
La ausencia de Brooklyn Beckham en el anuncio de la investidura de su padre, David Beckham, como caballero, marcó un punto de inflexión en la percepción pública de la familia más famosa del Reino Unido. Según detalló People, el hijo mayor de los Beckham no solo faltó a uno de los momentos más emblemáticos en la vida de su padre, sino que se enteró de la noticia a través de los medios y no por comunicación familiar directa. Este episodio, ampliamente cubierto por la prensa británica, evidenció la profundidad de un conflicto familiar que, iniciado por una controversia en torno al vestido de boda de Nicola Peltz, ha evolucionado hasta convertirse en una de las rupturas más mediáticas y analizadas del país.
El distanciamiento entre Brooklyn Beckham y su esposa, Nicola Peltz, respecto al resto de la familia, tiene su raíz en un episodio aparentemente trivial pero cargado de simbolismo. De acuerdo con un reportaje exclusivo de People publicado en mayo de 2025, la discordia comenzó cuando Victoria Beckham ofreció diseñar el vestido de boda de Nicola tras el compromiso de la pareja en 2020. Una fuente cercana a la familia Peltz relató al medio que Victoria expresó su deseo de confeccionar el vestido, propuesta que Nicola aceptó con entusiasmo. Sin embargo, meses después, Victoria comunicó a la madre de Nicola —y no a la propia novia— que su atelier no podría realizar el encargo.
Nicola Peltz, en declaraciones a Variety en agosto de 2022, explicó: “Iba a llevar un vestido de Victoria Beckham y realmente quería hacerlo, pero unos meses después, ella se dio cuenta de que su atelier no podía hacerlo, así que tuve que elegir otro vestido. Ella no dijo que no podía llevarlo; yo no dije que no quería llevarlo. Ahí empezó todo, y luego los medios lo amplificaron”. Esta versión fue difundida por la prensa británica, que interpretó el incidente como el primer síntoma de una fractura mayor.

La boda, celebrada en abril de 2022, no solo estuvo marcada por el cambio de vestido. Según reportó The Daily Mail, otro momento polémico se produjo cuando Marc Anthony, quien actuó como regalo para los Beckham, invitó a Victoria al escenario durante un momento que, según algunos asistentes, debía haber sido el protagonismo de Brooklyn y Nicola. El gesto habría dejado a la novia “llorando”, según fuentes citadas por el medio. Aunque otros invitados aseguraron que el primer baile formal de la pareja ya había tenido lugar, los tabloides británicos aprovecharon el episodio para alimentar la narrativa de tensiones familiares.
Medios como The Sun y The Daily Mail, convirtieron cada detalle de la boda y sus preparativos en material de especulación, contribuyendo a que el conflicto se convirtiera en un asunto de interés nacional. La cobertura no solo se centró en los hechos, sino también en las interpretaciones y posibles motivaciones detrás de cada gesto y ausencia.
A lo largo de 2024 y 2025, la prensa británica documentó meticulosamente la ausencia de Brooklyn y Nicola en eventos claves de la familia Beckham. The Telegraph describió a Brooklyn como “el fantasma en el fastuoso banquete de Goldenballs” al referirse a su ausencia en todas las celebraciones del 50º cumpleaños de David Beckham en mayo de 2025, desde la fiesta previa en Miami hasta la cena en Londres a la que asistieron figuras como Tom Cruise y las Spice Girls.
Fuentes citadas por Daily Mail atribuyeron la ausencia a tensiones con Kim Turnbull, pareja de Romeo Beckham. Según estas fuentes, Brooklyn habría comunicado a su padre que no deseaba coincidir con Kim, pero David optó por invitarla, priorizando su presencia sobre la de Nicola. Además, Brooklyn y Nicola tampoco asistieron al 51º cumpleaños de Victoria Beckham en abril de 2025, prefiriendo acudir al festival Coachella, una decisión que los medios interpretaron como un distanciamiento deliberado.
Las redes sociales también se convirtieron en un campo de batalla simbólico. Cuando Brooklyn publicó un video en motocicleta junto a Nicola con el mensaje “Mi mundo entero x Te amaré por siempre x Siempre te elijo, cariño” en mayo de 2025, The Sun lo calificó de “muy intencionado”, mientras que una fuente de Daily Mail lo describió como “una puñalada en el corazón de David y Victoria”. Poco después, Cruz Beckham publicó “Amo a mi familia”, interpretado como un respaldo a sus padres.
El conflicto familiar ha tenido repercusiones más allá del ámbito privado. Mark Borkowski, especialista británico en comunicación de crisis, declaró a The Telegraph que la situación resulta “desgarradora cuando tu disputa se desarrolla en público”, y añadió: “Este es el lado oscuro de la fama: no hay lugar donde esconderse. Demuestra que, por muy ricos y poderosos que seas, no puedes escapar de los problemas familiares”.
Lauren Beeching, experta en relaciones públicas de celebridades, advirtió en medios británicos que la cobertura mediática podría dañar la marca Beckham de forma fundamental: “La conversación mediática reciente se parece más a la de una familia de reality show. Existe el riesgo de que las historias sobre la disputa empiecen a definir la imagen de la familia, en lugar de los logros por los que quieren ser conocidos”. Beeching estableció un paralelismo con la familia real británica: “La Familia Real perdió el control de la narrativa cuando Harry y Meghan se independizaron, y eso es lo que ocurre aquí con Brooklyn y Nicola”.
A pesar de la controversia, Victoria Beckham Holdings Limited reportó su primer año rentable en 2022, y el negocio conjunto de David y Victoria, valuado en aproximadamente 500 millones de libras, sigue prosperando. Sin embargo, analistas citados por Aestetica Trends han señalado que la creciente implicación de Romeo en el negocio familiar coincide con el distanciamiento de Brooklyn, lo que complica la planificación de la sucesión empresarial.

La cobertura mediática británica ha comparado el conflicto de los Beckham con la situación de los duques de Sussex. Los tabloides acuñaron el término "Beckxit" después de que Brooklyn y Nicola contrataran a Jenny Afia, abogada del bufete Schillings, conocida por haber representado a Harry y Meghan Markle. Un encuentro en mayo de 2025 entre ambas parejas en Montecito, California, intensificó las comparaciones. Liz Jones, columnista de The Daily Mail, escribió: “Meghan y Nicola son alborotadoras implacables que han arrancado a los débiles Harry y Brooklyn de sus familias”.
The Sun describió la reunión como una “cumbre” de hijos de celebridades descontentos, mientras que The Times optó por un análisis más moderado, señalando las similitudes culturales: esposas estadounidenses, familias británicas y el reto de mantener la privacidad bajo el escrutinio público. La contratación de asesoría legal de alto perfil indica que ambas parejas consideran que la gestión mediática requiere intervención profesional.
Según fuentes de People, los intentos de reconciliación resultaron infructuosos: “Han intentado hacer las paces, pero cada vez que logran un momento feliz, todo vuelve a estallar”. El conflicto, que comenzó con el vestido de boda, se ha ampliado a cuestiones de control, independencia y lealtades enfrentadas. Brooklyn, según las mismas fuentes, se siente “dividido” entre su familia y su esposa, y su relación con David siempre ha sido “complicada”.
Victoria y David Beckham, por su parte, estarían dispuestos a “hacer cualquier cosa para recuperar a su hijo, pero ya han perdido la esperanza con Nicola”, según fuentes citadas por Daily Mail. El distanciamiento también ha afectado las relaciones entre hermanos: mientras Brooklyn mantiene una relación cordial con Cruz y Harper, las tensiones con Romeo persisten debido a la relación de este con Kim Turnbull.
La familia Beckham, que durante años cultivó una imagen de unidad y éxito, enfrenta ahora una realidad distinta. Brooklyn y Nicola han consolidado su vida en Los Ángeles, mientras el resto de la familia permanece en el Reino Unido. La prensa británica, según The Mirror, considera que la situación es “irreparable”, y un análisis de la BBC advierte que la cobertura ha adquirido un tono de “telenovela” que amenaza con eclipsar los logros reales de la familia.

La prensa local coincide en que la marca Beckham, antes sinónimo de unidad familiar aspiracional, atraviesa una etapa de incertidumbre.
Este domingo, David celebró el Día del Padre con una publicación en Instagram en la que incluyó a su hijo mayor, Brooklyn, a pesar de las tensiones familiares recientes. “Mi trabajo más importante y favorito en la vida es ser papá... Estoy tan orgulloso de todos ustede sy, como papá (lo siento, chicos), les digo todos los días que siempre estaré aquí para ustedes, pase lo que pase”, escribió en la publicación.
El carrusel de imágenes incluyó una fotografía de sus tres hijos mayores sosteniendo a Harper cuando era recién nacida, así como varias selfies con sus hijos, entre ellas una en la que él y Brooklyn aparecen sonriendo juntos.
El conflicto, lejos de resolverse, ha redefinido la narrativa pública de la familia más célebre del Reino Unido.