¿Dónde y cuándo podrá verse el último eclipse solar de 2025?

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Los eclipses siempre despiertan fascinación, y cada vez que se aproxima uno, aumenta la expectativa por presenciar el espectáculo celestial.

Este domingo 21 de septiembre tendrá lugar el último eclipse solar de 2025. Aunque no será visible desde Nueva York ni en algún otro punto de Estados Unidos, el fenómeno genera interés a nivel mundial y marca el cierre de un calendario astronómico cargado de eventos.

El eclipse comenzará en el océano Pacífico a las 19:29 horas (13:29 horas ET) y concluirá a las 23:53 horas (17:53 horas ET) en la Antártida. En total, se extenderá durante 264 minutos. Sin embargo, la duración en la que se podrá observar desde cada región será más reducida, dependiendo de la ubicación.

Durante un eclipse solar, la Luna pasa entre la Tierra y el Sol, proyectando su sombra sobre la superficie terrestre. Aunque la Luna tarda 29,5 días en completar su órbita, esta se encuentra inclinada unos 5 grados respecto al plano terrestre, lo que hace que la alineación perfecta no se repita mensualmente.

Este detalle explica por qué los eclipses son eventos especiales que figuran entre los más esperados del calendario astronómico. En 2025, los cielos ya ofrecieron 3 eclipses: uno solar parcial, el 29 de marzo, y 2 lunares totales, el 14 de marzo y el reciente 7 de septiembre. El del domingo será el cuarto y último del año.

Cómo se verá en otras regiones

El eclipse solar del 21 de septiembre será parcial, lo que significa que la Luna no cubrirá completamente el disco solar y la Tierra no quedará a oscuras. El punto máximo de ocultación será del 86% en pleno océano Pacífico.

Entre los lugares con mejor visibilidad estarán Invercargill, en Nueva Zelanda, y la estación italiana Mario Zucchelli en la Antártida, donde el Sol quedará cubierto en un 72%. También se podrá disfrutar desde islas del Pacífico como Tonga, Fiyi, Samoa e Islas Cook.

En contraste, ni Europa ni Norteamérica, incluyendo Nueva York, estarán dentro del rango de observación directa. Para los residentes en la ciudad, la alternativa será seguir el evento a través de transmisiones en línea realizadas por observatorios y portales especializados en astronomía.

Para quienes viven en EE.UU., solo podrán ver este eclipse mediante una transmisión por parte de las agencias. (Foto: Andy Bao/AP)

Una coincidencia especial con el equinoccio

Más allá de la belleza visual, este eclipse tendrá un componente único: sucederá apenas un día antes del equinoccio de septiembre, que marca el inicio del otoño en el hemisferio norte.

Durante el equinoccio, el día y la noche duran casi lo mismo en todo el planeta porque el Sol se ubica en la línea del ecuador. Esta cercanía entre 2 fenómenos basados en alineaciones precisas, eclipse y equinoccio, los vuelve aún más simbólicos.

En la antigüedad, ambos sucesos eran interpretados como señales divinas o de cambio. Civilizaciones de distintas culturas los asociaban con ciclos agrícolas, espirituales o sociales. Hoy, gracias al conocimiento científico, se entienden como eventos astronómicos predecibles que permiten admirar la magnitud del universo.

¿Qué viene después del 21 de septiembre?

Tras este eclipse, el próximo evento astronómico importante será un eclipse solar el 17 de febrero de 2026, que tampoco se podrá ver desde Nueva York. Pocos días más tarde, el 2 de marzo, ocurrirá un eclipse lunar parcial, también fuera del alcance de los observadores en la ciudad.

Además, el 8 de abril de 2024, EE.UU. ya vivió un eclipse solar total histórico que atravesó gran parte del país, desde Texas hasta Maine, dejando una huella inolvidable en millones de personas. Estos recuerdos siguen vivos en la memoria de quienes tuvieron la oportunidad de presenciarlo.

El eclipse solar del 21 de septiembre no será el más impresionante del año, pero sí el último de 2025 y el más simbólico por su cercanía al equinoccio. Para los neoyorquinos, aunque no se podrá ver directamente, representa una ocasión para conectar con el interés global por la astronomía y para prepararse para los próximos grandes fenómenos.

Cada eclipse es un recordatorio de la precisión con la que se mueven los astros y de la importancia de observar el cielo con una mezcla de curiosidad y respeto. Y aunque el evento del domingo se desarrolle lejos de Manhattan, Queens o Brooklyn, seguirá siendo una oportunidad para mirar hacia arriba, imaginar la inmensidad del universo y planear futuras observaciones astronómicas.

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