Cómo limpiar la freidora de aire y cuál es el accesorio económico que simplifica el mantenimiento

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La limpieza diaria de laLa limpieza diaria de la freidora de aire previene riesgos de incendio y prolonga su vida útil (Imagen Ilustrativa Infobae)

La presencia de grasa acumulada y restos de comida dentro de la freidora de aire puede representar no solo un inconveniente para el sabor de los platillos, sino también una amenaza para la seguridad doméstica. Expertos consultados por Real Simple advierten que la suciedad persistente puede generar humo y eleva el riesgo de incendio, sobre todo cuando los residuos afectan áreas clave como el ventilador o la resistencia.

El creciente uso de la freidora de aire en distintos hogares se ha asociado a su eficiencia energética y velocidad para preparar alimentos; sin embargo, muchos usuarios suelen restar importancia a una rutina de limpieza adecuada. Descuidar la limpieza no solo propicia malos olores y cocciones irregulares, sino que además puede comprometer el funcionamiento de los componentes internos, acortando la vida útil del electrodoméstico y comprometiendo la seguridad en la cocina.

Si bien existe un truco económico recomendado por especialistas que facilita la limpieza, este método no reemplaza la necesidad de limpiar el aparato tras cada uso. La recomendación general es realizar una higiene diaria para preservar tanto la calidad de los alimentos como la seguridad del electrodoméstico. Los especialistas insisten con que un uso prolongado sin limpieza puede reducir considerablemente la vida útil de la freidora de aire y aumentar la posibilidad de incidentes en la cocina.

La acumulación de grasa yLa acumulación de grasa y residuos afecta la calidad de los alimentos y la seguridad en la cocina (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para evitar estos problemas, los especialistas recomiendan limpiar la freidora de aire después de cada uso. El procedimiento básico inclute una esponja no abrasiva, agua tibia y jabón para eliminar la suciedad de la bandeja y las superficies internas.

Lo primero es apagar y desenchufar la freidora de aire antes de cualquier limpieza para evitar accidentes eléctricos. Esperar a que el aparato se enfríe por completo, ya que las partes internas pueden calentarse mucho y causar quemaduras.

Retirar el compartimento extraíble (bandeja o cesto) y todas las piezas desmontables para facilitar la limpieza. Utilizar papel absorbente para eliminar los restos de comida del compartimento y de las piezas desmontables, repasando fondo y paredes para asegurar la eliminación completa de residuos.

Evitar usar productos químicos agresivos que dañen los componentes de la freidora. Llenar un recipiente con agua templada e introducir en él las piezas desmontables para aflojar la grasa y los restos de comida. Utilizar una esponja suave con unas gotas de detergente para platos y frotar cada pieza hasta eliminar la suciedad, evitando estropajos o esponjas abrasivas que dañen el recubrimiento antiadherente.

Enjuagar las piezas con agua templada para eliminar cualquier resto de detergente. Secar con un paño limpio o dejar secar al aire antes de volver a montar la freidora.

Limpiar el exterior de la freidora con un paño de microfibra humedecido para eliminar la suciedad superficial evitando mojar las partes eléctricas.

No sumergir el cuerpo de la freidora en agua ni mojar los componentes eléctricos para evitar provocar un cortocircuito y dañar el aparato. No emplear productos químicos agresivos ni estropajos metálicos, ya que pueden estropear el recubrimiento antiadherente y reducir la vida útil. Usar siempre detergentes suaves y esponjas no abrasivas.

Esperar a que la freidora esté completamente fría antes de manipular las piezas para evitar riesgos y daños por cambios bruscos de temperatura.

Danielle Amato, especialista en reseñas de productos de consumo, compartió con el Daily Mail su experiencia tras siete años probando y limpiando estos aparatos: “Sé que la idea de limpiar la bandeja después de cada uso parece aburrida y lleva tiempo, pero no tiene por qué ser así. Si se incorpora a la rutina diaria, se puede evitar la grasa incrustada y el esfuerzo de una limpieza profunda más adelante”.

Amato cronometró el proceso y comprobó que solo requiere cinco minutos, por lo que sugiere integrarlo al momento de lavar los platos o cargar el lavavajillas.

Una rutina de limpieza trasUna rutina de limpieza tras cada uso evita malos olores y cocciones irregulares en la freidora de aire (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para quienes buscan simplificar aún más la limpieza, los expertos recomiendan el uso de bandejitas reutilizables o desechables en la cesta de la freidora. Estos accesorios, disponibles en versiones de silicona o papel, ayudan a minimizar la acumulación de grasa y restos de comida.

Sin embargo, detallan los expertos, subraya que estos descartables no reemplazan la necesidad de limpiar el aparato después de cada uso, sino que simplemente facilitan el mantenimiento diario.

Cuando la freidora presenta suciedad persistente o grasa incrustada, es necesario realizar una limpieza profunda. En estos casos, los especialistas aconsejan voltear el aparato y limpiar cuidadosamente la bobina y el ventilador con un paño húmedo y un poco de detergente.

Es fundamental evitar el uso excesivo de líquidos para no dañar los componentes eléctricos internos. Además, se recomienda limpiar el exterior con toallitas antibacterianas y no olvidar retirar las migas acumuladas en el interior.

Los especialistas aconsejan mantener una rutina de limpieza diaria para evitar la acumulación de grasa y residuos, lo que permitirá disfrutar de una freidora de aire en óptimas condiciones y sin riesgos. Dedicar unos minutos después de cada uso puede ahorrar tiempo y esfuerzo a largo plazo, además de garantizar la seguridad y el buen funcionamiento del aparato.

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