
Las autoridades federales incautaron más de 30 armas de fuego, explosivos, lanzagranadas y parafernalia nazi en una casa ubicada en Lacey, Washington, tras ejecutar una orden de registro relacionada con un robo violento de equipo militar en una base cercana. Dos personas fueron arrestadas en el operativo, según informó el sheriff del condado de Thurston, Derek Sanders.
El allanamiento fue llevado a cabo entre la noche del lunes y la madrugada del martes por un equipo especial del FBI, con apoyo de la Oficina del Sheriff del condado de Thurston, a solicitud de la División de Investigación Criminal del Ejército de los Estados Unidos (CID, por sus siglas en inglés). La orden judicial se emitió en el marco de una investigación conjunta por un asalto ocurrido el domingo en la base militar Joint Base Lewis-McChord, ubicada justo al norte de Olympia, la capital del estado.
“El FBI está asistiendo a nuestros socios del condado de Thurston y del Army CID”, confirmó la oficina del FBI en Seattle al ser contactada por The Associated Press (AP), aunque derivaron mayores consultas a las autoridades locales y militares. Los detalles del caso fueron compartidos por el sheriff Sanders en una publicación en su cuenta oficial de Facebook.

El operativo reveló una escena alarmante. En el interior de la residencia, los agentes encontraron 35 armas de fuego, incluyendo rifles de cañón corto y una ametralladora MG42, utilizada históricamente por las tropas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial. Algunas de estas armas estaban ubicadas estratégicamente en las ventanas, como si estuvieran listas para un posible enfrentamiento, según describió Sanders.
Junto a las armas de fuego, se incautaron también lanzagranadas, explosivos, cascos balísticos, municiones y armaduras corporales. El sheriff detalló que se trataba de un arsenal militar completo, parte del cual podría estar vinculado directamente al robo ocurrido en la base militar.
Las imágenes publicadas por Sanders mostraban el alcance del hallazgo: decenas de cargadores apilados sobre mesas, rifles apoyados contra paredes, cajas de munición abiertas, y todo ello rodeado por simbología nazi claramente visible.

Entre los objetos confiscados, uno destacaba por su fuerte carga ideológica: una bandera roja con una esvástica negra en el centro. También se hallaron otros artículos de parafernalia nazi, aunque no se precisaron en detalle. Las fotografías sugieren una adhesión ideológica al extremismo de ultraderecha y a doctrinas supremacistas.
En su declaración, el sheriff Sanders aseguró que “los sospechosos identificados en este caso estaban activamente involucrados en esfuerzos nazis nacionalistas blancos”. Aunque no se difundieron aún las identidades de los arrestados, las autoridades indicaron que ambos fueron ingresados en la cárcel del condado de Thurston para ser investigados por delitos relacionados con armas de fuego.
No se ofrecieron más detalles sobre la naturaleza específica de los “esfuerzos” a los que aludía Sanders, ni sobre si existía alguna organización estructurada detrás de los implicados. Tampoco se aclaró si el robo en la base militar tenía una motivación ideológica o logística.

La Fiscalía Federal del distrito oeste de Washington indicó en un comunicado, citado también por AP, que la orden de registro estaba directamente relacionada con el asalto ocurrido en Joint Base Lewis-McChord. Según la misma fuente, los investigadores del Ejército ya habían identificado a los sospechosos implicados en ese hecho violento.
Los arrestados tienen previsto comparecer por primera vez ante la Corte del Distrito Federal en Tacoma este miércoles por la tarde. Se espera que el expediente judicial con los cargos formales sea abierto públicamente este mismo día.
El sheriff Sanders no respondió a los mensajes enviados por medios locales e internacionales el martes por la noche, aunque anticipó que la investigación continuará bajo supervisión federal y que podrían presentarse nuevos cargos conforme se analice el material incautado.
Por el momento, el caso se mantiene bajo secreto parcial mientras el FBI, la CID y la Fiscalía continúan su labor de acopio de pruebas. Más detalles se conocerán una vez se formalice la denuncia penal, y se defina el posible nexo entre el robo militar y el extremismo ideológico que el operativo ha puesto en evidencia, según reportó The Associated Press.