Cómo regar las plantas en invierno: claves para evitar daños y mantenerlas saludables

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Mantener las plantas hidratadas enMantener las plantas hidratadas en invierno ayuda a preservar su salud y vigor durante la temporada fría (Freepik)

El descenso de las temperaturas en otoño e invierno exige ajustar la frecuencia de riego tanto en plantas de interior como de exterior para garantizar su bienestar.

Mantener los mismos hábitos que en verano puede perjudicar la salud de las plantas, ya que sus necesidades hídricas varían considerablemente con el frío.

Los expertos en jardinería coinciden en que la frecuencia y las condiciones del riego deben ajustarse para evitar daños en las especies.

El riego con agua templadaEl riego con agua templada evita el estrés térmico en las raíces y protege a las plantas sensibles (DPA)

El descenso de la temperatura y la disminución de la luz solar alteran las necesidades de agua en las plantas. De acuerdo con especialistas, durante el invierno el riego de las plantas de interior debe reducirse a una frecuencia de una a tres veces por semana, frente al aumento habitual durante el verano. En ese sentido, resaltan que la reducción ayuda a evitar exceso de humedad, una de las causas más frecuentes de enfermedades en esta época.

En el caso de las plantas de exterior, afirman que conviene comprobar si las especies están en letargo. Si una planta perdió hojas o sus tallos aéreos ya presentan una tonalidad marrón, puede prescindirse del riego hasta el final del invierno. Las especies perennes o de hoja persistente pueden seguir perdiendo agua a través de sus hojas, por eso es recomendable mantener cierta vigilancia, en especial si no hay lluvias y las temperaturas son templadas.

Las plantas en macetas requierenLas plantas en macetas requieren mayor vigilancia ya que el sustrato puede secarse más rápido en invierno (Foto: Difusión)

La temperatura del agua adquiere importancia especial durante el invierno. Los especialistas recomiendan regar con agua templada para evitar el choque térmico en las raíces, práctica que previene daños que pueden mermar la resistencia de las plantas. Este consejo resulta clave tanto para ejemplares de interior como de exterior en macetas.

El agua fría puede perjudicar los tejidos más sensibles, especialmente cuando se riega por la mañana o al atardecer. Mantener el agua a temperatura ambiente fortalece el sistema radicular y evita estrés hídrico.

La calefacción y los ambientes cerrados suponen un reto adicional para las plantas en invierno. Al respecto, los expertos recomiendan aumentar la humedad ambiental mediante pulverizadores, aplicando agua sobre las hojas con regularidad. Este sistema previene el resecamiento por el aire seco y favorece la transpiración natural.

Con la calefacción activa, el aire se seca mucho y las plantas necesitan recursos extra para mantenerse saludables. Este hábito resulta especialmente útil para especies tropicales que no toleran la sequedad invernal.

La luz natural y unaLa luz natural y una ubicación adecuada resultan fundamentales para el desarrollo de las especies de interior en los meses invernales (Imagen Ilustrativa Infobae)

El lugar donde se sitúan las plantas durante el invierno influye directamente en su supervivencia. En ese sentido, es preferible alejarlas de fuentes de calor artificial, como radiadores o estufas, que aceleran la deshidratación.

También es recomendable mover las plantas a sitios donde reciban la mayor cantidad de luz natural posible, ya que el fotoperíodo reducido limita la fotosíntesis. En exteriores, conviene agrupar las macetas y protegerlas del viento con materiales aislantes, sobre todo si los contenedores se encuentran en azoteas, patios expuestos o balcones. El uso de mantillo en la superficie del sustrato ayuda a conservar la humedad y a proteger las raíces del frío extremo.

La última recomendación se centra en el monitoreo regular de las plantas y su entorno. Antes de aplicar agua, es fundamental verificar si el suelo permanece húmedo o seco y comprobar si la planta se encuentra en letargo, como se dijo anteriormente.

Ajustar la frecuencia del riegoAjustar la frecuencia del riego según la temperatura y la humedad ambiente favorece el bienestar general de las plantas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las plantas jóvenes y recién trasplantadas requieren atención extra durante el invierno, ya que sus raíces siguen desarrollándose y necesitan riegos moderados hasta que el suelo se congele. Si el suelo ya está duro o congelado, el agua no será absorbida y puede estancarse, con efectos negativos para la salud de la planta.

La combinación del ajuste en la frecuencia del riego, el uso de agua templada, la mejora de la humedad ambiental, la ubicación estratégica y la revisión constante de las plantas permite optimizar el cuidado de jardines y macetas durante el invierno.

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