El tiempo pone todo en su lugar

hace 6 horas 2

En el deporte existe una máxima que rara vez falla: no importa cómo se comienza, sino cómo se termina. Esa frase, que suele sonar a cliché, encuentra este año en Juan Soto su mejor ejemplo.

El dominicano llegó a los Mets de Nueva York con el peso de una cifra histórica sobre sus hombros: 865 millones de dólares por 15 años, el contrato más grande en la historia del deporte. Era inevitable que la lupa estuviese sobre él desde el primer día. La afición y la prensa esperaban números colosales de inmediato. Pero el inicio no fue así. Desde el Opening Day hasta el 31 de mayo, las estadísticas no reflejaban al pelotero más caro del planeta. Y la crítica, implacable, no tardó en caerle encima.

Sin embargo, el béisbol tiene sus propios tiempos y el talento siempre termina por imponerse. Con paciencia, Soto comenzó a levantar el vuelo. Al llegar al viernes 5 de septiembre, ya figuraba entre los siete peloteros con más jonrones en las Grandes Ligas (37), ocupaba la casilla 13 en bases robadas y lideraba toda la MLB en boletos recibidos (115). Esa disciplina en el plato lo ubicaba además tercero en OBP (porcentaje de embasado), demostrando que su impacto va mucho más allá de la simple estadística de cuadrangulares y promedio al bate. Hay otras formas de aportar y evaluar lo que un pelotero puede hacer por su equipo.

Juan Soto conecta su primer jonrón de 2025

Juan Soto #22 de los Mets de Nueva York conecta un jonrón solitario en la parte alta de la tercera entrada contra los Astros de Houston en el Daikin Park el 28 de marzo de 2025 en Houston, Texas

Juan Soto #22 de los Mets de Nueva York conecta un jonrón solitario en la parte alta de la tercera entrada contra los Astros de Houston en el Daikin Park el 28 de marzo de 2025 en Houston, Texas

AFP

El tiempo, ese juez implacable, lo acomodó todo. Hoy, a menos de un mes de que finalice la temporada regular, Soto exhibe números que recuerdan a los que firmó el año pasado con los Yanquis de Nueva York, cuando fue clave en el retorno de la franquicia del Bronx a la Serie Mundial aunque su promedio no haya decaído. La diferencia es que ahora lo hace con el uniforme de los Mets, llevando sobre sus hombros no solo el peso de un contrato sin precedentes, sino también el de una ciudad que exige grandeza y hoy los está ayudando a meterse a la pelea por el wild card.

Soto no necesitó gritar para responder a las dudas. Simplemente dejó que el calendario hablara por él. Y el calendario ya dictó sentencia: el tiempo pone todo en su lugar, y el dominicano está exactamente donde debe estar, entre los gigantes de este juego.

Leer artículo completo