El exmarine, nacionalizado estadounidense, cumplía condena de 30 años de cárcel en Venezuela por el triple homicidio cometido en España desde donde pedían su extradición, pero fue denegada.
Ahora, casi diez años después del suceso, el nombre de Hanid Ortiz reaparece entre los prisioneros norteamericanos canjeados por venezolanos que permanecían en el centro de reclusión CECOT de El Salvador, es decir, el hombre al que la justicia española reclamaba por homicida regresó repatriado a EEUU.
¿Qué lo propició? ¿Cómo fue posible que un inculpado de triple asesinato resultara incluido en un canje como prisionero político?
Son preguntas que muchos se hacen y según reportes de prensa, encuentran respuesta en gestiones diseñadas de conjunto entre Nicolás Maduro y el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, que conociendo los antecedentes penales de del Hanid Ortiz, consiguió “colocarlo” entre los prisioneros políticos que EEUU reclamaba.
Acerca de esta gestión de Zapatero, el exmandatario español y Maduro sostuvieron una conversación telefónica difundida en televisión en la que el gobernante venezolano agradece el gesto a Zapatero y éste le responde estar muy feliz por lo logrado.
Lo ocurrido en Madrid en 2016
La venganza cobró la vida de tres inocentes: Elisa, Maritza y Pepe. Elisa Consuegra Gálvez, 33 años, abogada formada en la Universidad de La Habana, que había homologado su título hacía solo tres semanas en el Colegio de Abogados de Madrid. Maritza Osorio Riverón, 46 años, recepcionista y secretaria del bufete, natural de Holguín, Cuba. Y el ciudadano ecuatoriano John Pepe Castillo Vega, 43 años, un cliente que iba a buscar al despacho unos papeles de su hijo.
Julio 2025, el asesino está suelto
Según medios de prensa españoles (Vozpópuli y Telemadrid), Dahud-Hanid Ortiz, exmarine norteamericano nacido en Venezuela, es uno de los "presos políticos" liberados por la dictadura venezolana en el reciente canje de reclusos con Estados Unidos. Dahud-Hanid Ortiz fue condenado en enero de 2024 por asesinar a tres personas en un bufete de abogados del Distrito de Usera, Madrid, en el junio de 2016.
En el intercambio de "Presos Políticos" ha mediado el expresidente José Luis Rodriguez Zapatero, quien no ha comparecido ante los medios de comunicación para dar explicaciones del caso.
El abogado Víctor Joel Salas, responsable del bufete de abogados, quien salvó milagrosamente la vida por no encontrarse en el lugar de los hechos, denuncia a Vozpópuli: "No se puede vulnerar el Estado de Derecho español. El instrumento que han utilizado para liberarle es ilegal, ya que no es ningún preso político".
"El mensaje que están mandando es que cualquiera puede entrar en España, matar a tres personas y no pasa nada"
Usera, Madrid, junio de 2016
«De todas las mujeres que había en el mundo has tenido que elegir a la mía. Te voy a matar»,
Dice el email que Dahud Hanid-Ortiz, exprimer teniente del ejército norteamericano, nacido en Venezuela, envió a Víctor Joel Salas, dueño del bufete de abogados, "VSalas y Asociados", sito en el número 40-1ºC de la calle Marcelo Usera, al suroeste de Madrid. Víctor Joel Salas aceptó el reto y contestó a Hanid-Ortiz que lo esperaba. Cuarenta y ocho horas después del intercambio de correos el supuesto homicida se presentó en el despacho y preguntó por Víctor.
Eran las 14.00 horas del 22 de junio de 2016.
- Hay un "hombre raro" que pregunta por ti. Está muy nervioso y alterado... Estamos solas Elisa y yo... Ven cuanto antes, por favor.
Dijo atemorizada la secretaria del bufete, Maritza Osorio, en una llamada telefónica inmediata a su jefe. Fuentes policiales aseguran que el abogado, intuyendo de inmediato la gravedad del caso, no apareció por la oficina.
Impaciente. Cansado de esperar. Dahud Hanid-Ortiz se introdujo en el baño del bufete. En el baño desenfundó un machete que llevaba consigo. Nada más salir del servicio degolló a la abogada Elisa Consuegra Gálvez y le clavó el machete en el tórax. Elisa había intentado calmar al cliente y terminó discutiendo y enfrentándose al ex militar. Al darse cuenta del asesinato de su compañera, Maritza cogió una palanqueta de metal que había en el despacho y atacó al homicida que se ensañaba con Elisa. (Víctor Salas tenía la palanqueta cerca del buró para defenderse ante posibles amenazas. No era primera vez que las sufría.) La destreza y fortaleza física del exmilitar norteamericano era muy superior a la de Maritza. Hanid-Ortiz le arrebató la palanqueta a la secretaria y con ella le destrozó la cabeza.
Con los restos de los cuerpos de Maritza y Eliza dispersos en el suelo de la oficina, Dahud-Ortiz esperó casi tres horas a que llegara el abogado peruano, al que buscaba para matar. En torno a las 5 de la tarde, apareció en el despacho alguien que no esperaba. Era el ciudadano ecuatoriano John Pepe Castillo Vega, un cliente que iba a buscar al bufete unos papeles de su hijo. Al encontrarse la puerta entreabierta John Pepe entró directamente al despacho, y el exmilitar, creyendo era el abogado Víctor Salas, le golpeó varias veces en la cabeza con la palanqueta metálica. Le destrozó el cráneo, provocándole la muerte inmediata.
Una vez "cumplido su objetivo", el presunto asesino, Dahud-Ortiz, intenta borrar sus huellas y prende fuego a la oficina. Para ello amontonó y quemó hojas sueltas de expedientes sobre los cadáveres. Los peritos de la policía científica encontrarían luego restos de gasolina y una sustancia acelerante en el lugar de los hechos. Entre humo y fuego Ortiz abandonó el despacho. Terminó la venganza. Sin embargo, el verdadero objetivo seguía con vida. Dormía la siesta en casa.
El tapón de la botella
No fue hasta las 18.15 que apareció en el lugar del crimen el abogado Víctor Salas. Lo esperaba una clienta con un familiar, estos lo alertaron del humo que salía del primer piso, su despacho.
Las imágenes muestran tres cuerpos en la acera que son atendidos por el SAMUR (Servicio social municipal de atención a las emergencias). Sin lugar a duda se trataba de un triple asesinato. Las víctimas tenían heridas mortales provocadas por un arma blanca y una barra de hierro. El puñal o machete no apareció en la escena del crimen, pero sí se encontró la palanqueta que destrozó el cráneo de Maritza y del cliente ecuatoriano. Los peritos de la policía científica aislaron unas pocas huellas dactilares, pero no hallaron vestigios biológicos que pudieran servir para identificar al autor de la matanza.
La espuma ignífuga utilizada por los bomberos para sofocar el fuego borró todo tipo de huellas y las posibilidades de encontrar ADN en el local. Sin embargo, hubo un detalle clave para la investigación. Entre los restos quemados apareció, intacto, un tapón de botella de agua. Un tipo de agua que solo se comercia en Alemania.
El interrogatorio al abogado peruano Víctor Joel Salas arrojó que este mantenía una relación con la médico alemana Irina Trippel, esposa del ex militar Dahud Hanid-Ortiz. La doctora Irina Trippel, había acudido a Madrid a realizar un curso postgrado de medicina. Durante ese período conoció al abogado Víctor Salas con quien mantuvo relaciones extramatrimoniales. “Desde el primer momento esta persona (Víctor Salas) colaboró, por la razón que sea, pero sobre todo porque el asesino iba contra él. El peruano nos dio acceso a su agenda, a los expedientes de clientes, a sus comunicaciones, y es lo que nos permitió llegar a la pista del sospechoso”. Dice una fuente judicial.
Según los investigadores, el 31 de mayo Hanid-Ortiz actualiza por última vez sus cuentas en las redes sociales. Lo hace para consultar un sitio argentino, Comunidad Dateas, especializado en la búsqueda de personas y direcciones de correos electrónicos en América Latina y España. Después de investigar en Internet, el exmilitar empieza a enviar, desde su correo de Yahoo, amenazas de muerte al abogado peruano. Víctor Salas cometió la imprudencia de contestar al email, desafiándolo.
Descartan sicario
La investigación se centró desde el principio en el exmilitar residente en Alemania, Hanid-Ortiz. La Policía descartó la posibilidad de que los asesinatos fueran cometidos por un sicario. El 'modus operandi' no coincidía en absoluto con el que ejecutan los profesionales del crimen. Los sicarios llegan al lugar elegido para cometer la matanza, aprietan el gatillo y se marchan. Lo que hizo el triple asesino de Usera, sin embargo, no tiene nada que ver con este modo de actuar: estuvo más de tres horas en el despacho, mostró nerviosismo, y materializó la masacre con la palanqueta que estaba en la oficina.
Aunque el abogado Víctor Joel Salas había sido fiscal en su país de origen, Perú, en los juzgados de Lima, Salas intervino en juicios contra grandes narcotraficantes, lo que hacía pensar en alguna represalia de los capos de la droga. También quedó descartada la posibilidad de que el asesino fuera un cliente del despacho. Los investigadores pusieron inicialmente el foco en esta línea de trabajo, tras conocer que entre la cartera del bufete había personal con antecedentes penales.
Pero, todas las teorías quedaron descartadas cuando los interrogatorios arrojaron que el abogado peruano mantenía una relación sentimental con la médico alemana Irina Trippel. La relación fue descubierta por el novio de la chica, el exmilitar Hanid-Ortiz, tras interceptar los mensajes vía móvil que mantenían Irina y Víctor Joel Salas.
Burocracia
Después de identificar al sospechoso, gracias al correo electrónico, los investigadores establecieron contacto con la policía alemana, que localizó al presunto asesino.
Los agentes españoles pretendían hacer las gestiones policiales cuanto antes. Pero la burocracia judicial bloqueó las diligencias. El juzgado número 41 de Madrid, que dirige las investigaciones obligó a cursar una comisión rogatoria vía judicial. El proceso se alargó más de lo normal, ya que conlleva la traducción de la comisión rogatoria antes de ser remitida a Alemania y no había personal en ese momento para realizar la labor interpretativa. El instructor y el personal estaban de vacaciones.
La demora hasta finales de septiembre de la petición provocó que la policía alemana perdiera la pista del presunto asesino. Fuentes de la investigación aseguran que "los agentes germanos no entendían a qué se debía el retraso, y asistían con asombro a la pasividad judicial española".
Y lo que es peor, para esa fecha la policía de la localidad de Wüzburg, en Baviera, Alemania, donde residía con su familia el exmilitar, había perdido todo rastro de Hanid-Ortiz que habúa llegado a Alemania en 2011, como teniente primero del Ejército de Estados Unidos, después de haber sido soldado en Irak y Corea.
Presión familiar
Los padres de Elisa expresaron su angustia e incertidumbre ante la falta de información. En carta dirigida en septiembre de 2016 al juez instructor, Juan Carlos Peinado, y a la Jefatura de la Policía, los padres exigen información a las autoridades. “Sabemos, por nuestra experiencia profesional, que en los crímenes de este tipo ‘el tiempo que pasa es verdad que huye’. Ya han pasado tres largos meses y ni siquiera sabemos si hay un sospechoso en este brutal asesinato de tres personas, que ocurrió en pleno día, en medio de un transitado barrio del centro de Madrid, (…) y donde hubo un intercambio previo telefónico con alguien que en nuestra opinión sabe bien qué fue lo que ocurrió”.
“La situación está ahora muy complicada y no le puedo decir nada”, se disculpa el juez Peinado. El titular no quiere confirmar si ha cursado una orden de búsqueda y captura contra el exmilitar a través de Interpol, pero deja entender que el caso se resolverá pronto. “Las circunstancias podrían cambiar en las próximas semanas".
En declaraciones recientes Elisa Gálvez, madre de la joven abogada, dice que está “satisfecha con la investigación de la policía y del juez. Los padres y la hermana menor de Elisa pasaron dos meses en Madrid para conocer los últimos detalles del caso y hablar personalmente con el juez y los investigadores. “No tengo dudas de que la policía tiene todos los elementos para llevar al asesino a juicio". Resume esperanzada la madre Elisa.
En 2018 Dahud Hanid-Ortiz fue detenido Venezuela. En principio las autoridades venezolanas rechazaron su extradición a España. Aunque, según Vozpópuli: "Venezuela habían intentado in extremis expulsar al exmarine a España. El reo había llegado a embarcar en un avión con destino Madrid, pero las autoridades españolas se negaron a su traslado a territorio nacional." (Al entender que ya se había juzgado, pese a que no se conocía la sentencia, se desactivó la orden internacional de detención.)
El asesino de Usera
En estos momentos, sin que aún se conozca dónde y con qué propósito Hanid-Ortiz prefirió regresar a EEUU, en medio de una peculiar operación de intercambio de prisioneros entre Washington y Caracas, el exmarine, acusado de triple asesinato, buscado en España y convicto en Venezuela, podría estar paseando libremente por cualquiera de las calles estadounidenses a donde fue enviado como héroe camuflado en un grupo de exprisioneros políticos.
Arnaldo D. Borges
Especial