
Chi Lewis-Parry es un exluchador de MMA que gracias a su imagen titánica consiguió el papel de uno de los personajes más importantes de Exterminio: La evolución, Samson, un infectado Alpha.
Aunque Samson llamó la atención por su colosal presencia y su monstruoso rugido, hay un detalle que resaltó generando conversaciones; la desnudez total a la que están sometidos los infectados, ya que en casi 30 años sus ropas se desgarraron y desintegraron.
En este contexto, Samson no solo acaparó la atención del público por su brutalidad, sino también por tener una titánica prótesis genital, la cual es mostrada por la cámara en varias tomas.
El gran tamaño de la entrepierna de Samson es obviamente un detalle estético que va de acuerdo con la naturaleza “agigantadora” del virus.

“Bueno, si fueron prótesis. Hay una ley que prohíbe la desnudez, creo que es por los niños. Está permitida la desnudez pero tiene que ser falsa. Fue para protegerlos a ellos. Y también soy alguien bastante amistoso, siempre estoy abrazando a la gente. ¡No habría podido sentirme cómodo estando totalmente desnudo!“, dijo.
El reportero de Variety le dijo a Chi Lewis-Parry que ha estado hablando sobre la “propia prótesis” del actor, así que le preguntó sobre cual era su proporción. “Bueno, mido poco más de dos metros, no diré más”, respondió.
Los Alpha son la variante evolucionada de los infectados, que portaron el virus de la rabia durante casi 30 años. El virus en su interior se transformó al equivalente de un esteroide, que los hizo de mayor tamaño, más poderosos y más letales.

Los Alpha son la viva imagen de la brutalidad que domina los terrenos devastados del antiguo Reino Unido, además tienen la mórbida habilidad de arrancar cabezas humanas unidas a la espina dorsal.
Entre todos los Alpha destaca Samson, el más colosal, descrito por Chi Lewis-Parry como “el rey de los infectados”.
En una entrevista con la revista Variety dijo que es un devoto del género de horror, por lo que fue una “alegría absoluta” unirse a la producción de Exterminio: La evolución.
Lewis-Parry dejó su carrera de luchador para dedicarse de lleno a la industria del espectáculo, coincidentemente su primer papel fue en la serie Pistol de Danny Boyle.
La sinergia entre Boyle y Lewis-Parry fue tan buena que Boyle lo invitó a seguir trabajando con el, en lo que Chi solo conocía como “Proyecto sin título de Boyle”.

“La invitación me aterró, se trataba del llamado de un director ganador del Oscar”, dijo el actor y destacó que lo más aterrador era que no sabía quién o qué era lo que se suponía que iba a interpretar.