WASHINGTON (AP) — El Pentágono trabajaba a toda prisa el lunes para establecer los lineamientos para los marines de Estados Unidos que podrían enfrentarse a la inusual y complicada perspectiva de usar la fuerza contra ciudadanos en suelo estadounidense, ahora que el gobierno del presidente Donald Trump ordenó el despliegue de miembros del servicio activo para contener las protestas contra las redadas de inmigración en Los Ángeles.
El Mando Norte de Estados Unidos anunció el envío de 700 marines al área de Los Ángeles para proteger a propiedad y personal federal, incluidos los agentes federales de inmigración. El 2º Batallón del 7º regimiento de marines, proviene de Twentynine Palms, California, y se sumará a unos 2.100 efectivos de la Guardia Nacional que ya se encuentran en la ciudad para responder a las protestas.
Las fuerzas han recibido adiestramiento en desescalada de conflictos, control de multitudes y reglas permanentes para el uso de la fuerza, dijo el Comando Norte.
Pero el uso de fuerzas en servicio activo aún plantea preguntas difíciles.
Los marines están altamente capacitados en combate y respuesta a crisis, con experiencia en zonas de conflicto como Siria y Afganistán. Pero eso es sumamente distinto al papel que enfrentarán ahora: podrían ser agredidos por manifestantes que llevan botes de gas y verse obligados a tomar una decisión rápida sobre cómo responder o proteger a un agente de inmigración de las multitudes.
Según un funcionario federal, las soldados portarán sus armas de servicio habituales, pero no llevarán gas lacrimógeno. También tendrán equipo de protección como cascos, escudos y máscaras antigás.
En el extranjero, su respuesta a amenazas está delineada por las reglas de combate. En suelo nacional, se guían por reglas permanentes para el uso de la fuerza, la cuales debe ser establecidas y acordadas por el Mando Norte. Posteriormente, cada marine debe recibir una tarjeta explicativa con lo que pueden y no pueden hacer, destacó otro funcionario de Estados Unidos.
Por ejemplo, los disparos de advertencia estarían prohibidos, según documentos preliminares sobre el uso de la fuerza a los que The Associated Press tuvo acceso. Los marines tienen la instrucción de desescalar una situación siempre que sea posible, pero también están autorizados a actuar en defensa propia, afirman los documentos.
La AP revisó documentos y entrevistó a nueve funcionarios federales, quienes hablaron bajo condición de anonimato a fin de discutir detalles que aún no se hacen públicos sobre la elaboración de los lineamientos para los marines.
El Pentágono también elabora un memorando con lenguaje aclaratorio para los marines que establecerá los pasos que pueden tomar para proteger al personal y la propiedad federal. Esas directrices también incluirán detalles sobre la posibilidad de que puedan detener temporalmente a civiles si están siendo agredidos o para prevenir daños, dijo el primer funcionario.
Esas medidas podrían implicar detener a civiles hasta que puedan ser puestos a disposición de las autoridades policiales.
El despliegue de marines para proteger edificios federales está autorizado sin la necesidad de invocar la Ley de Insurrección, dijo un funcionario federal.
La Ley de Insurrección le permite al presidente emplear a fuerzas federales para llevar a cabo funciones policiales en emergencias nacionales. Pero el uso de esa ley es extremadamente raro. Los funcionarios dijeron que aún no se ha hecho en este caso y que no está claro si se hará.
El presidente George H.W. Bush utilizó la Ley de Insurrección para responder a los disturbios en Los Ángeles en 1992 después de la absolución de los policías blancos que fueron captados en video mientras golpeaban a Rodney King, un hombre de raza negra.
Si su papel se amplía en caso de una escalada en la violencia, no está claro bajo qué autoridad legal podrían tomar medidas, dijo Elizabeth Goitein, directora del Programa de Libertad y Seguridad Nacional del Brennan Center for Justice de la facultad de derecho de NYU.
“Si estos marines llegan a poner sus manos sobre civiles, realizar allanamientos, entonces tienes preocupaciones legales bastante significativas”, dijo Goitein. “Ninguna autoridad legal que Trump haya invocado hasta ahora permite esto”.
El Secretario de Defensa Pete Hegseth tuiteó el sábado que sopesaba la posibilidad de desplegar a los marines para responder a los disturbios después de recibir consejos del general Dan Caine, presidente del Estado Mayor Conjunto, según uno de los funcionarios.
Aun así, el tuit, que fue publicado en la cuenta personal de X de Hegseth y no en su cuenta oficial del gobierno, sorprendió a muchos dentro del Pentágono. Los principales mandos del ejército seguían considerando el lunes las posibles ramificaciones del despliegue.
Pero el Cuerpo de Marines también estaba planteando preguntas más amplias: ¿Se envía a personal más experimentado para no poner en riesgo a soldados inexpertos de tomar una decisión sobre el uso de la fuerza contra un civil?
La Cuarta Enmienda de la Constitución establece los actos legales durante un despliegue doméstico —donde las tropas pueden terminar desempeñando un papel policial—, prohibiendo la incautación de personas, incluida su restricción temporal, a menos que pueda considerarse razonable bajo las circunstancias.
Por lo general, las tropas bajo autoridades federales tienen prohibido realizar funciones policiales en suelo estadounidense en virtud de la Ley Posse Comitatus.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.