Economía de guerra de la dictadura cubana: cada dólar cuenta

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LA HABANA. - En algún momento de la primavera de 2024, en Cuba directivos de las empresas más importantes del país, fueron citados a una reunión con funcionarios de la dictadura más longeva del hemisferio occidental. Recuerda un especialista de ETECSA que la agenda del día era concreta: recaudar dólares a cómo diera lugar.

“Ya los dirigentes hablaban de economía de guerra y se había implementado un alza del 25% a los altos consumidores de electricidad y la venta de combustible en divisas. En diciembre de 2023 en la Asamblea del Poder Popular, el primer ministro Manuel Marrero hablaba de encontrar nuevas estrategias para captar divisas. A cada empresa se le pidió estudiar mecanismos para vender parcialmente sus producciones o servicios en divisas. El argumento era el de siempre: con esos dólares obtenidos se podía invertir en comprar equipamiento e intentar encadenar otros sectores muy deprimidos. En teoría muy bonito, pero en la práctica no funciona, porque cuando una institución comienza a ingresar divisas, el Estado mete la mano en la caja y se lleva todo el dinero”, señala el especialista de ETECSA.

Dólares a toda costa

Manuel, directivo de una empresa de productos lácteos, al sur de La Habana, hoy residente en Uruguay, cuenta a DIARIO LAS AMÉRICAS, “que Marrero pidió con urgencia buscar fórmulas para captar dólares. Dijo que era crucial: en los últimos cuatro años, el gobierno había dejado de engrosar más de dos mil millones de dólares pues debido a la crisis económica, caída en la producción y desabastecimiento generalizado, esas divisas fueron a parar al sector privado. Teníamos luz verde. En el combinado lácteo se trabajaba solo diez o doce días al mes por falta de materia prima, lo que afectaba de forma notoria los salarios. La solución fue rentar los frigoríficos a emprendedores privados que elaboraban o importaban productos lácteos y con financiamiento privado producirlos en conjunto”.

Cuenta el especialista de ETECSA, que “a pesar de la abrupta caída en los ingresos en divisas de la empresa de telecomunicaciones, que es un monopolio en el país, si esos dólares se reinvirtieran en el desarrollo de la compañía, quizás hoy hubiera 5G y tuviéramos un nivel comparable a cualquier empresa de telecomunicaciones en América Latina. Hubo momentos que por cada línea de teléfono móvil la ganancia fluctuaba entre 130 y 150 dólares. Ninguna empresa de telecomunicaciones en el mundo gana esa cantidad de dinero. Multiplica esas cifras por 6 millones o 7 millones de celulares contratados en ese momento por ETECSA y notarás que las ganancias eran superiores a los 1,500 millones de dólares anuales. A eso súmale que se cobra en divisas los servicios a embajadas, hoteles y empresas extranjeras. ETECSA es una mina de oro incluso en la crisis actual. Ahora genera entre 350 y 400 millones, suficiente para garantizar con calidad los servicios. Pero sucede, repito, que esos dólares van a parar al gobierno”.

Caza desesperada

Antes de ir a la reunión, asegura el especialista de ETECSA, “ya la empresa había realizado un estudio de factibilidad y descubierto nuevos nichos de mercado. Sugerimos aumentar la velocidad de conexión, implementar 5G y otras tecnologías para justificar el pago de esos servicios en divisas. El gobierno insistía que no tenía recursos para invertir. Fue entonces que se decidió, un año después, aplicar el tarifazo”.

La desesperada caza por recaudar dólares del régimen se puede explicar, según Gustavo, economista, “porque para el gobierno es un asunto de vida o muerte. Cada vez hay menos divisas para mantener al gigantesco aparato burocrático, militar y represivo. Hay más de un millón de personas en la órbita del Estado que como sanguijuelas vive de los recursos que supuestamente debieran ser del pueblo. Esa casta necesita gasolina para mover sus autos, alimentos y dietas para sus viajes al extranjero. El Estado financia la construcción de casas a los militares. También tienen teléfonos pagados por el gobierno, hospitales exclusivos y villas de recreo. Es un asunto de subsistencia. Si no pueden mantener a sus partidarios, el sistema se viene abajo. Por eso esta guerra, denominada económica, es tan importante para el régimen. Si tienen que confiscar los dólares casa por casa o decretar leyes que prohíban el uso de divisas, lo harán, para obligar a que la gente cambie las divisas en el banco”.

Cambio de moneda

Un ex funcionario del Banco Central de Cuba afirma que “es posible que un cambio de moneda o sustituyan el dólar por algo parecido al CUC (peso convertible). Cuatro años después de aplicada la Tarea Ordenamiento se ha demostrado que ha sido la causa principal de que la economía se encuentre en crisis terminal. Quisieron subsanar el disparate de tres tipos de cambio en una economía distorsionada y han provocado un tsunami financiero que no tiene solución. O sí, cambiando el modelo económico. Intentar arreglar el embrollo generado tras muchos años de errores en materia financiera ha traído como consecuencia el desplome generalizado de la economía y sus producciones”, subraya el exfuncionario bancario.

Lo más práctico, sugieren diversos expertos, sería reunir al monocorde Parlamento nacional y hablarle con franqueza: No hemos sido capaces de revertir la crisis económica ni la inflación, tampoco frenar la caída productiva”, debiera decir Miguel Díaz-Canel en una emisión televisiva nacional. Y luego convocar a elecciones generales. Sería una retirada digna. Pero las dictaduras marxistas no actúan de acuerdo con la lógica. Huyen hacia adelante.

Asfixia económica

El pasado mes de abril, en su desespero por escapar de la asfixia económica, las autoridades de la Isla decretaron un corralito financiero a inversionistas extranjeros. Notificaron a varias empresas foráneas que sus cuentas en divisas no pueden ser transferidas fuera del país. Esa orden generó gran malestar entre las compañías afectadas, que en algunos casos se quejaron a sus respectivos gobiernos, publicaba la agencia española EFE.

La dictadura militar hará lo que haga falta para conseguir dólares. Hace un año detuvo de forma inesperada al empresario cubanoamericano Frank Cuspinera, dueño del Diplomarket, conocido como el Costco cubano, ubicado en la carretera de Berroa, al sur de La Habana, un negocio en componenda con pesos pesados del régimen. Según fuentes conocedoras del caso, “cuando el gobierno vio las ganancias obtenidas por Frank, decidió aplicar el uso de la fuerza: inventarle una supuesta causa legal, decomisarle hasta el último centavo y meterlo preso entre los peores delincuentes del país. Lo mismo que hicieron con Robert Vesco, el estadounidense que murió de cáncer dos años después de salir de prisión o con el chileno Max Marambio, que por suerte escapó de Cuba”.

Después de seis días en huelga de hambre en la cárcel de máxima seguridad Combinado del Este, Cuspinera reclama, en una carta que se hizo pública, ayuda de la comunidad internacional y denuncia las arbitrariedades cometidas contra él por parte de la Seguridad del Estado.

En un nuevo paso para recaudar dólares, la inmobiliaria Cubija de la empresa Palco, controlada por el Consejo de Estado, les exige a los inquilinos extranjeros radicados en la Isla que a partir del primero de julio “el precio mensual de inmueble arrendado será pagado en USD”.

Un empleado cubano que trabaja en una embajada occidental cuenta a DLA que esa noticia “ha generado una ola de preocupaciones entre los extranjeros que trabajan conmigo. Ellos están hospedados en una inmobiliaria que pertenece a Palco. Pagaban una cuota mensual, en dólares convertidos a un peso por 24, por ejemplo, de 80 mil pesos. Ahora con la nueva medida deben pagar más de 3 mil dólares. Sus salarios son de 4 mil dólares. Si no resuelven alquilarse en casas particulares, algunos ya están pensando irse de Cuba. Un diplomático le dijo a un amigo mío que ya no puede con tantas leyes absurdas. Te obligan a hacer contratos que no cumplen o de pronto cambian”.

Como locos

Y la peor noticia: “Se rumora que los cubanos que trabajan en embajadas y firmas extranjeras y les pagan en euros o dólares, también van a tener que pagarle una cantidad a Palco, que en algunos casos sería la mitad de lo que recibes. El gobierno está como loco buscando divisas. Como nadie quiere seguir dándoles dólares a ETECSA, se los quiere quitar al personal cubano y a los extranjeros de cualquier forma”, revela el empleado.

La caza del dólar por parte del régimen raya en el surrealismo. Erly Casanova, un beisbolista de Pinar del Río e hijo de uno de los más grande peloteros cubanos: Luis Giraldo Casanova, a punto de cumplir 40 años decidió gestionar un contrato en una liga italiana. El pago no es mucho, poco más de mil euros mensuales. Jugaba un tiempo en Europa y luego regresaba a vestir la franela de su equipo en la Serie Nacional. Como tantos otros descartes.

Sucede que la estatal federación de béisbol cubana, en otra de sus típicas injusticias, sancionó a Casanova apartándolo un año de competir en torneos nacionales. Las causas: su contrato no lo gestionó la federación y no pagaba el diezmo del 20 por ciento decretado por el régimen a los deportistas contratados en clubes foráneos. El gravamen sería 20 o 30 dólares al mes. ¿Es justo sancionar a un pelotero a punto de retirarse por esa cantidad?, se preguntan los cubanos en redes sociales. Al parecer, para la dictadura castrista, cada dólar cuenta.

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