La Casa de los Famosos All-Stars es un reality de Telemundo que le ofrece al público televidente un mínimo reflejo de la realidad misma. Dentro de esta edición, los televidentes contaron con 23 personalidades que aceptaron vivir en la casa más polémica del mundo hispano.
Las reglas dentro de este juego, en ocasiones, no son claras, y a veces el sistema tiende a favorecer a los más fuertes y no a los desfavorecidos. Sin embargo, como en la vida, lo que en algún momento te hizo daño termina también haciéndote resiliente. Rey Grupero, Alfredo Adame y Carlos “Caramelo” Cruz son un claro ejemplo de ello.
Rey y Adame: los protagonistas de una guerra sin sentido, antes del reality
Hay una historia que el público mexicano conoce a la perfección y es la enemistad que Rey Grupero y Alfredo Adame llevan protagonizando desde hace muchos años. Sus diferencias siempre han estado claras y cuando los anunciaron como posibles habitantes de la edición All-Stars de este formato, muchos llegaron a pensar que aquí iba a existir, como afuera, una “guerra sin cuartel”.
La verdad es que nada de esto pasó; tanto Adame como Rey lograron asumir el reto y, en lugar de partir como enemigos, se dieron una oportunidad para ver cómo realmente son en el día a día bajo la convivencia y la rutina. Esto terminó generando no sólo aceptación, sino el reconocimiento del ser humano que habita en el otro.
Actualmente son amigos dentro de este juego que los ha llevado a compartir enemigos comunes: Luca Onestini y Paulo Quevedo, dos personajes que dentro de esta casa han sido detractores de Adame y Rey.
La convivencia con ellos no ha sido sencilla, porque mientras que Luca y Paulo aseguran que sus valores y sus formas son superiores a las de Rey y Adame, el público fuera tiene más claro que en realidad son todos muy parecidos. Aquí mismo entra “el tigre dominicano”, Carlos “Caramelo” Cruz, con quien el italiano y Quevedo nunca han podido congeniar. Razón por la cual, el camino de éste se ha visto más ligado al de Adame y Rey.
Un ” Caramelo” para “El Grupero”
El juego dentro de la casa hizo que Rey Grupero y “Caramelo” se dieran la oportunidad de conocerse. Al conectar, ambos vieron que tenían muchas cosas en común, que van desde la humildad hasta el trabajo constante por la búsqueda de cumplir sus sueños.
Partieron en el mismo cuarto, y aunque las estrategias de Lupillo Rivera estuvieron a punto de separar sus rumbos, la vida parece que fue más sabia y los terminó convirtiendo en hermanos. El público que ha seguido el trabajo de ambos dentro del show ha podido conectar con ellos. Porque aunque no son los mejores en cuanto a modales y normas de convivencia, sí son los que más han buscado no caer en las provocaciones constantes de Luca y Paulo.
Y es que tanto Rey como Caramelo y el mismísimo Adame son tres personajes que generan rechazo en Luca y Paulo. Dicen que es porque los consideran violentos, majaderos, malcriados y mitómanos, además de convenencieros. Sin embargo, la verdad es que todos los mencionados pecan de alguno o varios de los mismos pecados que señalan.
El juego de Luca y Paulo es “ser la piedra en el zapato” del actual “tridente” del cuarto agua. Han decidido ser sus constantes provocadores con la única finalidad de echarles en cara todos los defectos de que de lunes a sábado no aparecen durante la convivencia, porque Rey, Adame y Caramelo ni se cruzan en el camino de Luca y de Paulo. Pero éstos, aunque no haya pasado nada en la semana, sacan a colación cualquier problema que haya ocurrido durante los primeros días del juego, sólo para exhibir lo que alguna vez dentro de esta edición los otros llegaron a ser.
Felices, alegres y agradecidos
Rey, Adame y Caramelo actualmente se han convertido en la compañía perfecta, los unos de los otros, porque aprenden muchísimo de cada uno. Tanto Rey como Caramelo ven en Adame un ser humano que tiene mucho conocimiento por compartir. Por esta razón, escuchan todo lo que éste tiene para decir y así lo buscan para encontrar en él consejo.
Adame, por su parte, desde el primer momento en el que se generó aquella alianza entre los habitantes del cuarto fuego y “Los Tres Mosqueteros”, siempre se vio bien gracias a ellos.
En cada problema que había, Adame salía detrás de ellos para calmarlos, protegerlos, guiarlos y aconsejarlos. Los defectos de los jóvenes hacían que la experiencia y la sabiduría del maduro actor sobresaliera por encima del resto. ¡Se complementaban!
El protagonista de telenovelas, por su parte, encuentra en Caramelo y Rey, además de compañía, amistad. cariño, lealtad, protección, diversión, risas y alegría. Desde que convive con ellos de manera constante dentro del cuarto, no hay día en el que Alfredo Adame no ría y goce de la vida. Y eso, pese a todo lo malo que hayan podido ser o hacer, es también una enseñanza de cómo el contenido real puede conectar muchísimo más que cualquier guión orquestado por quien sea.
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