
Mark Anthony Kirby, de 38 años, murió el 2 de agosto en Prescot, Merseyside (Inglaterra), mordido por una araña venenosa que había adquirido a través de internet solo unas semanas antes. Kirby, quien vivía solo tras separarse de su pareja, experimentó síntomas persistentes durante una semana antes de morir.
El trágico desenlace se produjo cuando Kirby, desesperado por las dificultades respiratorias que experimentaba, contactó con Kath, cuñada de su expareja, quien vive cerca de su apartamento en Knowsley. Según informaron medios británicos como The Sun y ECHO, la mujer acudió inmediatamente al domicilio y solicitó asistencia de emergencia llamando al 999, pero Kirby colapsó antes de la llegada de los paramédicos, quienes no lograron reanimarlo.
La secuencia de eventos comenzó cuando Kirby recibió cinco arácnidos que había comprado por internet entre dos y tres semanas antes de su muerte. Poco después de la llegada de estos especímenes, una de las arañas lo mordió, lo que su familia considera fue el inicio de un proceso fatal de envenenamiento.
El cuidador dijo: “Me contó lo de la picadura y le dije que debía ir al hospital, pero no fue. La gente no debería poder comprar estas arañas por internet; deberían necesitar licencias para poseerlas“.
Los primeros síntomas aparecieron mientras Kirby se encontraba en Escocia, donde había viajado junto a su expareja Kayleigh Gill, la pareja actual de esta y la hermana de Gill. Durante esa escapada, el hombre comenzó a quejarse de malestar, aunque inicialmente los signos fueron tan leves que no les prestó mayor atención. Incluso durante una cena en un restaurante Toby Carvery, Kirby mantuvo su carácter jovial antes del regreso a Prescot el 26 de julio.

La situación de Kirby presenta una paradoja psicológica llamativa. El fallecido había desarrollado recientemente una fascinación obsesiva por los arácnidos, a pesar de haber padecido durante años una fobia severa hacia los insectos. “Siempre tuvo terror a los insectos cuando estábamos juntos”, reveló Gill al Liverpool Echo, destacando lo sorprendente de esta transformación para quienes conocían su historial de aracnofobia.
Gill, quien fue pareja de Kirby durante 16 años y madre de sus dos hijos, describió al fallecido como una persona "divertida, cariñosa y extrovertida“, además de “un papá brillante” para Nathan-Mark, de 18 años, y Kimmy-Louise, de 17. La mujer subrayó que, pese a la separación reciente, mantenían una relación ejemplar centrada en el bienestar de los menores. “Aunque habíamos roto, éramos mejores amigos. Él ponía a nuestros hijos por delante”, aseguró.
La decisión de adquirir las arañas venenosas habría estado motivada por la soledad que experimentaba tras la separación, según la interpretación de su expareja. Kirby vivía solo en su apartamento y había encontrado en estos animales una nueva obsesión que contrastaba dramáticamente con sus temores previos.

“Había comprado cinco arañas por Internet dos o tres semanas antes y estaba obsesionado con ellas” explicó Gill.
Durante la semana posterior al viaje a Escocia, los síntomas se intensificaron. Kirby experimentó manifestaciones similares a la gripe, incluyendo fluctuaciones extremas de temperatura corporal y dolores en las extremidades. Según el relato de Gill recogido por The Sun, ella le había insistido en que buscara atención médica después de que él le comunicara sobre la mordedura, pero Kirby decidió no acudir al hospital.
La familia ha expresado su preocupación por la facilidad con que cualquier persona puede adquirir especies potencialmente peligrosas a través de plataformas digitales, sin supervisión médica ni verificación de competencias.
Kayleigh Gill explicó que la autopsia hasta ahora no ha sido concluyente en encontrar la causa de la muerte de Mark, pero después de una semana y media de síntomas, ella y su familia creen que su muerte es resultado de la picadura de araña. Kayleigh dijo que estaba en “completo shock” tras su trágica muerte.