
A los 12 años, Pathrycia Mendonça viajaba junto a su madre en colectivo durante ocho horas desde Barquisimeto hasta Caracas, Venezuela para acudir a sus clases de violín. Hoy, con 26 años, integra la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, dirigida por Gustavo Dudamel, que se sumó a la primera de las diez fechas programadas por Coldplay en el emblemático estadio de Wembley, Inglaterra. Este ciclo de conciertos, iniciado este viernes, incluye un recorrido por los clásicos de la banda británica.
“Salía de Barquisimeto a medianoche para llegar a Caracas al amanecer. Iba a mis clases y, al mediodía, regresaba a mi ciudad con mi mamá. Lo hacía cada semana. Para mí, esa fue la clave para estar en la orquesta ahora”, contó Mendonça a BBC, quien consideró que el cansancio nunca fue un obstáculo real.
La violinista, que también es profesora, madre y chef, llegó a Londres tras un vuelo de 12 horas, dejando a su hija de 10 meses al cuidado de su madre. Su entusiasmo por participar en los diez conciertos con Coldplay es evidente: “No sé si puedo decir esto, pero soy una fanática loca de Coldplay, así que cuando me preguntaron si quería venir a tocar, pensé: ‘¡No puede ser!’”.
Mendonça confesó que siempre soñó con interpretar Viva La Vida junto a la banda, una pieza que considera emblemática por la presencia constante de cuerdas. “Esto es un sueño hecho realidad. Totalmente un sueño”, afirmó.

El recorrido de Mendonça y sus compañeros de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar es resultado directo de El Sistema, el programa de educación musical gratuita fundado en 1975 por José Antonio Abreu, según publicó BBC.
Entre los egresados más reconocidos de El Sistema destaca Gustavo Dudamel, actual director musical de la Filarmónica de Los Ángeles y director artístico de la Orquesta Simón Bolívar.
Dudamel, ganador de siete premios Grammy, asumirá el próximo año la dirección de la Filarmónica de Nueva York, convirtiéndose en el primer latinoamericano en liderar la orquesta sinfónica más antigua de Estados Unidos.
Durante las próximas tres semanas, Dudamel también estará en Londres, invitado por Chris Martin para abrir cada noche la residencia de Coldplay en Wembley. “Cuando toca, su voluntad es ayudar, sanar y transformar, y eso conecta con nuestros valores. Creo que quiso darle algo a la orquesta. Un regalo, un regalo muy generoso, de tenernos a todos juntos, celebrando el poder de la música”, expresó el venezolano.

Durante la primera fecha, el cantante presentó a la orquesta con palabras de calidez frente al público. “Son todos jóvenes de Venezuela, son nuestra orquesta favorita en todo el mundo y me gustaría que los traten mejor que a nosotros en aproximadamente dos horas. Que la pasen maravilloso esta noche, por favor, reciban a mi hermano Gustavo Dudamel y a la Orquesta Simón Bolívar”, expresó Martin desde el Wembley Stadium.
La relación entre Dudamel y Martin se remonta a 2007, cuando la Orquesta Simón Bolívar debutó en los “BBC Proms” con una interpretación vibrante de Mambo de Leonard Bernstein.
Poco después, Martin invitó a Dudamel a participar en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl de 2016 junto a Coldplay, consolidando una amistad que impulsó colaboraciones innovadoras.
Este año, Dudamel llevó a la Filarmónica de Los Ángeles al festival Coachella, donde interpretaron obras de Wagner y Beethoven en un set de 50 minutos que incluyó invitados como Dave Grohl, Cynthia Erivo y LL Cool J.
“Pensas, ‘Quizá esto es una locura’, pero fue lo más natural. El público coreaba el inicio de la Quinta de Beethoven como si fuera el riff de Seven Nation Army”, recordó Dudamel a BBC.

Dudamel espera que los conciertos en Wembley, donde la orquesta interpretará nuevamente la Quinta de Beethoven, el tema de Star Wars de John Williams y la Primavera de Vivaldi, logren un efecto similar. “Quiero que el público se sienta abrazado por el amor”, afirmó.
Y agregó: “No es ingenuo decir que vivimos una crisis de empatía. La música no trata de eso. La música trata de crear armonía juntos. Es el mejor ejemplo de cómo comportarse como comunidad”.
Durante las próximas tres semanas, cerca de un millón de personas presenciarán en Wembley la presentación de Mendonça y los integrantes de la orquesta.
“Es la mayor cantidad de gente para la que toqué. Es mucho. Es una forma de representar a mi país y, en mi caso, de dar esperanza a todos los niños a los que tuve la oportunidad de enseñar. A veces, cuando creces, no sabes por qué haces lo que haces... Pero cuando ves a alguien cercano lograr algo así, piensas: ‘Si ella puede, ¿por qué yo no?’”, concluyó.