
James Clear, autor de “Hábitos atómicos”, uno de los libros más influyentes sobre cambio de hábitos en la última década, sostiene que transformar la vida no requiere grandes gestos ni sacrificios extremos. Esta sencilla estrategia, detallada en su obra captó la atención de millones de lectores en todo el mundo y se ha convertido en una referencia para quienes buscan mejorar su bienestar a través de pequeños cambios sostenidos.
“Si tuviera que recomendar una única cosa, si me obligaras a decir qué es lo más importante para construir hábitos saludables, te diría que es la regla de los dos minutos“, afirmó el escritor en una entrevista reciente con Men’s Health. Su propuesta central se basa en un método accesible y eficaz para iniciar y consolidar hábitos saludables, alejándose de la idea de que el cambio personal exige esfuerzos titánicos o transformaciones radicales. Con esta idea, Clear ha logrado vender más de 20 millones de ejemplares en más de 60 idiomas.

La "regla de los dos minutos" se basa en un principio simple: dedicar solo dos minutos a cualquier hábito que se quiera construir. James Clear explica que, ante la dificultad de mantener la constancia en nuevos propósitos, reducir la barrera de entrada a una acción mínima facilita el inicio y la repetición, elementos clave en la formación de hábitos. “La regla consiste en dedicarle dos minutos a cualquier hábito que estés intentando construir. Es decir, si el objetivo es leer 30 libros al año, empieza por leer una página al día; si quieres hacer yoga cuatro días a la semana, empieza por sacar simplemente la colchoneta”, detalló en declaraciones a Men’s Health.
Este método no pretende engañar al cerebro ni minimizar la importancia de la meta final, sino establecer una rutina que, por su sencillez, resulta difícil de rechazar. Clear reconoce que muchas personas pueden percibir esta estrategia como un truco mental o una solución insuficiente para alcanzar grandes logros.
Sin embargo, insiste en que la clave está en la repetición y en la facilidad para comenzar, más que en la magnitud de la acción inicial. “La gente puede no entender esto porque lo que quiere realmente es leer un libro o hacer un entrenamiento, y puede pensar que es una especie de truco mental y que no debería caer en la trampa, pero yo seguiría la regla de los dos minutos”, subrayó el escritor.

Uno de los principales obstáculos para quienes buscan cambiar sus hábitos es la tendencia al perfeccionismo y la mentalidad del “todo o nada”. Clear argumenta que muchas personas abandonan sus propósitos porque consideran que, si no pueden cumplirlos de manera perfecta o completa, no vale la pena intentarlo. “El problema es que por alguna razón muchas veces pensamos que, en relación con nuestros hábitos, es todo o nada. Tenemos esa tendencia. Si no voy a correr un maratón, ¿por qué debería salir a correr? O si no voy a crear una startup exitosa, ¿por qué molestarme en montar un negocio?”, reflexionó.
La “regla de los dos minutos” ofrece una alternativa a este enfoque rígido, permitiendo que el hábito se adquiera antes de buscar su perfeccionamiento. Clear sostiene que la prioridad debe ser convertir la acción en una norma, en algo que forme parte de la rutina diaria, antes de preocuparse por la calidad o la cantidad. “Un hábito debe adquirirse antes de perfeccionarse. Tiene que convertirse en la norma antes de que puedas mejorarlo y progresar", explicó el escritor.
De este modo, la estrategia ayuda a superar la parálisis que genera el deseo de resultados inmediatos y la presión por alcanzar metas ambiciosas desde el primer día.

James Clear insiste en que la clave para consolidar cualquier hábito reside en la adherencia y el progreso gradual. Según el autor, la mayoría de las personas subestiman el poder de los pequeños cambios sostenidos y sobrevaloran la necesidad de transformaciones drásticas. “Así pues, independientemente del hábito que quieras cambiar o construir, simplemente empieza a hacerlo. Puede parecer poco al principio, pero todo suma y al final la adherencia es la clave de todo”, afirmó.
“Sienta las bases de aquello que quieres lograr y progresa poco a poco. Acabarás leyendo todos los libros que quieras, yendo a clases de yoga o al gimnasio cuatro veces por semana, e incluso puede que acabes corriendo una maratón o creando un negocio de éxito. Cambios pequeños, resultados extraordinarios. Se hace camino al andar”, concluyó animando a quienes desean modificar su estilo de vida a centrarse en la constancia y en la acumulación de pequeñas acciones, en lugar de buscar resultados inmediatos.

En su libro, Clear relata el caso de una persona que logró perder más de 40 kilos aplicando la ‘regla de los dos minutos’ a su rutina de entrenamiento. Durante las primeras seis semanas, se impuso la normativa de no permanecer más de cinco minutos en el gimnasio. “Conducía hasta allí, hacía medio ejercicio y se volvía a casa”, compartió el autor en la entrevista con Men’s Health.
A primera vista, esta estrategia puede parecer insuficiente o incluso absurda para quienes buscan resultados rápidos. El propio Clear reconoce que “suena ridículo y estúpido porque evidentemente no era el camino para conseguir los resultados que él quería”. Sin embargo, al analizar el proceso con perspectiva, el autor destaca que el verdadero objetivo era dominar el hábito de acudir al gimnasio, no la intensidad del entrenamiento. “Se estaba convirtiendo en la clase de persona que iba al gimnasio 4 días a la semana, incluso si solo permanecía allí 5 minutos”, detalló.