
La serie The Chosen, que narra la vida y ministerio de Jesús de Nazaret, se ha convertido en un fenómeno mundial con más de 280 millones de espectadores alrededor del planeta.
El proyecto dirigido por Dallas Jenkins ha conseguido el apoyo ferviente de una multitud de seguidores, pero también ha generado críticas entre quienes cuestionan que la producción no siga al pie de la letra lo que está escrito en las Sagradas Escrituras.
Ante esas observaciones, el creador defendió su visión artística y el enfoque narrativo que ha marcado la diferencia en esta ambiciosa ficción bíblica.
Estrenada en 2019, Los elegidos se ha financiado en gran parte por crowdfunding y ha crecido hasta convertirse en una de las producciones religiosas más vistas de la década. Su temporada 5 tuvo un estreno escalonado en cines, luego llegó a Prime Video y acaba de entrar al catálogo de Netflix Latinoamérica en la quincena de agosto.

El atractivo de la serie reside en la manera en que presenta a Jesús y a sus discípulos como personajes profundamente humanos, alejados de la imagen solemne o rígida de otras representaciones. Sin embargo, ese mismo recurso ha despertado polémica entre sectores religiosos más tradicionales.
Dallas Jenkins ha abordado este debate en varias entrevistas. En diálogo con Meridian Magazine, en mayo de este año, explicó por qué optó por una adaptación que mezcla fidelidad bíblica con elementos narrativos propios.
“En este show, empezamos con la Biblia como nuestra fuente primaria de verdad e inspiración. Empezamos con las historias de la Biblia como referencia para lo que vamos a contar, pero luego trabajamos hacia atrás”, señaló.
El director defendió las licencias creativas de la producción, ya que la Biblia no tiene el formato de un guión. “Los evangelios no fueron escritos para ser un registro de todo lo que Jesús dijo o hizo. El evangelio nunca muestra a Jesús diciendo ‘hola’, pero sabemos que debió hacerlo, aunque no lo leamos en la Biblia”.
Para Jenkins, lo esencial es equilibrar el texto bíblico con la investigación histórica y social.

“Usamos el contexto cultural para saber cómo era la vida en aquellos tiempos, el contexto histórico para entender qué habrían hecho en eventos importantes como una boda, un funeral o incluso una crucifixión, y luego añadimos la imaginación humana”.
El creador insiste en que ese enfoque ha conectado con la audiencia porque presenta a los protagonistas como personas de carne y hueso, con miedos, emociones, historias y conflictos propios.
“Creo que lo que ha resonado con la gente es que no tratamos a estos personajes como palabras en una página, como vitrales o pinturas. Eran seres humanos y los estamos trayendo a la vida”, dijo.
Mientras continúa la discusión sobre su fidelidad a la Biblia, la serie se prepara para uno de sus momentos más complejos: la representación de la crucifixión en la sexta temporada, actualmente en rodaje. Esta entrega será la penúltima de la ficción, ya que Jenkins planea concluir con siete entregas.

Según detalló Forbes (29 de junio de 2025), el rodaje comenzó en abril en North Texas, pasó por Utah y culminó en Matera, Italia, donde se filmaron las escenas de la crucifixión.
La temporada cubrirá solo 24 horas de la vida de Jesús, desde su arresto hasta su ejecución, pero se ha convertido en la más larga y exigente en términos de producción: un rodaje de 86 días, casi 20 más que en temporadas anteriores, debido a la gran cantidad de escenas nocturnas.
El propio Jenkins admitió a KSL TV que ha sido un desafío agotador: “Es un rodaje físico y logísticamente difícil. La temporada más dura que hemos hecho”.
El elenco también ha compartido su experiencia. Jonathan Roumie, que interpreta a Jesús, dijo a Collider que es “el papel más difícil” de su carrera.
“Es brutal. Esta es la temporada más difícil que he hecho, con la carga física y emocional que implica representar la pasión y muerte de Cristo”, indicó.
Elizabeth Tabish, quien interpreta a María Magdalena, relató a AP News lo que sintió al presenciar la grabación de la crucifixión: “Es pura devastación, ver a tu amigo ser humillado, burlado y ejecutado públicamente. Nunca hizo daño a nadie. Hay mucho dolor”.