
El estreno anticipado de la cinta japonesa Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba Infinity Castle marcó un nuevo récord de recaudación en preestrenos para una película de anime en Estados Unidos, al superar los 11 millones de dólares entre las funciones previas del martes y jueves de la semana del 12 de septiembre de 2025. El desempeño impacta directamente en los cines norteamericanos, el mercado de distribución y la industria del entretenimiento vinculada a la animación japonesa, ya que consolida la tendencia del anime en las principales salas estadounidenses.
De acuerdo con datos divulgados por la productora Sony/Crunchyroll y recogidos por Deadline, la película recaudó 11,4 millones de dólares en preestrenos, cifra que eclipsó los 4,3 millones obtenidos por la anterior marca del género, Dragon Ball Super: Super Hero, que databa de 2022. La suma registrada para Infinity Castle contempla los boletos vendidos para eventos exclusivos dirigidos a fanáticos y para los pases nocturnos estándar del 11 de septiembre. Entre los factores clave destacaron la exhibición en pantallas IMAX y formatos Premium Large Format (PLF), lo que elevó la ocupación de las funciones, de acuerdo con reportes del medio estadounidense.
En los años recientes, el anime de alto perfil ha experimentado una penetración creciente en la taquilla estadounidense. Películas como Demon Slayer: Mugen Train y las entregas de Dragon Ball han impulsado una serie de debuts con cifras récord en Norteamérica, según registros gremiales. El estreno de Infinity Castle llega además tras el éxito en plataformas digitales y la consolidación de comunidades de seguidores en redes sociales, que rozan los 200 millones, según estimaciones de RelishMix publicadas por Deadline.
La distribuidora Sony/Crunchyroll anunció que las funciones de preestreno, repartidas en cerca de 2.800 salas de Estados Unidos, alcanzaron 11,4 millones de dólares en ingresos, una marca sin precedentes para una producción de anime, conforme lo reportó el medio especializado Deadline. Esta cifra superó ampliamente la registrada por Dragon Ball Super: Super Hero en 2022, que sumó 4,3 millones el primer día, para luego recaudar 21,1 millones en el fin de semana de estreno.
La cantidad recaudada por Demon Slayer: Infinity Castle en la primera jornada también se situó cerca de los estrenos convencionales más exitosos de los últimos años en ese mercado, superando los ingresos nocturnos alcanzados por títulos como Joker: Folie à Deux, que obtuvo 7 millones de dólares en otoño de 2024, y quedando apenas por debajo de franquicias como Oppenheimer y Five Nights at Freddy’s, que en su momento lograron 10,5 y 10,3 millones respectivamente, según las comparativas del reporte de Deadline.

La saga adaptada del manga de Koyoharu Gotoge sostiene una base de seguidores movilizada por el éxito televisivo y digital, a lo que se suman iniciativas de preventa anticipada y acciones de mercadeo dirigidas a comunidades en redes sociales, de acuerdo con el monitoreo de RelishMix. Según ese informe, la suma de seguidores en TikTok, YouTube, Instagram, Facebook y X, vinculada a la propiedad intelectual de la franquicia, ronda los 200 millones.
Entre los asistentes, la experiencia colectiva en salas de cine, los lanzamientos exclusivos y la percepción de eventos únicos incentivan la venta anticipada de boletos. “El entusiasmo se centra en la animación y los momentos Zenitsu/Akaza”, escribe Deadline, tomando como referencia testimonios públicos de fanáticos durante los preestrenos.
El reporte sectorial publicado en Deadline destacó que la recaudación de Demon Slayer: Infinity Castle en preventa se acercó al récord absoluto del género en América del Norte, establecido por Pokémon: The First Movie de Warner Bros. en 1999, cuyo estreno superó los 31 millones en la taquilla del primer fin de semana. La secuela de Demon Slayer apunta a situarse entre los lanzamientos más exitosos, con proyecciones internas de la propia Sony/Crunchyroll para llegar a 35 millones de dólares en el ciclo de apertura. Otras fuentes del sector estiman que puede oscilar entre 45 y 60 millones de dólares entre viernes y domingo, según las previsiones recogidas por Deadline.
El fortalecimiento del rendimiento en cines estadounidenses también se observa en las cifras de ocupación y venta anticipada. De acuerdo con la nota, el monto total registrado en las funciones previas de martes y jueves supera la recaudación en los cinco primeros días de venta habitual para este tipo de lanzamientos, marcando un nuevo hito en la categoría.

El reporte sectorial de Deadline describió que el fin de semana del estreno de Demon Slayer: Infinity Castle estuvo acompañado por la función de otros títulos relevantes para la taquilla norteamericana. Entre ellos se menciona a El Conjuro: Últimos Ritos, de New Line, película que sumó un acumulado de 104,9 millones al cierre de su primera semana y obtuvo 3,3 millones en la jornada previa al fin de semana del estreno de la cinta japonesa. Además, filmes como Downton Abbey: La Gran Final y La larga caminata ingresaron 2,6 millones y 1,3 millones de dólares respectivamente en funciones anticipadas.
El informe subraya que estos resultados, considerados en conjunto, anticipan el mejor fin de semana de septiembre para la industria cinematográfica estadounidense desde la pandemia, superando en cifras totales los 100 millones de dólares para las películas en cartelera. El dato supera el mismo período del año anterior, que había alcanzado 93,7 millones, según datos internos de las distribuidoras replicados por Deadline.
Las valoraciones publicadas por el agregador Rotten Tomatoes situaron a Demon Slayer: Infinity Castle con un 96% de aprobación por parte de la crítica especializada, sobre 27 reseñas, mientras la audiencia reflejó una tasa de satisfacción del 99%. De acuerdo con Deadline, el filme destaca entre los fanáticos del género por su apartado visual y la música de intérpretes como LiSA y Aimer, fuentes que figuran de manera habitual en la franquicia.
Según datos de la propia distribuidora y del portal especializado en espectáculo RelishMix, la asistencia registrada en algunas ciudades sobrepasó la capacidad habitual de las salas, con boletos agotados en varias funciones y una alta interacción en publicación de comentarios, videos y reseñas en tiempo real durante las jornadas de preestreno.

La proyección de la industria para la película, difundida por Sony/Crunchyroll, prevé ingresos de entre 35 y 60 millones de dólares al cierre del primer fin de semana, aunque observadores del sector subrayan la volatilidad de los debuts animados y su alta dependencia de las comunidades de seguidores.
La tendencia de los últimos estrenos sugiere un interés sostenido por parte del público estadounidense en la animación japonesa, y una demanda creciente por experiencias en formatos de alta definición como IMAX o PLF, según el análisis brindado por Deadline. El resultado potencia la apuesta de los distribuidores por eventos de lanzamiento simultáneos y funciones especiales, con la expectativa de extender el desempeño a otras regiones y fortalecer la presencia de largometrajes de anime en el calendario de estrenos estadounidense.