
No hablar de Gisèle Pelicot en el Festival de Aviñón, en la ciudad donde convirtió su juicio en un símbolo para que la vergüenza cambiara de bando, se les hizo imposible a los dramaturgos Milo Rau y Servane Dècle, creadores de Le Procès Pelicot, la obra con la que se le rendirá tributo este viernes.
“Cada generación tiene varias personas que dan ejemplo en la lucha por un mundo más justo, y en Europa yo creo que ella se ha convertido en un ícono”, explica Rau, que también es director de escena, antes del estreno de la pieza en el prestigioso festival teatral francés, uno de los más grandes del mundo.
Con sus murallas medievales y su puente hasta la mitad del Ródano, Aviñón, en el sur de Francia, es ciudad de papas y también de dramaturgia.
Pero si entre septiembre y diciembre de 2024 los ojos del mundo estuvieron puestos en ella no fue por ninguno de esos motivos, sino por la decisión de Gisèle Pelicot de hacer público el juicio contra las decenas de hombres que la violaron con la ayuda de su entonces marido, que la mantenía drogada y grababa los abusos.

Por eso, en enero pasado, mientras preparaba otra producción llamada La lettre para estrenarla en esta edición 79.ª del Festival de Aviñón, a Rau, de nacionalidad suiza, le asaltó el pensamiento de que no mencionar a Gisèle Pelicot este año “era como mandar un mensaje, un silencio voluntario”.
“Para mí el arte y la política deben mezclarse en la sociedad”, argumenta Rau, que entiende el espacio público, incluido el teatro, es un lugar “para que intercambiemos, para que comuniquemos” y para “cambiar la sociedad”.
Eso es precisamente lo que hizo Gisèle Pelicot, opina, al permitir que su juicio se convirtiera, de alguna manera, en un escenario para que el mundo mirara a la cara la “violencia extrema” que sufren las mujeres.
Con solo unos meses de margen para dar forma a algún tipo homenaje, el director suizo unió fuerzas con la dramaturga francesa Servane Dècle, quien también se encargó del proceso de investigación que da cuerpo a esta obra basada en el juicio.

“Como feminista era importante para mí prolongar el gesto de Gisèle Pelicot y continuar reviviendo ese momento de toma de conciencia colectiva sobre muchos temas de los que las feministas hablan hace mucho tiempo: la banalización de la violación, de la sumisión química, del incesto, etc.”, detalla a EFE Dècle.
Para ella, más que en la dimensión icónica que ha alcanzado la víctima de las violaciones de Mazan (el pequeño pueblo donde vivía Gisèle Pelicot con su exmarido), el acento hay que ponerlo en su “gesto” para convertir su tragedia en un “acto político” al renunciar a su anonimato para que otras mujeres no pasen por lo mismo que ella.
“Y como creadora -añade- lo que me importaba llevar al teatro era el tener la libertad de buscar las respuestas a las preguntas que no han tenido respuesta durante el juicio, y tratar de comprender cómo llegamos ahí, cómo esos hombres llegaron ahí”.
No se trata de “justificar”, puntualiza, sino de reflexionar para cambiar unas “violencias que sabemos que comenten los hombres casi sistemáticamente”.
“Porque son ellos los que tienen que cambiar, no nosotras las víctimas”, recalca.
La obra tiene el visto bueno de la propia Gisèle Pelicot, con la que hablaron a través de sus abogados, y aunque ella no estará presente en persona ha pedido seguir la representación a través de internet.

“Sin su acuerdo no lo habríamos hecho”, asegura Dècle, pero en el momento en el que plantearon el proyecto, la mujer, de 72 años, les respondió: “Yo abrí (el juicio) para que se viera, ahora miremos”.
En Le Procès Pelicot, que en Aviñón solo se representará esta noche y será de entrada gratuita en el Claustro de Les Carmes, unos cuarenta actores leerán textos y pondrán en escena fragmentos del proceso judicial a lo largo de casi cuatro horas.
Es una versión condensada y en francés de algo que ya probaron en junio en Viena, en el festival Wiener Festwochen, con una duración de unas siete horas.
Tras Aviñón, la producción girará por el mundo, con paradas ya agendadas en lugares como Lisboa, Varsovia o Belgrado, y esperan que también pueda viajar a Barcelona.
En cuanto al caso Pelicot, todos los inculpados fueron condenados y de entre ellos solo uno ha mantenido su intención de apelar, lo que supone que habrá un nuevo juicio en vistas en Nîmes a comienzos de octubre.
Fuente: EFE
[Fotos: EFE/ Nerea González; prensa Festival de Aviñón; Reuters/ Manon Cruz]