
En un momento de redefinición de las relaciones bilaterales, Ecuador y Panamá se encaminan hacia la negociación de un tratado de libre comercio (TLC) después de haber alcanzado un consenso histórico para compartir información financiera que permita combatir la evasión tributaria y el lavado de activos. La decisión llega en el contexto del anuncio del gobierno ecuatoriano de retirar a Panamá de la lista de paraísos fiscales, medida que estuvo vigente durante 17 años.
En entrevista con Infobae, José Alvear Campodónico, presidente ejecutivo de la Cámara Ecuatoriano–Panameña de Comercio, Turismo e Industrias, explicó que la salida de Panamá de esa lista fue un paso “por demás positivo”, porque elimina un obstáculo que afectaba tanto la confianza de los inversionistas como la reputación de las operaciones comerciales entre los dos países.
Consultado sobre el impacto inmediato, Alvear recordó que la inclusión de Panamá como paraíso fiscal en 2007 se dio “con un cálculo político y hasta cierto punto de forma injusta”, y destacó que el cambio se concretó tras las gestiones conjuntas del embajador panameño en Quito, Alfredo Montaner, y de la Cámara que él dirige. Según dijo, se logró acercar al Servicio de Rentas Internas (SRI) de Ecuador con la Dirección General de Ingresos (DGI) de Panamá para firmar acuerdos de transparencia y transferencia de información en tiempo récord.
“Quince días después estaban sentados el SRI con la DGI en Panamá firmando acuerdos de transparencia y transferencia de información de datos de todos los ecuatorianos que tienen inversiones o algún tipo de cuenta financiera en Panamá”, relató.

Con la salida de Panamá de la lista de paraísos fiscales, ya se han instalado mesas técnicas con sectores mineros, financieros, energéticos y deportivos para delinear las bases de un TLC. “Estamos trabajando con el gobierno y con el empresariado en las mesas técnicas para tener el tratado libre comercio más conveniente para nuestros empresarios”, confirmó Alvear.
El empresario confía en que el próximo paso sea la concreción de un acuerdo amplio que permita consolidar la relación bilateral. “Hay un sinnúmero de empresarios que están por demás entusiasmados en poder salir a Panamá porque saben el potencial que representa Panamá para esa prosperidad económica y reactivación económica que necesita el país”, señaló.
La cooperación entre los países incluye un intercambio en línea de información financiera que permitirá al Estado ecuatoriano acceder, de forma casi inmediata, a datos sobre empresas o personas naturales con vínculos en Panamá. Para Alvear, este mecanismo elimina una “arista reputacional” que había desincentivado la llegada de capitales. “Ahora, si el Estado ecuatoriano pide información de cualquier empresa cuyos propietarios son de Ecuador o cualquier persona natural, inmediatamente se le va a facilitar todo su historial financiero en Panamá y el nivel de inversiones”, explicó.
En su opinión, Panamá ya ha demostrado en el escenario internacional su disposición a trabajar con altos estándares de transparencia, lo que le ha permitido salir de las listas fiscales de la Unión Europea y avanzar en acuerdos con el Mercosur. “En Sudamérica, solamente quedaban tres países que lo tenían como paraíso fiscal: Venezuela, Ecuador y Perú. Salió ya Ecuador, ahora solamente queda Perú por un tema proteccionismo de sus productos y Venezuela por su tema geopolítico”.
El aspecto económico del acercamiento no es menor. Alvear subrayó que Panamá es, contra la percepción común, el segundo socio comercial de Ecuador, después de Estados Unidos, y por encima de China. Según sus cifras, en 2024 las exportaciones ecuatorianas hacia Panamá alcanzaron los USD 6.386 millones, con un 40% correspondiente a derivados del petróleo y un 60% a productos como alimentos para mascotas, muebles o repuestos para autos.
“Este monto equivale al 18% de las exportaciones totales y al 4,2% del PIB nominal, es decir, nada despreciable”, sostuvo. A su criterio, el beneficio será mutuo: para Panamá, representa ingresar a Ecuador sin el estigma de ser un paraíso fiscal y ofrecer servicios financieros y logísticos de alcance internacional; para Ecuador, se abre la posibilidad de atraer inversiones y potenciar el comercio binacional.

Ante la pregunta de qué significa esto para el ciudadano común, Alvear aseguró que la decisión repercutirá en empleo y oportunidades: “Al haber esta posibilidad y este puente que tiende la Cámara, los inversionistas, comerciantes, PYMES, MIPYMES y artesanos van a tener un mayor margen de rentabilidad. Ese ahorro se convierte en capital, y ese capital lo utiliza el empresario para crecer, y para crecer necesita más mano de obra”.
La Cámara Ecuatoriano–Panameña se ha planteado ser el vocero de los sectores productivos ecuatorianos interesados en ampliar sus horizontes. “La cámara te da el servicio de capacitarte, de asesorarte jurídicamente para que crees la persona jurídica para poder salir al mundo y después te sienta en mesas de negocios para que ofrezcas tus productos”, explicó Alvear, al señalar que Panamá es un mercado de apenas 4,5 millones de habitantes, pero con 17 tratados de libre comercio que lo convierten en “la puerta de las Américas”.