Ana Luiza de Oliveira Neves, una adolescente de 17 años, falleció el pasado domingo en el municipio de Itapecerica da Serra, en São Paulo (Brasil), luego de haber consumido un pastel envenenado que recibió como regalo el sábado anterior.
El postre, que llegó en un frasco y venía acompañado de una nota que decía: "Un regalo para la chica más hermosa que vi jamás", fue entregado a domicilio por un mensajero en motocicleta, junto con unos caramelos.
Poco después de recibir el paquete, la joven comió el pastel y comenzó a sentirse mal. Su familia la trasladó de inmediato a un centro médico, donde fue diagnosticada con un cuadro de intoxicación.
Tras recibir atención, fue dada de alta y regresó a casa. Sin embargo, su salud se deterioró rápidamente al día siguiente y, pese a los esfuerzos médicos, falleció el domingo 1 de junio.
El pastel fue entregado con una nota que decía: 'Un regalo para la chica más hermosa que vi jamás'. Foto:redes sociales.
El inquietante mensaje que envió joven antes de morir envenenada
Antes de enfermarse, Ana Luiza grabó un video en el que mostraba el regalo recibido: “Nos mandaron esto aquí, muy lindo”, comentó.
También envió un mensaje de audio a sus amigos en el que bromeó: "Me lo como, chicos. Si muero envenenada, ya lo sabrán". Esas palabras, que entonces parecieron una broma, hoy generan conmoción y tristeza.
La adolescente cursaba el tercer año de secundaria y trabajaba en un consultorio dental.
Según su padre, Silvio Ferreira das Neves, soñaba con convertirse en dentista. Había celebrado recientemente su cumpleaños con familiares y amigos.
El mensaje inquietante que envió. Foto:o globo
La principal sospechosa: una amiga cercana
La investigación policial permitió identificar a la presunta responsable: una joven de 17 años que era amiga de la víctima y frecuentaba su casa. Incluso había dormido en la vivienda de Ana Luiza el mismo fin de semana en que ocurrió el envenenamiento.
El padre de la víctima relató con consternación que la joven sospechosa los acompañó al hospital tras la intoxicación: "Me abrazó y me dijo: 'Tío, todo va a salir bien'. Es fría. Cruel", expresó.
También recordó cómo usaba el maquillaje de sus hijas y se comportaba con total normalidad: «"o lo creí. Pensé que era otra persona. Vino aquí, comió, durmió y usó el maquillaje de mis hijas".
Según revelaron las autoridades, el pastel contenía trióxido de arsénico, un veneno conocido desde hace siglos que aún puede adquirirse sin receta.
Mientras tanto, en la habitación de su hija, Silvio intenta encontrar sentido a la tragedia: “Sigo preguntando: ¿por qué tanta crueldad?”, expresó, profundamente afectado por lo ocurrido.
Su hija, que había compartido momentos recientes de alegría con su familia y que soñaba con un futuro como profesional de la salud, perdió la vida de forma abrupta y dolorosa.
Ana Luiza comió el pastel poco después de recibirlo y comenzó a sentirse mal minutos después. Foto:redes sociales.
Confesión de la presunta responsable
Una adolescente de 17 años admitió haber sido la autora del envío del pastel envenenado que causó la muerte de Ana Luiza. Actualmente, permanece bajo custodia en la Fundación Casa, mientras el caso sigue su curso en el ámbito judicial.
El abogado penalista Rafael Paiva explicó que, según la legislación brasileña, este tipo de casos se juzga en el Juzgado de Menores, ya que los menores de edad son considerados inimputables. “No cometen ningún delito, según nuestra Constitución. Por lo tanto, a pesar de ser una conducta muy grave, no se considera un delito desde el punto de vista legal, sino una infracción. Ella cometió una infracción correspondiente al delito de homicidio doloso calificado”, declaró.
La ley establece que, en estos casos, los menores pueden recibir medidas socioeducativas. Incluso si está cerca de cumplir la mayoría de edad, la joven solo podría ser privada de libertad por un máximo de tres años.
Posición de la pastelería
La pastelería donde se elaboró el pastel emitió un comunicado en sus redes sociales lamentando el fallecimiento de la adolescente. “Con profunda tristeza recibimos la noticia del fallecimiento de la joven, ocurrido el 1 de junio”, expresó el establecimiento.
La empresa aclaró que no tuvo participación en la entrega del producto, la cual fue realizada por un mensajero en motocicleta que no guarda relación con ellos. Según explicaron, una persona compró el pastel directamente en el local, presuntamente para consumo propio, y lo llevó luego a un destino aún no identificado por las autoridades.
O Globo (Brasil) / GDA.
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*Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información de O Globo (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.