
Un simple toque de color puede transformar por completo la atmósfera de un hogar, según la tendencia emergente del estilo disruptivo y que se consolida como una alternativa accesible y audaz frente a los extremos del minimalismo y el maximalismo.

Esta corriente, que se ha instalado con fuerza en el diseño de interiores, propone romper la neutralidad de los espacios con elementos inesperados y vibrantes, logrando un “efecto wow” sin necesidad de renovar toda la decoración.

Durante años, el minimalismo dominó la escena con paletas neutras y ambientes serenos. Ahora, la propuesta disruptiva invita a introducir piezas coloridas —ya sea una silla, una mesa o un objeto decorativo— que aportan personalidad y dinamismo.

Los salones en colores neutros (beige, grises) se rompen con la intrusión del color disruptivo: rojos, verdes, amarillos o azules”.
Este estilo disruptivo se sitúa entre el maximalismo ecléctico, que apuesta por la abundancia de formas y tonos, y este nuevo minimalismo enriquecido con acentos cromáticos, que permite renovar el ambiente con un compromiso mucho menor y resultados igualmente impactantes.

El efecto Wow se trata de una tendencia multitono: una corriente que pisa fuerte e invita a experimentar con una paleta amplia y vibrante para transformar los espacios del hogar. Esta visión, que se aleja de la sobriedad monocromática, busca dotar a cada ambiente de energía y personalidad a través del color.

El maximalismo regresa con fuerza, y el uso del color se convierte en su sello distintivo. La psicología del color sostiene que cada tono despierta sensaciones diferentes, y la combinación de varios puede dar lugar a ambientes únicos.

Así, la clave reside en atreverse a incorporar múltiples colores, superando el temor a que los espacios resulten recargados o desordenados. La tendencia multicolor, lejos de promover el caos visual, propone un equilibrio donde los colores dialogan y se potencian mutuamente.

Para aplicar esta tendencia con éxito, podés basarte en ciertas estrategias fundamentales. En primer lugar, se recomienda partir de una base neutra. Tonos como blanco, gris o negro funcionan como soporte y permiten que los colores intensos resalten de manera armónica. Por ejemplo, paredes claras, sofás en beige o gris y muebles de madera natural facilitan que los elementos vibrantes se destaquen sin saturar el ambiente. La premisa es que decorar en clave full color no implica teñir todo el espacio, sino jugar con contrastes cuidadosamente medidos.

Apuntar a variar intensidades y gamas es otra clave de este estilo. La tendencia multitono no exige que todos los colores sean vibrantes; los tonos pasteles y suaves también tienen un lugar destacado. Estos matices permiten sumar variedad cromática sin que el resultado sea abrumador. La combinación de colores fuertes con matices tenues genera un equilibrio accesible, incluso para quienes prefieren opciones menos arriesgadas. Ejemplos como azules profundos, verdes apagados o amarillos mostaza aportan riqueza y personalidad a la decoración.

Otra de las claves fundamentales consiste en incorporar color a través de objetos y detalles. El estilo full color puede aplicarse en cualquier rincón del hogar, desde la cocina hasta el baño. Una estrategia efectiva es sumar color mediante muebles u objetos puntuales: un sillón rojo, sillas amarillas, una mesa verde o cortinas estampadas. Elementos como plantas, cuadros y accesorios textiles, especialmente almohadones, resultan aliados ideales para añadir tonos sin necesidad de realizar grandes reformas. Además, la variedad de texturas y materiales contribuye a que la composición gane dinamismo.

El cuarto punto enfatiza la importancia de apostar por combinaciones armónicas. El objetivo no es mezclar colores al azar, sino seleccionar aquellos que se complementen y dialoguen entre sí. Se puede optar por una paleta monocromática, utilizando varios tonos de un mismo color, o equilibrar colores cálidos y fríos para lograr movimiento sin perder coherencia. Esta búsqueda de armonía permite que el estilo full color se adapte a cualquier ambiente de la casa.

La tendencia multitono para generar ese efecto wow como una invitación a experimentar, equilibrar y personalizar los espacios, demostrando que el color, bien utilizado, puede transformar cualquier hogar en un entorno lleno de vida y carácter.
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