"El futuro que vi", el manga japonés que causa furor por predecir el terremoto en Rusia y otras catástrofes

hace 20 horas 2

El poderoso terremoto de magnitud 8,8 que sacudió este martes a la península de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia, ha desatado más que alertas de tsunami. También ha revivido una de las teorías conspirativas más virales del año: la supuesta capacidad del manga japonés “El futuro que vi” (“Watashi ga Mita Mirai”) para predecir desastres naturales con inquietante precisión.

Este fenómeno cultural ha vuelto a captar la atención de millones, ya que en su reedición más reciente la autora, Ryo Tatsuki, advirtió que “el verdadero desastre” llegaría en julio de 2025. Aunque la fecha no fue exacta (Tatsuki lo señaló para el 5 de julio), el terremoto de este 30 de julio y las posteriores evacuaciones en Japón han sido suficientes para reavivar el debate.

Un sismo de los más potentes jamás registrados

El terremoto de 8,8 grados fue el octavo más fuerte registrado desde que existen mediciones modernas. El sismo generó olas que activaron alertas de tsunami en todo el Pacífico: desde Hawaii y Alaska hasta Nueva Zelanda y Japón. Las autoridades japonesas ordenaron la evacuación inmediata en regiones vulnerables como Fukushima, mientras más de 2 millones de personas se desplazaban a zonas altas.

Las olas también alcanzaron las costas de Estados Unidos, incluyendo California, Oregon y Washington. El impacto fue tal que diversas agencias meteorológicas emitieron informes advirtiendo que el oleaje podría intensificarse con el paso de las horas.

El manga que “predijo” el desastre

“El futuro que vi” fue publicado por primera vez en 1999. En él, la autora Ryo Tatsuki recopila sueños premonitorios que comenzó a registrar desde 1985, por consejo de su madre. Aunque el manga no relata una historia convencional, incluye anotaciones al pie donde Tatsuki describe visiones oníricas que, según sus seguidores, se han cumplido en la vida real.

Uno de sus sueños hablaba de un “gran terremoto y tsunami” en las costas japonesas para 2011. Esa predicción pareció cumplirse con el catastrófico terremoto de magnitud 9,1 que azotó Fukushima, causando miles de muertes y una crisis nuclear. Años después, se le atribuyó haber anticipado la pandemia de Covid-19 en 2020.

En octubre de 2021 se lanzó una reedición del manga, y en abril de 2022 se publicó una versión ampliada con nuevas anotaciones de Tatsuki. En esas páginas, la autora japonesa de 70 años escribió: “El verdadero desastre llegará en julio de 2025”. Esa advertencia se acompañaba de un dibujo que mostraba una grieta submarina entre Japón y Filipinas, generadora de un tsunami “más destructivo que el de 2011”.

Aunque el terremoto ocurrió en Rusia y no exactamente en la zona indicada por Tatsuki, la coincidencia temporal ha sido suficiente para viralizar nuevamente su obra, que muchos consideran un tipo de “Nostradamus moderno”.

Consecuencias económicas: el turismo se desploma

El impacto de las predicciones no ha sido únicamente cultural. Según datos de Bloomberg Intelligence, la teoría de un nuevo desastre provocó una caída del 50% en las reservas turísticas desde Hong Kong hacia Japón este verano. Las llegadas previstas también se redujeron un 83%, afectando seriamente al sector turístico nipón.

La teoría fue especialmente popular en redes sociales en países como China, Corea del Sur y Taiwán, grandes emisores de turistas hacia Japón. TikTok, YouTube y X (antes Twitter) se llenaron de videos que comparaban las predicciones del manga con imágenes del reciente sismo.

Frente al auge de estas teorías, la Agencia Meteorológica de Japón emitió un comunicado tajante. Su director, Ryoichi Nomura, declaró: “Es científicamente imposible predecir un terremoto con fecha, hora y lugar exacto. Toda afirmación en ese sentido debe considerarse desinformación”.

Numerosos sismólogos y científicos han coincidido en rechazar la idea de predicciones precisas, explicando que los terremotos son fenómenos naturales complejos cuyo comportamiento solo puede estimarse a través de probabilidades, no certezas.

Un fenómeno cultural que trasciende el manga

Al igual que sucede con “Los Simpson”, que en varios episodios han parecido anticipar hechos reales, El futuro que vi se ha transformado en un fenómeno de análisis y debate entre fans, conspiranoicos y curiosos. Algunos usuarios de redes sociales aseguran que la autora “ha acertado demasiado como para ignorarla”, mientras otros recuerdan que la memoria selectiva y la búsqueda de patrones son mecanismos comunes del cerebro humano.

“El deseo de encontrar significado en el caos es natural”, señala el psicólogo japonés Kenji Aoyama. “Pero ver predicciones en obras de ficción suele ser más un reflejo de nuestras ansiedades que de una capacidad profética real”.

Lo cierto es que, más allá de los debates científicos o las teorías conspirativas, El futuro que vi ha vuelto a captar la atención mundial. Librerías especializadas reportan un aumento en las ventas de la obra, especialmente en Asia, donde el manga se ha reimpreso recientemente con nuevas ilustraciones.

Mientras las costas del Pacífico siguen bajo vigilancia y el mundo intenta comprender los efectos del terremoto, millones se preguntan si las palabras de Tatsuki fueron solo coincidencia… o algo más.

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