
Las autoridades migratorias de Estados Unidos deportaron esta semana a Mishelle Sol Ivanna Ortiz Ubillus, ciudadana peruana y figura visible en redes sociales, buscada por su presunta participación en una organización criminal transnacional. La operación estuvo a cargo de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) a través de su división en Nueva Orleans.
Ortiz Ubillus fue detenida en Nueva York tras una investigación que la vinculó con Gianfranco Torres Navarro, identificado como cabecilla del grupo delictivo conocido como Los Killers de Ventanilla y Callao. Ambos fueron arrestados por las autoridades estadounidenses. Ortiz Ubillus fue señalada por tener un rol destacado dentro de esta red criminal con base en Perú.
La mujer fue devuelta a su país de origen el 1 de julio. Según informó ICE en una comunicación oficial, su deportación constituye una “remoción de alto perfil” y responde a una orden pendiente de las autoridades peruanas, que la acusan formalmente de delitos relacionados con crimen organizado.
De acuerdo con la información difundida por ICE, Ortiz Ubillus mantenía una relación personal con Gianfranco Torres Navarro, figura central en Los Killers, lo cual fue clave para su ubicación en territorio estadounidense. La agencia detalló que su paradero en Nueva York fue descubierto a partir de la vigilancia sobre actividades relacionadas con el mencionado líder criminal.
ICE subrayó que Ortiz Ubillus no solo estaba implicada sentimentalmente con Torres Navarro, sino que también desempeñaba un papel relevante dentro de la organización. Aunque no se especificaron los cargos exactos, se indicó que era requerida por las fuerzas de seguridad peruanas en el marco de investigaciones sobre delitos de crimen organizado.
La agencia estadounidense manifestó que esta deportación representa un mensaje claro para individuos que pretendan utilizar suelo norteamericano como refugio. “Estados Unidos no es un lugar seguro para los prófugos internacionales. Serán encontrados, arrestados y regresarán a su país para enfrentar la justicia”, indicó ICE en su comunicado publicado en la red social X (antes Twitter).

La detención y posterior expulsión de Ortiz Ubillus fue coordinada por agentes del Departamento de Seguridad Nacional y del ICE en su oficina de Nueva Orleans. Las autoridades explicaron que, tras su arresto en la ciudad de Nueva York, fue trasladada a un centro de detención para inmigrantes y posteriormente embarcada hacia Perú.
La operación formó parte de las acciones de la agencia para asegurar el cumplimiento de órdenes judiciales internacionales y reforzar su cooperación con gobiernos extranjeros en la lucha contra el crimen organizado. Según ICE, el arresto de Ortiz Ubillus es uno de los casos más relevantes en lo que va del año en términos de colaboración bilateral en seguridad.
Las autoridades estadounidenses aprovecharon la divulgación del caso para reafirmar su posición frente al crimen organizado con operaciones en más de un país. En palabras del portavoz de ICE, este caso ilustra “el alcance transnacional de ciertos grupos criminales” y la necesidad de mantener vínculos sólidos con agencias policiales extranjeras.
Ortiz Ubillus fue identificada no solo como una figura pública en plataformas digitales, sino también como alguien con acceso a operaciones internas de la organización criminal que lidera Torres Navarro. Si bien ICE no proporcionó detalles sobre su actividad específica, enfatizó su carácter de “miembro prominente” dentro del grupo.

La repatriación de Ortiz Ubillus ocurre en un contexto de intensificación de la cooperación judicial entre Estados Unidos y América Latina, en especial en lo que refiere a crímenes de carácter transnacional. En su mensaje institucional, ICE reafirmó su compromiso con la política de “tolerancia cero” frente al uso del territorio estadounidense como escondite para individuos buscados en sus países de origen.
La agencia concluyó en su comunicado que seguirá apoyando las solicitudes de repatriación presentadas por gobiernos aliados en el combate a estructuras delictivas con impacto global.
Hasta el momento, las autoridades peruanas no han emitido una declaración pública sobre la recepción de Ortiz Ubillus ni sobre los próximos pasos judiciales en su contra. Tampoco se ha confirmado si Gianfranco Torres Navarro será igualmente deportado o enfrentará cargos en suelo estadounidense.