
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) emitió esta semana nuevas recomendaciones dirigidas a los operadores de campamentos de verano en todo Estados Unidos, instándolos a verificar el estado de inmunización contra el sarampión de todos los niños, personal y voluntarios que participen en sus programas. La advertencia ocurre en medio de un año marcado por brotes que han escalado rápidamente y que, con 1.197 casos confirmados hasta la fecha, se acercan peligrosamente al récord histórico del país.
“El sarampión puede propagarse rápidamente en los campamentos de verano porque los campistas y el personal pasan mucho tiempo juntos en contacto cercano”, advirtió el CDC en una lista de verificación publicada esta semana. “El sarampión es más que un sarpullido: puede causar complicaciones graves o incluso la muerte”, señala el documento oficial que busca facilitar respuestas rápidas ante posibles brotes dentro de estas instalaciones temporales.
Según el CDC, tener un registro claro del estado de inmunización permite que los departamentos de salud identifiquen con rapidez a quienes necesiten recibir la vacuna o ser tratados con inyecciones de anticuerpos en caso de exposición al virus. La Asociación Estadounidense de Campamentos también ha compartido esta guía oficial, alentando a los administradores a decidir de forma consciente si aceptarán o no a participantes sin protección inmunológica.

Entre las medidas que el CDC recomienda incluir en los planes de contingencia de los campamentos, se encuentra la preparación de un área de aislamiento para posibles casos sospechosos, así como el abastecimiento de mascarillas. Aunque el sarampión se transmite principalmente por gotas respiratorias, su alto nivel de contagio —capaz de infectar hasta a 90% de las personas no inmunizadas expuestas— hace que cualquier brote represente un riesgo considerable para la comunidad campista.
El documento oficial plantea como parte de la planificación que los responsables de los campamentos comprendan plenamente los riesgos de aceptar a personas no vacunadas. “Decidan si permitirán campistas y personal no vacunados. Comprendan el riesgo si aceptan a alguien que no haya sido inmunizado contra el sarampión”, recomienda el checklist de la American Camp Association, basado en los lineamientos del CDC.
El año 2025 ya representa uno de los periodos más críticos para el control del sarampión en Estados Unidos. Con 1.197 infecciones confirmadas al corte actual, el país se encuentra a menos de 100 casos de alcanzar el récord de 1.274 notificados durante todo el año 2019. Aquella cifra había sido considerada en su momento el peor repunte desde el siglo XX, después de que en el año 2000 se declarara oficialmente eliminada la transmisión comunitaria sostenida de esta enfermedad en el país gracias a la vacunación masiva.
Sin embargo, el brote de este año ya ha resultado más letal que el de 2019, según reportes preliminares citados por CBS News, lo que expertos atribuyen a infecciones que no fueron diagnosticadas ni reportadas a tiempo. Esto ha generado preocupación en el ámbito sanitario, pues evidencia debilidades en la detección temprana y en la cobertura de vacunación, sobre todo entre menores.

Las cifras del CDC indican que aproximadamente dos de cada tres casos confirmados en 2025 corresponden a niños y adolescentes. La mayoría de estos contagios se originaron en brotes locales dentro del país, particularmente en Texas y estados vecinos, donde se registraron los primeros focos de infección a comienzos de año.
Aunque los casos comenzaron a descender en abril en esa región, datos más recientes del CDC —basados en la fecha de inicio de los síntomas— apuntan a una aceleración nacional en los contagios desde mayo. Esto ha generado nuevas alertas entre autoridades sanitarias, especialmente ante el inicio de las vacaciones escolares y la movilidad masiva de menores hacia campamentos y actividades grupales.
La agencia federal también emitió recientemente una alerta reforzada sobre el riesgo de contraer sarampión durante viajes aéreos, tras la aparición de decenas de casos de personas infectadas que volaban dentro del país mientras eran contagiosas. Un caso incluso es sospechoso de haber originado un brote a bordo de un avión, según informó CBS News en reportes anteriores.
Las recomendaciones del CDC no sólo se enfocan ahora en el monitoreo comunitario, sino también en la vigilancia a pasajeros y medidas de protección para quienes viajan con menores no inmunizados. Estas advertencias se suman al contexto de mayor vulnerabilidad sanitaria, donde la pérdida de cobertura inmunológica tras la pandemia ha sido un factor ampliamente documentado.

Durante el brote récord de 2019, el estado de Nueva York se convirtió en ejemplo nacional de medidas contundentes. En respuesta a la emergencia, se endurecieron los requisitos de vacunación en campamentos de verano y, tras los brotes en comunidades con baja inmunización, el entonces gobernador Andrew Cuomo firmó una ley que eliminó las exenciones religiosas a la vacuna contra el sarampión para escuelas y guarderías.
Este antecedente, citado por CBS News, se mantiene vigente como referencia ante los desafíos actuales. Mientras tanto, autoridades federales y estatales coinciden en que reforzar la vigilancia y promover la inmunización completa es la vía más eficaz para evitar que se repitan escenarios como el de 2019, ahora con consecuencias potencialmente más graves.