Al pie de la escalerilla del Airbus rentado a la aerolínea española Plus Ultra (11.000 dólares cuesta la hora de vuelo), lo esperaban risueños sus compadres del Buró Político Manuel Marrero, cada vez más obeso, Roberto Morales Ojeda y Salvador Valdés Mesa.
Díaz-Canel, vestido con un pulóver negro estilo polo y un blazer beige, con una risa forzada se acercó a abrazar a Marrero. Una escena preparada, habitual en los países de ideología comunista donde al detalle se “fabrica” lo que se quiere vender. Parecía que Díaz-Canel llegaba de un safari en Kenia, después de haber firmado acuerdos lucrativos para la Isla. Nada de eso.
Probablemente, lo único palpable que trajo en su maletín fue un cheque de 15 millones donados por el gobierno de Hanoi, tras una campaña de donaciones que se extenderá hasta el 16 de octubre y fue lanzada por las autoridades vietnamitas como muestra de la “solidaridad histórica” entre los dos países. La prensa estatal mantenía actualizado el monto de dinero recaudado. Los camaradas del partido comunista cubano no tuvieron la suficiente paciencia para esperar al otoño.
Díaz-Canel aprovechó el 80 aniversario de la independencia de Vietnam y se alistó con su esposa, la no primera dama Lis Cuesta, para visitar la nación asiática, recoger el donativo y, a la vez “pasar el sombrero” con la narrativa gastada del “cruel bloqueo imperialista”.
Desde que fuera colocado en el poder en 2018, Díaz-Canel ha viajado al exterior unas 50 ocasiones, a países en cuatro continentes. La última gira, a Vietnam, China y Laos, acompañado de una numerosa comitiva, desató la ira entre los cubanos de a pie que comen una vez al día, padecen apagones maratónicos y un déficit alarmante de agua potable, entre otras penurias. Las críticas en la calle y en las redes sociales fueron subidas de tono.
Una burla total
Dennis, estudiante universitario, considera que ese viaje “demuestra, una vez más, que el gobierno se burla olímpicamente del pueblo. Ese guanajo (Díaz-Canel) no se cansa de ‘jinetear’ por todo el mundo dinero para la familia Castro, los terratenientes de la finca llamada Cuba. ¿Qué beneficios tenemos los cubanos? Ninguno. Todo se queda en falsas promesas, ilusiones y mentiras”.
Lorena, empleada estatal, opina que “estos degenerados les dicen al pueblo un montón de falsedades, desde informar de supuestas inversiones millonarias con Rusia, que nunca se han dado, hasta firmar decenas de acuerdos que nunca se cumplen. Si algo ha logrado el 'sin casa' en esos viajes es recaudar dinero destinado a la crápula gobernante”.
La gira pedigüeña
Manuel Cuesta Morúa, líder opositor y vicepresidente del Consejo para la Transición Democrática en Cuba, opina que la última gira de Díaz-Canel es una “reproducción, en una dimensión peor, de un Estado mendicante en la cola de países autoritarios, autocráticos del mundo para extender su mano pedigüeña, al tiempo que reafirmar su posición como enclave de otras potencias, lo cual ha sido siempre Cuba. Lo que está pretendiendo el régimen es buscar nuevos aliados o reforzar sus alianzas con países que puedan mantenerle, en vez de imitar a esos países que han abierto, al menos, su economía para sacar a la gente de la pobreza”.
En claves de geopolítica, Damián, licenciado en historia, subraya que la “visita fue un fracaso absoluto. La prensa oficial intentó vender humo para camuflar la realidad. Pero todo quedó en las palabras huecas de siempre, condenando al bloqueo y poco más. El fiasco mayor fue durante la estancia en China. No apareció en la foto oficial de los mandatarios que asistieron al desfile militar. Díaz-Canel estaba en la quinta fila junto a los asesores y escoltas mientras Xi, Putin y Kim hablaban amigablemente de cómo alargar sus vidas hasta los 150 años”.
“Díaz-Canel tuvo que conformarse con una palmadita, un par de fotos, la cena oficial, un encuentro con empresarios chinos y hasta luego. Los actuales gobernantes no acaban de digerir la realidad: Fidel Castro, para bien o para mal, era un líder que los centros de poder mundial como Rusia o China manejaron de otra forma durante la Guerra Fría. En el actual contexto, donde ya no existe el ‘internacionalismo proletario’ ni proyectos económicos como el CAME, esas dictaduras ven a Cuba como un dinosaurio político que tiene poco que ofrecer”, asegura Damián.
De China solo aspirinas
Gustavo, economista, coincide en que la gira también fue un fracaso en términos económicos. “Según la prensa oficial, en una reunión donde participaron más de 80 instituciones y empresas chinas y cubanas, 34 acuerdos vinculados a la creación de nuevas empresas mixtas, casi todas relacionadas con la ciencia e innovación, la adquisición de materias primas y la producción local de medicamentos. Pero nada se concretó, excepto la producción en China de cien millones de aspirinas e instalar en un año, cientos de megawatts en energía solar fotovoltaica”.
“Todo fue muy vago, ambiguo. En el viaje anterior de Díaz-Canel a China, en el mes de mayo, fue más o menos lo mismo. Las empresas privadas y estatales chinas se reúnen con sus homólogos cubanos para estudiar opciones de negocios. Pero los impagos, el corralito financiero de los bancos cubanos con las cuentas en divisas de los empresarios extranjeros y el burocratismo para abrir nuevos negocios, terminan desalentando a las compañías foráneas”, concluye Gustavo.
Jesús, dueño de un mercado al sur de La Habana, cuenta a DIARIO LAS AMÉRICAS que “en mis viajes a Rusia y Estados Unidos he hablado con empresarios rusos, estadounidenses y también con chinos, y prefieren hacer negocios con el sector privado de la Isla, porque paga. Si el gobierno quiere salir de la actual crisis económica y generar riquezas, el primer paso es implementar un marco jurídico que permita a los emprendedores privados y MYPIMES importar y negociar directamente con proveedores y empresas extranjeras. El sector privado es el único que crece en Cuba. Ya en ventas minoristas superamos a las entidades estatales. Y en los primeros seis meses de 2025 hemos importado más de 1,300 millones de dólares y tal vez este fin de año superemos los 2,600 millones de dólares en importaciones".
"En La Habana, con pesos, se puede comprar pasta dental Colgate, jugos producidos en Hialeah y carne de cerdo deshuesada de firmas estadounidenses. Si el gobierno crea un mercado cambiario estable, reduce los elevados impuestos, privatiza cientos de empresas estatales que solo dan pérdida y se centra en eliminar la pobreza, la economía saldría adelante. Lo han demostrado las dictaduras comunistas de China y Vietnam. Pero al ser ellos los dueños del bate y la pelota, lo quieren todo. Viven de espaldas a la realidad. En la práctica ningún empresario quiere hacer negocios con el Estado cubano. Además de malos pagadores, cuando ven que un negocio es lucrativo, actúan como delincuentes: te decomisan el 'bisne' y te meten preso. Mira el caso del empresario cubanoamericano Frank Cuspinera”, explica el emprendedor habanero.
Imposible negociar
Un diplomático occidental, en privado, menciona que incluso países aliados del castrismo lo critican en duros términos. “Cuando usted conversa con un empresario ruso o chino te dicen que es imposible negociar con el gobierno cubano. La corrupción y la burocracia frenan cualquier intención de emprendimiento. Dicen, en tono burlón, que siempre están llorando miseria y pidiendo créditos que luego no pagan”.
Félix, jubilado, ya está cansado de tanta muela absurda. "Ni con mil viajes a China o Rusia le van a sacar dinero a esos empresarios. Ya el mundo conoce de la pata que cojean estos sinvergüenzas de guayabera. Mientras los que gobiernan en Cuba gastan miles de dólares en sus lujos, el pueblo pasa hambre y mil necesidades. La solución es que se vayan”.
Lourdes, maestra, cree que al actual mandatario y sus ministros “deberían ser juzgados por ineficientes y corruptos. ¿Qué harán con esos 15 millones de dólares que les dio Vietnam? Vaya usted a saber. Hay que ser muy cínico para gastar miles de dólares y luego decirle al pueblo, al menos podremos comprar aspirina que nos alivie el dolor de cabeza que genera el desabastecimiento”.
En las alcantarillas del poder la preocupación es aún mayor. Uno de los propósitos de la gira de Díaz-Canel era buscar respaldo financiero en China. Pero antes debía renegociar la deuda. Según un informe del laboratorio de investigación e innovación Aid Data, con sede en Estados Unidos, la deuda de Cuba con Pekín superaba los 4.600 millones de dólares en 2021, a pesar de que en 2015 China había condonado una parte importante.
La prensa oficialista evita hablar de que en 2024 se suspendió un acuerdo para importar 400 mil toneladas de azúcar anuales a China por incumplimientos, daba a conocer un artículo del Financial Times. Entre las razones habría estado la incapacidad del régimen de La Habana para cumplir sus compromisos financieros y poner en marcha reformas económicas.
Existen tensiones debido a impagos con empresas chinas como Huawei y Yutong por montos millonarios que no están especificados. También se ha sabido que un fondo privado chino presentó a la dictadura verde olivo, una demanda en la corte de Londres por no pagar su deuda. Por ello, Díaz-Canel solo pudo obtener de Xi Jinping un puñado de vagas promesas y cien millones de aspirinas.
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