
Una mujer de 65 años fue hallada muerta el pasado domingo 22 de junio, dentro de un basurero ubicado debajo del cobertizo de una vivienda unifamiliar en Opelousas, Luisiana. Según las autoridades, su propio hijo confesó haberle inyectado metanfetamina y posteriormente golpearla hasta causarle la muerte.
La víctima, identificada como Lisa Lloyd, fue descubierta por oficiales del Departamento de Policía de Opelousas tras recibir un reporte que señalaba al hijo de la mujer, Aaron Lloyd, de 33 años, como el autor confeso del crimen. El hombre, según la información policial, habría admitido no solo el homicidio, sino también el método y la disposición del cadáver.
Durante el operativo posterior al reporte, las autoridades hallaron el cuerpo de Lisa en un recipiente de basura, debajo del cobertizo de la casa, un espacio reducido, sombrío y cubierto parcialmente por la sombra de un árbol envejecido. La escena, descrita por la policía como “profundamente perturbadora”, se convirtió en el epicentro de una investigación criminal en desarrollo.
La captura de Aaron Lloyd fue realizada tras una operación conjunta entre el Departamento de Policía de Opelousas y la División de Investigación Criminal de la Oficina del Sheriff del condado de St. Landry. El hombre fue localizado en una residencia ubicada en la localidad de Krotz Springs, a unos kilómetros del lugar del crimen.
En el interrogatorio llevado a cabo por los investigadores, Aaron Lloyd admitió haber inyectado metanfetamina a su madre antes de propinarle una golpiza fatal. Así lo confirmó un comunicado oficial emitido por la policía de Opelousas, que detalló que el sospechoso relató los hechos con precisión durante la entrevista. “Lloyd confesó haberle suministrado metanfetamina a la víctima antes de golpearla hasta causarle la muerte”, señala el parte policial.
Posteriormente, Lloyd fue trasladado y fichado en la cárcel parroquial de St. Landry, donde permanece bajo custodia. Enfrenta una serie de cargos, entre ellos: asesinato en primer grado, agresión agravada en segundo grado, obstrucción de la justicia, no solicitar asistencia médica y distribución de una droga clasificada como sustancia controlada de tipo II, según el mismo comunicado.
El asesinato de Lisa Lloyd ha provocado una fuerte conmoción en la comunidad local. Opelousas, una ciudad de poco más de 16 mil habitantes, no está acostumbrada a crímenes con tal nivel de violencia y crueldad. El caso ha generado reacciones tanto entre los residentes como entre las autoridades locales, que han descrito el hecho como “devastador”.
El jefe de la Policía de Opelousas, Craig LeBlanc, ofreció una declaración en nombre del departamento, expresando la magnitud del impacto emocional que el crimen ha causado. “Este es un caso profundamente trágico y desgarrador que ha afectado a toda nuestra comunidad”, dijo LeBlanc. “Pedimos a todos que mantengan a la familia Lloyd en sus oraciones durante este momento increíblemente difícil”.

Asimismo, LeBlanc agradeció públicamente a los oficiales del condado por su colaboración en el arresto de Lloyd, destacando la rapidez con que se ejecutó el operativo. “Nuestro departamento está comprometido con buscar justicia con integridad y agradecemos la asistencia rápida y profesional de la Oficina del Sheriff del Condado de St. Landry”, agregó.
La situación legal de Aaron Lloyd se ha vuelto compleja debido a la cantidad y gravedad de los cargos que enfrenta. Según el informe emitido por el Departamento de Policía de Opelousas, el acusado está imputado por cinco delitos: asesinato en primer grado, agresión agravada en segundo grado, obstrucción a la justicia, no prestar asistencia y distribución de metanfetamina.
Cada uno de estos cargos podría conllevar penas severas. El asesinato en primer grado en el estado de Luisiana puede ser castigado con cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional o incluso la pena de muerte, dependiendo de las circunstancias agravantes que se presenten ante el tribunal.
Las autoridades no han ofrecido más detalles sobre el motivo del crimen ni sobre la relación previa entre madre e hijo, más allá de confirmar que ambos vivían en la misma residencia donde fue hallado el cuerpo.
Mientras continúa el proceso investigativo, la policía ha pedido respeto a la privacidad de la familia de la víctima. El entorno de Lisa Lloyd no ha emitido declaraciones públicas hasta el momento, y se desconoce si el sospechoso cuenta con representación legal que haya hablado con los medios.
El Departamento de Policía de Opelousas indicó que se encuentra recopilando más pruebas y testimonios que permitan esclarecer completamente los hechos ocurridos el 22 de junio. Las autoridades también recordaron que, a pesar de la confesión, el proceso judicial seguirá su curso y se respetarán los procedimientos legales establecidos.