
En el mundo del cine, donde cada decisión puede marcar el rumbo de una carrera, incluso los más grandes actores tienen momentos que desearían poder rehacer. Ese es el caso de Denzel Washington, quien se arrepintió de rechazar el papel del detective David Mills en Se7en, el exitoso thriller de David Fincher estrenado en 1995.
Durante una entrevista realizada en el Festival Internacional de Cine de Toronto en 2014, mientras promocionaba El justiciero, el actor admitió haber rechazado el guion de Se7en por considerarlo demasiado perturbador.
“Leí el guion y pensé: ‘Esto es demasiado demoniaco, demasiado oscuro’. En ese momento, simplemente no me sentí cómodo con la historia”, admitió el ganador del Óscar.

El personaje que Denzel Washington dejó pasar, un detective joven e impulsivo que investiga una serie de asesinatos basados en los siete pecados capitales, fue finalmente interpretado por Brad Pitt, en una actuación que marcó un punto de inflexión en su carrera.
El film, dirigido por un entonces poco conocido David Fincher, se convirtió en un clásico moderno del cine de suspenso y es ahora considerado una de las mejores películas del género.
Washington, conocido por interpretar a figuras de autoridad con una intensidad inquebrantable —desde oficiales de policía hasta abogados y comandantes militares—, explicó que su decisión también estuvo influenciada por el hecho de que Fincher apenas comenzaba su carrera como director de cine.

“No tenía experiencia en películas. Venía de los videoclips. No sabía quién era realmente, y el material me pareció excesivo”, dijo.
Lo cierto es que, en retrospectiva, la estrella de Hombre en llamas ha reconocido con franqueza que fue una mala decisión no aceptar ser parte del proyecto, ya que cuando vio el resultado final en pantalla, quedó sorprendido.
“Vi la película después y me di cuenta de que cometí un error. Pitt lo hizo muy bien, y la película es excelente. Evidentemente, no era para mí… era para él desde el principio”, expresó.

Cabe destacar que el guion, escrito por Andrew Kevin Walker, no escatimaba en oscuridad ni violencia. La historia gira en torno a dos detectives —el veterano Somerset (Morgan Freeman) y el novato Mills (Brad Pitt)— que investigan una serie de asesinatos meticulosamente diseñados para reflejar cada uno de los siete pecados capitales.
Con un tono sombrío, una atmósfera opresiva y un final impactante, Se7en se convirtió en una película que redefinió los estándares del thriller psicológico.
Lo irónico es que, años después, Denzel Washington no ha evitado papeles duros o controversiales. Ha interpretado a personajes moralmente ambiguos como el detective corrupto Alonzo Harris en Training Day, papel por el que ganó su segundo Óscar, o el piloto con problemas de adicción en Flight.
Sin embargo, para el actor, el guion de Se7en fue una frontera que, en ese momento, no se atrevió a cruzar.

Pese a ello, tanto Denzel Washington como David Fincher han seguido caminos extraordinarios. Él, con una filmografía repleta de actuaciones inolvidables. Fincher, por su parte, ha consolidado su estatus como uno de los directores más influyentes de su generación.