
Cuatro referentes de la barrabrava de Newell’s fueron condenados este martes en Rosario a prisión perpetua por haber asesinado a tiros el 23 de octubre de 2021 al ex jefe del paraavalanchas leproso Nelson “Chivo” Saravia.
Se trata de Guillermo Manuel “Chupa” Sosa, considerado el instigador del ataque, Esteban Salvador Alegre y Brian Alexis Dittler, coautores materiales, y Alejandro Nicolás “Rengo” Ficcadenti, quien fue imputado el año pasado por las intimidaciones a la familia de Ángel Di María: entendieron que fue partícipe necesario.
La resolución fue leída en la sala 10 del Centro de Justicia Penal por el tribunal integrado por los jueces de primera instancia Nicolás Vico Gimena, Pablo Pinto e Ismael Manfrin al término del juicio que había comenzado el pasado 3 de junio con la acusación del fiscal Luis Schiappa Pietra.
Para Schiappa Pietra, el asesinato fue “una demostración de poder” de la barrabrava comandada desde prisión por los reclusos Ariel Máximo “Guille” Cantero, líder de la banda narco Los Monos; Carlos “Toro” Escobar y Leandro “Pollo” Vinardi, en un contexto de recambio de autoridades en el club, ya que un mes antes había ganado la elección Ignacio Astore.

La conducción del jefe de Los Monos y sus dos laderos mediáticamente quedó ilustrada en la famosa bandera desplegada en junio de 2023 en el Coloso Marcelo Bielsa durante el partido homenaje a Maximiliano “La Fiera” Rodríguez.
El fiscal, tras el fallo, brindó una conferencia de prensa en la que explicó: “El móvil del homicidio está directamente relacionado con Sosa porque tres horas antes del crimen de Saravia habían matado a uno de sus familiares. Entendió el tribunal que existió relación”.
El funcionario del Ministerio Público de la Acusación ponderó que durante el debate oral y público se reprodujeran audios en los que Cantero, Escobar y Vinardi “indicaban la importancia de que Ficcadenti y Sosa tuvieran liderazgo dentro de la barra para darle continuidad a la gestión de ellos, ya que en ese momento estaban las elecciones de 2021 en el club”.

De acuerdo al alegato del fiscal, el crimen de Saravia ocurrió en la madrugada del 23 de octubre de 2021 en su casa de San Nicolás al 3700, en barrio Alvear.
Un grupo de sicarios rompió a patadas la puerta del domicilio, fue hasta el dormitorio y lo acribilló con una ametralladora.
En ese momento, la víctima estaba junto con su hijo de 8 años y su sobrino de 13, a quienes alcanzó a empujar para que no resultaran heridos.
En la investigación se recolectaron imágenes que dieron cuenta de que el homicidio se había planificado en el domicilio de “Chupa” Sosa, lugar en el que se reunieron 22 personas antes de la emboscada.
Desde allí partieron hasta la propiedad de Saravia y, una vez consumado el asesinato, regresaron para cambiarse de ropa, dejar las armas y contarse cómo había sido el ataque.
Para la Fiscalía, Ficcadenti, uno de los cabecillas históricos y ex líder de la facción disidente de la barra, fue el instigador del homicidio y habría aportado un cargador de 30 balas para una de las armas que fueron utilizadas para matar a Saravia.
El Chivo había abandonado su rol de líder de la barra de Newell’s en 2015, tras haber estado al mando del paraavalancha desde 2012. Sin embargo, después de un tiempo intentó regresar, pero sufrió amenazas: en 2019, una corona de flores apareció en la puerta de su casa. Decidió entonces enfocarse en negocios ilegales por fuera del fútbol.