Unidos. Desde hace décadas, la CBP coordina controles exhaustivos en los límites del país, aplicando tanto tecnología como procedimientos manuales para frenar el contrabando y proteger los intereses de fabricantes y del propio sistema económico.
La CBP llevó a cabo una revisión de rutina en el puerto terrestre de Buffalo, frontera entre Estados Unidos y Canadá. Durante este operativo, los agentes identificaron varios paquetes sospechosos, realizando revisiones visuales, físicas y documentales que permitieron determinar el carácter apócrifo de los relojes. Los objetos, que simulaban corresponder a modelos de lujo de la marca Rolex, incluían empaques y sellos destinados a confundir tanto a los agentes como a los compradores finales.
La autoridad estimó que, de ser genuinos, los relojes tendrían un valor superior a los 257.000 dólares, usando como referencia el precio de venta sugerido por el fabricante (MSRP). Tras el análisis técnico, la CBP procedió al decomiso inmediato y al inicio del proceso de destrucción de la mercancía, de acuerdo a trámites administrativos y normativas federales específicas.
En el comunicado emitido, la agencia subrayó: “La CBP desempeña un rol esencial en la protección de empresas y consumidores contra la entrada y distribución de artículos fraudulentos”.

De acuerdo con la CBP, la incautación de mercancía apócrifa se basa en disposiciones federales que prohíben la importación de cualquier producto que viole derechos de propiedad intelectual inscritos ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO). Los controles buscan prevenir la entrada de artículos que representen competencia desleal para las empresas registradas y generen perjuicios económicos y de imagen al mercado legítimo.
La legislación estadounidense establece que toda mercancía falsificada detectada en frontera puede ser retenida, incautada y destruida por las autoridades, sin necesidad de orden judicial previa. Las empresas titulares de los derechos colaboran con las agencias gubernamentales en el reconocimiento y validación de productos, facilitando la aplicación efectiva de la ley.
Importar productos falsificados a Estados Unidos es considerado un delito grave y puede acarrear distintas sanciones, según la gravedad y las circunstancias del caso:
- Todos los bienes apócrifos identificados son retenidos, incautados y destruidos por la CBP tras confirmarse la infracción.
- Los responsables enfrentan multas que pueden alcanzar los dos millones de dólares en casos severos.
- Existen penas privativas de libertad de hasta diez años y, si la acción implica daños a la salud pública, la condena puede extenderse hasta veinte años y conllevar multas de hasta cinco millones de dólares.
- El registro de importadores, agentes de aduanas o empresas involucradas puede ser suspendido o vetado para futuras operaciones comerciales.
En su plataforma oficial, la CBP recuerda que la compra individual de productos falsificados para consumo propio no genera cargos federales, aunque los consumidores quedan expuestos a otras afectaciones indirectas y apoyan involuntariamente a estructuras que operan al margen de la ley.

En los primeros meses de 2025, la CBP reportó otros operativos relevantes. En Chicago, el Equipo de Control de Contrabando Antiterrorista interceptó casi 162.000 estampillas postales “Forever” falsificadas, cuyo valor, si hubiese sido real, habría excedido los 118.000 dólares. Ocho envíos fueron detenidos por esta causa. La lista de productos más frecuentemente incautados incluye:
- Relojes de alta gama de marcas reconocidas.
- Calzado y ropa de firmas internacionales.
- Electrónica y dispositivos móviles.
- Bolsos, carteras y equipajes.
- Medicamentos y cosméticos.
Las autoridades remarcan que el tráfico de bienes apócrifos ha aumentado en frecuencia y valor en los últimos años, con nuevos métodos de ocultamiento y rutas de ingreso.
La CBP recomienda a importadores, agentes logísticos y consumidores realizar verificaciones exhaustivas sobre el origen y autenticidad de todos los productos comercializados o adquiridos en el exterior. Entre las sugerencias principales se encuentran:
- Consultar los registros oficiales de marcas ante la USPTO.
- Solicitar documentación autenticada en cada operación comercial internacional.
- Utilizar los recursos de consulta y denuncia electrónica proporcionados por la CBP, accesibles en su sitio web.
- Evaluar la procedencia y precio de artículos de lujo o alta gama antes de realizar una compra.
Desde la perspectiva institucional, la CBP señala que la vigilancia fronteriza continuará ampliándose con el uso de herramientas tecnológicas, inteligencia artificial y capacitación constante de su personal. El decomiso de mercancía apócrifa, como en el caso de los relojes en Buffalo, busca mitigar riesgos para la economía y la seguridad nacional, así como evitar el perjuicio económico y reputacional para titulares de derechos legales.