
Nacida en redes sociales y expandida por celebridades e influencers internacionales, la tendencia bloke core fusiona la estética deportiva con el estilo urbano. Su rasgo distintivo es el uso de camisetas de fútbol —generalmente retro— combinadas con prendas informales para crear un look descontracturado, nostálgico y contemporáneo a la vez.
El término surge del inglés británico: “bloke” es una palabra coloquial que designa a un hombre común, mientras que “core” se utiliza para nombrar núcleos o estilos definidos en redes. Así, bloke core remite a una identidad basada en la cultura de las tribunas, el fútbol barrial y el imaginario noventero, resignificados como elementos de moda.
Si bien esta corriente estética fue codificada recientemente por creadores de contenido, sus raíces visuales provienen de movimientos anteriores. Durante los años 90 y principios de los 2000, las camisetas de equipos deportivos comenzaron a formar parte del vestuario urbano, especialmente en videoclips de música popular. Hoy, el fenómeno recupera esas influencias para proponer un lenguaje visual propio, sin necesidad de afinidad por el deporte.

La lógica del estilo se centra en la superposición de prendas y en el contraste entre lo informal y lo estructurado. La camiseta deportiva suele usarse de forma oversize, entallada, como top corto o incluso como vestido, según el contexto. Se combinan con pantalones amplios, shorts, faldas plisadas o vaqueros de corte recto.
También se incorporan elementos que equilibran la informalidad de la prenda central: chaquetas militares, accesorios simples, calzado robusto o zapatillas clásicas. El resultado es una estética que oscila entre lo deportivo y lo urbano, lo retro y lo actual, lo masculino y lo femenino.
Lejos de seguir un uniforme rígido, el bloke core permite jugar con múltiples referencias. Algunas versiones priorizan la comodidad, otras subrayan el impacto visual o la ironía. Lo importante es el mensaje: la camiseta deja de ser solo una prenda funcional para convertirse en el punto de partida de una narrativa personal.
A continuación, un recorrido visual por algunas de las figuras que adoptaron esta estética y la proyectaron en distintos entornos:

La influencer argentina adoptó el bloke core con una lectura sutil y femenina. Lució una camiseta deportiva de manga larga en tono verde inglés, con estética vintage, cuello tipo polo y silueta entallada. Esta prenda, que remite al uniforme tradicional británico, fue combinada con una falda tableada color crema, estructura habitual del estilo colegial o preppy.

El contraste entre la rigidez de la falda y la fluidez del top deportivo refuerza la tensión visual característica de esta tendencia. Como calzado, optó por zapatillas negras clásicas, de líneas limpias y suela baja. En cuanto a los accesorios, sumó gafas de sol negras, un bolso trenzado y aros dorados, aportando un tono sobrio y urbano. La elección de Roccuzzo resignifica el lenguaje deportivo y lo traslada al estilo cotidiano, con una lectura contemporánea y pulida.

La cantante británica interpreta el bloke core con un enfoque visual marcado por la teatralidad y la superposición de capas. En una de sus apariciones más difundidas, combinó una camiseta deportiva en tonos pastel con una camisa a rayas visible debajo, sumando profundidad y contraste. A eso le añadió jeans oversize de tiro bajo y zapatillas rosadas con detalles de color verde.

En otra versión, eligió una camiseta de rayas verticales verdes y negras con pantalones de denim lavados y zapatillas llamativas en verde y amarillo. Las locaciones elegidas para sus fotografías —como una cocina tradicional o una mesa servida— refuerzan el cruce entre lo doméstico y lo sofisticado, típico del bloke core editorial. Su interpretación se aleja de la nostalgia pura para construir un discurso de moda con guiños al lujo, la ironía y el estilo de pasarela.
La empresaria argentina suele adoptar el bloke core desde una óptica de alto impacto visual. En una de sus apariciones más emblemáticas, se la vio frente al estadio monumental luciendo una camiseta ceñida de River Plate, combinada con una bermuda de jean ultradesgastada con roturas frontales. Este look mezcla referencias al mundo del fútbol con códigos de la noche y el videoclip.

En otro estilismo de su icónico videoclip O BICHO VAI PEGAR, lleva una camiseta amarilla recortada de la selección brasilera con número en el pecho, superpuesta a una remera de red ajustada, acompañada por un pantalón deportivo con cinturón ancho. El peinado con trenzas largas y el pañuelo atado en la cabeza completan una imagen que sintetiza barrio, sensualidad y cultura pop.

La empresaria e influencer italiana, una de las primeras en incorporar esta moda en su vida diaria, presentó una versión minimalista y poderosa del bloke core al utilizar una camiseta de la selección nacional de su país como única prenda visible en un show de la banda Coldplay. El diseño oversize, con escudo y colores patrios, es reinterpretado no como uniforme sino como vestido urbano, desmarcándose del contexto deportivo original.

Acompañó su estilismo con peinado lacio, maquillaje neutro y accesorios llamativos, sin ocultar el mensaje central: apropiarse del imaginario futbolístico desde un lugar estético y personal. Ferragni convierte la camiseta en una declaración de pertenencia y estilo sin necesidad de intervención o recorte.

La actriz y creadora de contenido queer australiana resignifica el bloke core desde una mirada no binaria, pop y callejera. En un entorno vibrante, combinó una camiseta a cuadros con cuello polo negro y gráficos irónicos con un peinado mullet y actitud despreocupada. La prenda no pertenece a un equipo real, sino que remite a diseños ficticios con logos y colores lúdicos.

En otro look, transforma una camiseta negra de la selección nacional femenina de futbol en un crop top, combinándola con pantalón deportivo suelto y gorra con lettering agresivo. Este uso y performático del uniforme refleja una apropiación cultural donde el deporte es solo un punto de partida para explorar género, identidad y humor visual.
La modelo canadiense, de origen jamaiquino, llevó el bloke core a un entorno natural alejado del paisaje urbano. En una producción visual ambientada en un entorno selvático, lució una camiseta de Brasil ajustada en tonos verdes y amarillos con escudo nacional y tipografía visible, junto a un short corto de inspiración atlética.

El conjunto se completa con zapatillas anfibias funcionales, adaptadas al paisaje de río y vegetación. El resultado es una interpretación corporal y cultural del bloke core, donde la camiseta no representa un club ni una moda pasajera, sino una identidad.
Ya sean de equipos reales, ficticios, vintage o actuales, el bloke core está pisando fuerte, llegando al street style de las celebrities y a la vida cotidiana de muchos.