El dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó este lunes que Estados Unidos prepara una “agresión” de “carácter militar” contra su país, y aseguró que el régimen está habilitado por “leyes internacionales” para enfrentarla.
En las últimas semanas Estados Unidos desplegó ocho buques en aguas del Caribe sur en un operativo antinarcóticos. Washington acusa a Maduro de supuestos nexos con el narcotráfico y pide una recompensa de 50 millones de dólares por la captura del dictador.
Hay “una agresión en camino, de carácter militar, y Venezuela está facultada por las leyes internacionales para hacer(le) frente”, indicó el dictador venezolana sobre el despliegue de barcos estadounidenses en el Caribe.
Maduro aseguró que en el país se desplegaron 2,5 millones de militares y milicianos el pasado jueves, tras el anuncio de un plan de defensa por “la paz y soberanía” que, anticipó, seguirán realizando “sin previo aviso” y en “cualquier momento”.
“Estamos desplegados, seguiremos desplegados. Esta crisis nos ha servido de oportunidad para relanzar aún más los planes, para perfeccionarlos”, dijo Maduro en una rueda de prensa internacional, transmitida por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).
En una rueda de prensa con medios internacionales, Maduro anunció además que “las comunicaciones con el gobierno de Estados Unidos están deshechas” y señaló al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, de ser el “señor de la muerte y la guerra”.
Rubio había señalado la semana pasada a Maduro de ser un “fugitivo de la justicia estadounidense” a propósito de la recompensa que solicita Estados Unidos por su captura.
Este lunes, en una entrevista con Fox News previa a las declaraciones de Maduro, Rubio dijo que el mandatario venezolano “plantea una amenaza directa a la seguridad nacional” de Estados Unidos a raíz del supuesto narcotráfico del cual se le acusa.
Para Rubio, el caso es claro y constituye una amenaza real: “No solo es él. Hay toda una red de personas en ese país que han utilizado el aparato de lo que dicen que es un gobierno para operar una estructura de narcotráfico dirigida contra Estados Unidos”. El funcionario estadounidense fue más lejos al referirse a las acciones recientes: “No vamos a permitir que un cartel opere o se haga pasar por gobierno dentro de nuestro propio hemisferio”.
Rubio también puntualizó sobre la postura internacional: “Nosotros no lo reconocemos como presidente. Más de 50 países tampoco lo hacen. Ese cargo, el de presidente de Venezuela, es solo un título que Maduro se autoimpuso y no es legítimo”. A diferencia de otras situaciones diplomáticas, Rubio recalca que el caso de Maduro es criminal: “Está acusado. Es un fugitivo de la justicia estadounidense y hay una recompensa por su captura”.
Rubio recalcó que “no se trata de un simple incentivo o impulso político. Lo que hay es una red de criminales organizados desde el poder”, subrayando que el Cartel de los Soles, organización criminal surgida desde el propio Estado venezolano, actúa como “un cartel que usa instrumentos de gobierno para sus fines ilícitos”.
El fin de semana, el gobierno venezolano denunció que militares estadounidenses que forman parte de la tripulación del destructor de la Armada USS Jason Dunham retuvieron por ocho horas a un buque atunero que navegaba en aguas del Caribe venezolano.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, también aseguró que Estados Unidos triplicó en agosto el despliegue de aviones espía “contra” Venezuela.