
La variante NB.1.8.1 del virus SARS-CoV-2 fue detectada recientemente en Estados Unidos en viajeros internacionales, según confirmaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) a Fox News. Aunque el número de casos es limitado, su presencia coincide con un incremento de contagios en varias regiones de Asia, particularmente en China continental y Hong Kong.
De acuerdo con los CDC, esta subvariante ha sido identificada en menos de 20 secuencias genómicas en el sistema de vigilancia nacional, razón por la cual aún no ha sido incluida en el panel principal del COVID Data Tracker, la herramienta oficial utilizada para el seguimiento de la circulación de variantes en territorio estadounidense. La detección se realizó a través del programa federal de monitoreo aeroportuario, que cuenta con la colaboración de la empresa biotecnológica Ginkgo Bioworks.
La aparición de NB.1.8.1, junto con otras variantes emergentes de la familia JN.1, ha llevado a los organismos de salud pública a reforzar los sistemas de vigilancia genómica. Aunque no hay evidencia de que esta variante cause una enfermedad más grave, su circulación ha motivado nuevas medidas de precaución en países del este asiático y se evalúan posibles ajustes en las estrategias de vacunación para la temporada 2025-2026.
La variante NB.1.8.1 fue identificada en aeropuertos de los estados de California, Washington, Virginia y en la región metropolitana de Nueva York, según informó The Economic Times el 24 de mayo, con base en datos obtenidos del programa de monitoreo en aeropuertos operado por los CDC. Estas detecciones forman parte del esfuerzo federal por rastrear nuevas variantes en viajeros procedentes del extranjero.
La agencia sanitaria explicó que, aunque la variante no ha alcanzado aún un umbral de prevalencia que justifique su inclusión en el COVID Data Tracker, su evolución continúa siendo objeto de seguimiento. Si la proporción de casos atribuibles a NB.1.8.1 aumenta, se incorporará al panel de vigilancia, indicó un portavoz del CDC a Fox News.

NB.1.8.1 es un sublinaje de la variante JN.1, la cual desciende de la cepa Ómicron, dominante desde finales de 2021. Según el Consejo Indio de Investigación Médica (ICMR), este sublinaje ha sido detectado también en India, junto con otra subvariante denominada LF.7, en regiones donde se reportaron repuntes localizados de casos. El Ministerio de Salud y Bienestar Familiar de India solicitó a los gobiernos estatales reforzar la secuenciación de muestras para evaluar la propagación de estos linajes emergentes.
En Hong Kong, el Departamento de Salud emitió una recomendación a la población de alto riesgo para que utilice mascarillas quirúrgicas en espacios públicos cerrados. Sin embargo, el mismo comunicado señaló que no existen pruebas de que NB.1.8.1 provoque formas más graves de COVID-19 que otras variantes de su misma familia.
En su actualización semanal del 23 de mayo, los CDC informaron que las visitas a salas de emergencia por COVID-19, gripe estacional (influenza) y virus respiratorio sincitial (RSV) se mantienen en niveles bajos en todo el país. Según el modelo estadístico de la agencia, esta tendencia se mantendría durante las próximas dos semanas.
Adicionalmente, los datos del National Wastewater Surveillance System (sistema nacional de vigilancia de aguas residuales) indican que la mayoría de los estados presenta niveles bajos o muy bajos de circulación viral, con la única excepción de Dakota del Sur, donde se ha observado una mayor carga viral en muestras recolectadas.

La variante predominante en Estados Unidos al 10 de mayo de 2025 es LP.8.1, también descendiente de JN.1, según el informe de vigilancia de los CDC citado por Reuters. Esta subvariante representa aproximadamente el 70% de las muestras secuenciadas a nivel nacional durante el periodo de referencia.
A raíz de esta tendencia, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) convocó a su comité asesor independiente para evaluar la composición de las vacunas contra el COVID-19 para la temporada 2025-2026. La FDA informó que exigirá nuevos ensayos clínicos a los fabricantes para obtener la aprobación de vacunas de refuerzo destinadas a personas menores de 65 años sin condiciones de riesgo, de acuerdo con información de Reuters.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó recientemente el riesgo adicional para la salud pública asociado a la variante LP.8.1 como bajo. En su boletín técnico del 22 de mayo de 2025, el organismo indicó que las vacunas existentes continúan siendo efectivas para reducir la enfermedad sintomática y grave causada por este sublinaje.
Aunque NB.1.8.1 aún no ha sido objeto de una evaluación individual por parte de la OMS, su parentesco con otras variantes de JN.1 permite a los expertos anticipar un comportamiento clínico similar. La OMS continúa promoviendo la vigilancia genómica como herramienta clave para anticipar cambios en la epidemiología del virus.

La FDA evalúa reformular las vacunas de refuerzo para que respondan mejor a los sublinajes dominantes de JN.1, como LP.8.1. Según el informe de Reuters, los reguladores consideran que el linaje XBB.1.5, utilizado en refuerzos anteriores, ya no refleja la mayoría de las variantes circulantes. El nuevo esquema de vacunación podría estar listo antes del otoño de 2025, dependiendo de los resultados de los ensayos clínicos y de la aprobación regulatoria.