La ya tensa relación entre David Benavídez y Saúl “Canelo” Álvarez ha escalado a un nuevo nivel de hostilidad. Y es que el “Bandera Roja” ha lanzando una contundente acusación de uso de esteroides contra el indiscutido campeón de peso supermediano.
La declaración de Benavídez no solo reaviva una vieja herida en la carrera de Canelo, sino que también subraya la frustración del púgil mexicoamericano ante la persistente negativa de Álvarez a enfrentarlo en el cuadrilátero.
Las explosivas palabras de Benavídez surgen en un contexto delicado para el boxeo, especialmente tras el reciente caso de dopaje positivo de Jaime Munguía. Fue en este marco que Benavídez apuntó directamente a Canelo, reviviendo un episodio polémico en la trayectoria del tapatío.
“Lo que le pasó a Munguía le pudo pasar a cualquiera”, comentó Benavídez, pero luego lanzó el dardo: “Pero Canelo ya dio positivo por esteroides una vez”. Esta acusación hace referencia al positivo de Álvarez por clembuterol en 2018, un incidente que Canelo atribuyó a carne contaminada en México.

Más allá de la grave acusación, la retórica de Benavídez también se centra en la constante evasión de Canelo a subir al ring con él. David Benavídez ha sido uno de los retadores más insistentes y legítimos en la división de peso supermediano, clamando por una oportunidad contra Álvarez, quien posee todos los cinturones en la categoría. Sin embargo, Canelo ha eludido sistemáticamente este enfrentamiento.
El campeón mexicano ha ofrecido diversas razones para su postura, a menudo citando la “falta de logros” de Benavídez y el “percepcido irrespeto” de este último hacia él y su familia.
Esta justificación, sin embargo, no ha convencido a una gran parte de la afición y la crítica, que ven en Benavídez un rival digno y una pelea que el público ha demandado fervientemente. La rivalidad, por lo tanto, se ha cocinado fuera del ring, con Benavídez usando cada oportunidad para presionar y criticar a Canelo.
Además, al ser consultado sobre por qué Canelo no quiere pelear contra él, Benavidez respondió: “No entiendo por qué no quiere… especialmente considerando que todos en su equipo están usando esteroides, lo que significa que él también…”
La nueva acusación de dopaje, sumada a la narrativa de una pelea esquivada, añade otra capa de drama a una de las sagas más candentes del boxeo actual. Benavídez, el retador incansable, parece dispuesto a utilizar todas las herramientas a su alcance para forzar el tan anhelado choque contra el “Canelo”, cueste lo que cueste.
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