
La Fuerza Aérea israelí realizó este domingo ataques aéreos sobre Saná, la capital de Yemen controlada por los hutíes en respuesta a repetidas agresiones del grupo terrorista contra el Estado de Israel y sus civiles.
De acuerdo con el comunicado de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los ataques fueron lanzados contra “infraestructura militar del régimen terrorista hutí en la zona de Saná, incluyendo un sitio militar en el que se encuentra el palacio presidencial, las plantas eléctricas de Asar y Haziz, y un depósito de combustible; todas utilizadas para la actividad militar del régimen hutí”.
“El ataque a las plantas eléctricas afecta la producción y el suministro de electricidad para fines militares. El uso de estas plantas constituye una prueba adicional de cómo el régimen hutí utiliza infraestructura civil para fines militares”, agrega el texto difundido por las FDI.

Asimismo, el Ejército israelí recordó que el grupo rebelde yemení “opera bajo la dirección y financiación del régimen iraní”. Y añadió: “El régimen terrorista explota el dominio marítimo para proyectar fuerza y llevar a cabo actividades terroristas contra el transporte marítimo global y las rutas comerciales”.
Por último, las FDI advirtieron que actuarán “contra los ataques continuos y repetidos del régimen terrorista hutí contra el Estado de Israel”, y que mantienen su determinación de “continuar eliminando cualquier amenaza que se presente contra los civiles del Estado de Israel, donde sea necesario”.
Los bombardeos llegan después de que los hutíes lanzaran el viernes un dron y un misil balístico equipado con una bomba de racimo contra Israel. Un informe de la Fuerza Aérea israelí indica que, en este ataque, los hutíes emplearon por primera vez un proyectil con este tipo de ojiva.
Una de las municiones impactó el patio de una vivienda en la ciudad central de Ginaton, ocasionando daños menores, mientras que la investigación militar sobre por qué no fue interceptado el proyectil sigue en curso. El ejército afirma que la falla en la interceptación no se relaciona con el modelo de la ojiva.

Las FDI aseguran que “los sistemas de defensa aérea, con énfasis en la capa superior, son capaces de lidiar con e interceptar tales misiles, como lo han hecho en el pasado”.
Durante la guerra de 12 días en junio, Irán también lanzó misiles balísticos con ojivas de bombas de racimo contra Israel en al menos dos ocasiones. Según la información disponible, los hutíes que operan en Yemen reciben suministros de Irán.
El ejército israelí reconoció la semana pasada un ataque contra la infraestructura energética de Saná, centrado en la planta de Haziz, que provocó un incendio y dejó fuera de servicio varios generadores.

Los rebeldes hutíes lanzaron el viernes un ataque contra Israel mediante un dron y un misil balístico con una ojiva de bomba de racimo. Según información militar israelí, una de las municiones alcanzó el patio de una vivienda en Ginaton, una ciudad del centro de Israel, ocasionando daños leves.
Las autoridades israelíes investigan la falla en la interceptación del proyectil, y señalaron que la cuestión no se relaciona con el tipo de ojiva.
Los hutíes del Yemen, aliados de Irán, atacan frecuentemente Israel con misiles balísticos y drones, aunque la gran mayoría de estos son interceptados antes de llegar a su destino. Israel, como represalia, ha bombardeado Saná y otras regiones controladas por los insurgentes.
Estos enfrentamientos comenzaron tras el inicio de la guerra en Gaza después de los ataques de Hamas el 7 de octubre de 2023 y han continuado pese al alto el fuego entre los hutíes y Estados Unidos, que entró en vigor en mayo de este año.