El Gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) y el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) firmaron en Doha una declaración de principios orientada a poner fin a los combates en el este del país. El acuerdo, resultado de tres meses de negociaciones directas con la mediación de Qatar, sienta las bases para la paz y especifica los pasos a seguir.
El portavoz gubernamental Patrick Muyaya indicó: “Esta declaración tiene en cuenta las líneas rojas que siempre hemos defendido, en particular la retirada no negociable del M23 de las zonas ocupadas, seguida del despliegue de nuestras instituciones gubernamentales”.
Además, en el texto figuran compromisos claros a favor de la paz, la protección de la población civil y la soberanía nacional, “y allana el camino hacia un acuerdo de paz global que deberá firmarse en los próximos días para poner fin de forma duradera al conflicto en el este de la RDC”.
Se prevé la aplicación inmediata del acuerdo antes del 29 de julio y el inicio de las negociaciones sobre el acuerdo definitivo antes del 8 de agosto, con la firma prevista para el 18 de agosto, según medios locales.
Entre los puntos incluidos se encuentran el mantenimiento de un alto el fuego permanente, el cese de propaganda de odio, la prohibición de tomar posiciones por la fuerza y la elaboración de una hoja de ruta para restablecer la autoridad estatal en el este de la RDC.
La declaración contempla la creación de un mecanismo de verificación del alto el fuego, con la participación de la MONUSCO, la misión de paz de la ONU en el país. También incorpora el compromiso con el retorno “voluntario y digno” de personas refugiadas y desplazadas internas, coordinado con países de acogida y la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), así como medidas para la liberación de detenidos de interés, facilitadas por el Comité Internacional de la Cruz Roja.
La firma del documento fue realizada por Sumbu Sita Mambu, enviado especial para los procesos de paz de Luanda y Nairobi, y por Benjamin Mbonimpa, secretario permanente del M23.
El presidente francés, Emmanuel Macron, celebró la declaración: “Celebro el acuerdo de principios entre República Democrática del Congo y el M23/AFC (Movimiento 23 de Marzo-Alianza del Río Congo), gracias a la mediación de Qatar y su emir”, expresó.
“Para el pueblo congoleño y la región de los Grandes Lagos, la dinámica de paz está renovando la esperanza y la confianza. Francia proseguirá sus esfuerzos en apoyo de la paz”, añadió.
Las conversaciones en Doha se desarrollaron paralelamente a un diálogo mediado por EEUU entre la RDC y Ruanda, que derivó el 27 de junio en la firma en Washington de un acuerdo de paz a nivel ministerial. Ese pacto incluyó el respeto a la integridad territorial, la resolución pacífica de disputas y la prohibición de respaldar a grupos armados.
Este entendimiento abrió a EEUU el acceso a minerales críticos de la región. El 17 de julio, la RDC firmó un acuerdo de principios sobre exploración minera con la empresa estadounidense KoBold Metals, tras las promesas del presidente Félix Tshisekedi a su par estadounidense Donald Trump.
El conflicto se intensificó en enero, cuando el M23, apoyado por Ruanda según la ONU, ocupó Goma, capital de Kivu del Norte, y luego Bukavu en Kivu del Sur. Desde 1998, la dinámica de violencia ha persistido en el este del país, sostenida por la presencia de grupos rebeldes y el Ejército, incluso durante la actuación de la MONUSCO.