Un nuevo cruce de acusaciones entre Israel y Hamás ha generado la muerte de civiles palestinos cerca de los centros de distribución de ayuda humanitaria en la ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza.
El Ejército israelí y el movimiento islamista se enfrentan por las versiones sobre los tiroteos registrados en las últimas madrugadas en zonas cercanas a los puntos de entrega de alimentos gestionados por la Fundación Humanitaria para Gaza, una organización respaldada por Estados Unidos e Israel, reseñó EFE.
Este martes, Hamás denunció que 27 gazatíes murieron y más de 150 resultaron heridos mientras esperaban ayuda en las inmediaciones del centro de distribución en el barrio de Tel al Sultán, en Rafah.
La cifra fue confirmada por el Comité Internacional de la Cruz Roja, que calificó el suceso como el mayor número de heridos por armas recibido en un solo incidente desde la apertura de su hospital de campaña en la ciudad.
“El hospital de campaña ha recibido 157 heridos y 27 fallecidos. Es la cifra más alta en un solo evento desde que comenzamos operaciones en Rafah”, afirmó el CICR en un comunicado.
Israel dice que los números de Hamás son exagerados
En respuesta, el portavoz del Ejército israelí, general Effie Defrin, aseguró en una rueda de prensa que los números difundidos por Hamás son “exagerados” y que, según sus informaciones preliminares, “los disparos no alcanzaron a un número tan grande de personas”.
No obstante, confirmó que se abrirá una investigación sobre el incidente.
Por su parte, el Ejército israelí reconoció que sus tropas abrieron fuego a medio kilómetro del centro humanitario contra “varios sospechosos que avanzaban hacia los soldados de forma amenazante”, aunque no aportó pruebas visuales que respalden su versión.

La viceministra israelí de Exteriores, Sharren Haskel, también defendió la actuación de las tropas, alegando que los disparos fueron efectuados “lejos del centro de distribución” después de que los soldados se sintieran amenazados por personas que habrían tomado rutas no autorizadas.
“Algunos gazatíes se acercaron de manera peligrosa a nuestras posiciones. Las fuerzas dispararon en defensa propia, no contra la multitud esperando ayuda”, declaró Haskel ante medios internacionales en Jerusalén.
Hamás, sin embargo, acusa a Israel de usar los centros de ayuda como una “trampa mortal” para forzar el desplazamiento y agravar la crisis humanitaria. “La ocupación está utilizando el mecanismo israelí-estadounidense como un instrumento de hambre, asesinato y desplazamiento forzado”, afirmó.
Más de 100 muertos desde que comenzó la entrega de alimentos
Desde el inicio de las operaciones de la GHF hace ocho días, al menos 102 personas han muerto por disparos en los alrededores de estos puntos de ayuda, según cifras proporcionadas por Hamás. Israel no ha confirmado este número, mientras mantiene su negativa a permitir el ingreso de prensa internacional al enclave, lo que dificulta la verificación independiente de los hechos.

El domingo pasado, en un incidente similar, al menos 31 palestinos murieron y más de 170 resultaron heridos cerca de otro punto de distribución en la misma zona. Aunque el Ejército israelí negó responsabilidad directa, un oficial admitió que se realizaron “disparos de advertencia”.
La Fundación Humanitaria para Gaza, por su parte, aclaró que no tiene control sobre lo que ocurre fuera de sus instalaciones. “El área fuera de nuestros centros sigue siendo una zona de guerra activa”, señaló la organización en un comunicado.
Actualmente, solo uno de los tres centros operativos —el de Rafah— sigue funcionando, lo que ha generado grandes aglomeraciones de civiles desesperados por alimentos en una zona devastada por meses de conflicto y desplazamiento forzado.
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